La Asamblea General de la ONU ha aprobado este jueves el reconocimiento de un medio ambiente, “limpio, saludable y sostenible” como derecho humano.
La resolución, que ha sido promocionada por un amplio grupo de países entre los que estaba España, ha conseguido una mayoría de apoyos: 161 votos a favor, ninguno en contra y ocho abstenciones. No es que esta votación se traduzca en una obligación legal directa para los estados, pero sí lleva incluida una incitación a que tanto los gobiernos como las organizaciones internacionales o las empresas “adopten políticas para garantizar un medio ambiente limpio, saludable y sostenible para todos”.
El texto que ha sido revisado en la asamblea admite que “los daños ocasionados al medio ambiente repercuten en los derechos humanos de las personas y las comunidades de todo el mundo”, aunque con especial gravedad a los grupos más vulnerables, a saber, “los pueblos indígenas, los niños, las personas de edad y las personas con discapacidad”.
Esta resolución “ayudará reducir las injusticias medioambientales”, ha valorado el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, según ha informado su portavoz. “Sin embargo, esto es solo el principio”, ha rematado.
Dañar los ecosistemas, amenaza para la humanidad
En este sentido, está creciendo el consenso en torno a la creación de un delito internacional de ecocidio que persiga “cualquier acto ilícito o arbitrario perpetrado a sabiendas de que existen grandes probabilidades de que cause daños graves que sean extensos o duraderos al medio ambiente”. Sin embargo, todavía está pendiente que los países lleven una proposición formal –como han hecho con la declaración de este jueves– para incluirlo en la Corte Penal Internacional.
Además de incluir el medio ambiente como un derecho humano, la resolución constata que la degradación ambiental, el cambio climático, la pérdida de biodiversidad, la desertificación y el desarrollo insostenible “son algunas de las amenazas más acuciantes y graves para la capacidad de las generaciones presentes y futuras de disfrutar plenamente de todos los derechos humanos”.