Maruja Torres reivindica la desobediencia al recoger el Premio Fundación 1º de Mayo a la Libertad de Expresión

“Desobedecer es lo que mejor he hecho en mi vida”, ha declarado la escritora y periodista Maruja Torres (Barcelona, 1943) este miércoles al recibir el Premio Fundación 1º de Mayo a la Libertad de Expresión 2013 “por su defensa de la pluralidad informativa y por su compromiso con la calidad y la honestidad en su trabajo”.

Carmen Rivas, directora del Observatorio de Medios de Comunicación y Sociedad de la Fundación, ha iniciado la presentación leyendo el acta del jurado que “valora la trayectoria profesional caracterizada por la defensa de la pluralidad informativa en los medios de comunicación públicos y privados, el compromiso con la calidad y la honestidad en el desempeño del puesto de trabajo. Asimismo, se reconoce la labor de los profesionales de los medios de comunicación y el valor que tiene, en una sociedad como la nuestra, la información contrastada, documentada y contextualizada”.

Los miembros del jurado acordaron por unanimidad entregar el galardón a Maruja Torres por “una trayectoria profesional basada en el trabajo intelectual honesto, siempre en busca del argumento y, por lo tanto, a servicio de la convivencia y del desarrollo de los valores democráticos”. Rivas ha adelantado en primicia los planes de la premiada de comenzar a escribir, a principios de diciembre, su nuevo libro Diez veces siete: una nena del Raval nunca se rinde.

“Maruja Torres es la lucha, la lucha armada de palabras”, ha dicho el presidente de la Fundación, Rodolfo Benito, antes de entregarle un galardón que en las anteriores ediciones ha sido otorgado a Iñaki Gabilondo, El Gran Wyoming, los trabajadores de RTVE y las autonómicas Canal 9 y Telemadrid.

Las primeras palabras que ha mencionado la veterana periodista al subir al atril han ido dirigidas a unos receptores muy concretos: “Voy a dedicarle este premio a mi fallecida amiga Pepa Lucas, una luchadora nata; y también me da muchísimo placer dedicárselo a los barrenderos de Madrid”.

La escritora y periodista ha reivindicado la responsabilidad que tiene todo periodista de resistir y de no perder el sentido social tal y como ella hizo en 1989 al publicar las verdaderas razones de la muerte del fotógrafo Juantxu Rodríguez en Panamá, retando lo establecido y asumiendo las posibles consecuencias.

Ante la crisis existencialista de los medios, ha afirmado que sigue habiendo esperanza para la profesión, “lo que no hemos perdido y ellos sí [la cúpula política] es la dignidad y la lealtad”. Con el lema “¿Qué le debo al lector?”, la escritora ha denunciado la pasividad de algunos periodistas ante la coacción de empresas o políticos y ha defendido la necesidad de contextualizar al lector para formar una opinión pública resistente.

Ha declarado la obligación de renovar los estratos de los medios y de prevenir el anquilosamiento de los mismos. “Veo un cierto movimiento en los medios de comunicación modernos”, ha afirmado la periodista. Tiene confianza en los levantamientos de hoy en día, pero también ha admitido que se requiere perseverancia para ver los resultados, “las olas se hacen continuadas y el barco se tumba, si haces una ola y esperas al aniversario para resucitarla, no”.

En la ronda de preguntas se ha dado especial relevancia a la valla del perímetro fronterizo de Melilla y a las recientes declaraciones del ministro del Interior. “Representa muy bien a este régimen, que son indiferentes al sufrimiento ajeno” ha manifestado Torres con respecto a las heridas que estas cuchillas provocan en los arriesgan su vida por conseguir un futuro mejor.

La ceremonia de entrega ha comenzado con la proyeción de un video homenaje, en el que Maruja Torres reflexiona sobre la actualidad política, la profesión periodística y su trayectoria personal. La grabación se puede encontrar en la web de la Fundación 1º de Mayo.