- La profesora sancionada por llevar la camiseta verde a una prueba de evalución gana su recurso a la Comunidad de Madrid
Una victoria real, pero también con un peso simbólico muy importante. El Tribunal Contencioso-Administrativo ha dado la razón a la primera profesora madrileña sancionada por llevar la camiseta verde en una prueba de 6º de Primaria. Un tanto para la Marea Verde y un impulso para seguir defiendo la educación pública. Así ha sido recibida esta sentencia de la Sala Quinta del tribunal, que rechaza la idea de que llevar la camiseta verde no es una “desconsideración a la comunidad educativa”, tal y como argumentó la Consejería de Educación para ponerle un apercibimiento (falta leve) a esta profesora. Ahora la Comunidad de Madrid tendrá que retirar la sanción porque el juez ha estipulado que no cabe recurso.
“Estoy muy contenta y la verdad es que es un alivio. Si para ellos este juicio era ejemplarizante, así debemos tomar esta sentencia. Que la gente que sepa que no hay que conformarse y hay que luchar”, cuenta la profesora, que desde el primer día no ha querido dar su nombre al entender que este litigio no era un caso personal. Era un pulso a la Marea Verde. “Siempre he dicho que la sanción no se me ponía de forma particular por lo que había hecho. Me tocó a mí, pero detrás había mucho más. Estábamos empezando a molestarles”, explica.
Todo comenzó el 10 de mayo de 2011. Las camisetas verdes aún se veían poco. De hecho, este episodio sería el revulsivo para que empezara a extenderse y convertirse en lo que hoy ya es todo un icono de la defensa de la educación pública. Ese día, esta docente del IES Arcipresete de Hita de Vallecas (Madrid) acudió al colegio concertado Liceo Cónsul, del mismo barrio madrileño, a hacer una prueba de Conocimiento y Destrezas Indispensables (CDI) a los alumnos de 6º de Primaria con su camiseta verde con el lema “Escuela Pública de tod@s para tod@s”. No hubo problemas, hasta que se encontró 20 días después con un apercibimiento firmado por el entonces director del área territorial Madrid-Capital, Bonifacio Alcañiz.
Antes el inspector del centro revistió de una supuesta informalidad una charla con la profesora en la que le pedía explicaciones por su conducta, tras recibir las quejas de la dirección del centro donde se hizo la prueba. Fue esta conversación la que realmente fue utilizada para imponerle la sanción. La profesora, ante el apercibimiento, elevó un recurso a la Consejería de Educación, que fue desestimado, y decidió llevar a la Comunidad de Madrid a los tribunales para exigirle que retirara la sanción por improcedente. Esto fue a principios de marzo y el desenlace llegó hace unos días, cuando la justicia le ha dado la razón.
La sentencia determina que el procedimiento se hizo de manera incorrecta por parte del inspector. “Dice que ha habido un error a la hora de hacer el expediente porque el inspector no lo hizo como debía. Me dijo que era una conversación informal cuando en realidad estaba haciendo un trámite de audiencia sin informarme, porque te lo tienen que decir. Fue una encerrona absoluta porque la sanción sale de esa conversación. Me sentí muy traicionada por el inspector. Y eso es lo que el juez ha manifestado. No ha entrado a valorar ni las camisetas ni el mensaje”, asegura la profesora.
Desde la Consejería de Educación recalcan que “no han sancionado nunca a ningún docente por llevar una camiseta verde” y que el fallo del tribunal se basa en ese defecto de forma. “La inspección hizo una valoración de los hechos y un informe proponiendo una falta leve basándose en el artículo 8.C del Reglamento de Régimen disciplinario de los Funcionarios de la Administración del Estado: ”La incorrección con el público, compañeros o subordinados“, por la que la docente recibió un apercibimiento. Y añaden que esto es ”una sanción inferior dentro del Estatuto Básico del Empleado Público“ ya que ”no tiene ni una sola consecuencia desde el punto de vista profesional, laboral o salarial“.
Más de 500 expedientes
“La sentencia es muy positiva por el valor simbólico que tiene. Es una victoria de la Marea Verde sobre la Consejería de Educación porque el símbolo de nuestra movilización es esa camiseta, que se ha querido criminalizar y estigmatizar”, señala Isabel Galvín, secretaria general de la Federación de Enseñaza de CCOO Madrid. “Pero además es muy positivo por los otros expedientes que hay abiertos. Se reconoce nuestro derecho a la libertad de expresión y que no hay manera de callarnos. Esta victoria supone un principio de seguridad jurídico y nos da ánimo para seguir resistiendo, porque han querido imponer un clima del miedo”.
En concreto, explica, tienen constancia de más de 500 casos abiertos contra profesores, alumnos y equipos directivos por manifestar su oposición a la política educativa regional, ya sea por ser especialmente activos, manifestar su rechazo en los medios de comunicación –“ya hay algún juicio ganado en este sentido”, matiza– o por llevar la camiseta verde. De hecho, si el de esta profesora a la que le acaba de dar la razón la justicia fue el primer caso, el último episodio en el mismo sentido tuvo lugar el mes pasado. Un alumno de 40 años de un centro de FP de Madrid ha sido sancionado por llevar la camiseta verde en una visita de la consejera Lucía Figar. “Ahora mismo se está elaborando un recurso, porque la inspección le ha expulsado unos días del centro”, afirma Galvín.