En España hay ya 12.741.434 personas en riesgo de pobreza y/o exclusión (cifras de 2011). Son los datos que se extraen del último seguimiendo del indicador de riesgo de pobreza y exclusión social en España entre 2009 y 2011 elaborado por la European Anti Poverty Network (EAPN).
Según el informe, elaborado a partir del indicador AROPE (que combina tres elementos: población bajo el umbral de la pobreza, población con privación material severa, población con baja intensidad de trabajo por hogar), en el año 2011 el índice de pobreza y exclusión en España fue 1,5 puntos mayor que en 2009, alcanzando el 27% del total de la población.
El gráfico superior muestra la evolución de la tasa AROPE en España entre los años 2004 y 2011. En él se percibe un aumento significativo a partir de 2008. EAPN lo explica: a partir de ese año, “la clase media y los grupos más pobres de la población española han sufrido un proceso creciente de devaluación de su calidad de vida, que no ha sido contrarrestado con eficacia por las políticas sociales y otras medidas de lucha contra la crisis”.
El informe desgrana además los tres elementos que combina el indicador AROPE: población bajo el umbral de la pobreza (aquellas personas que viven en hogares con una renta inferior al 60% de la mediana de la renta nacional), población con privación material severa o PMS (personas que viven en hogares en los que no se pueden permitir cuatro de nueve ítems de consumo básico), y población con baja intensidad de trabajo por hogar o BITH (la intensidad se define como la relación entre el número de meses trabajados por todos los miembros y el número de meses que podrían trabajar todos los miembros en edad de trabajar).
De 2009 a 2011, la pobreza aumentó en España 2,3 puntos porcentuales, esto es, 10.287.527 personas. La población masculina, señala el informe, ha sufrido con mayor intensidad las consecuencias de la crisis. En el año 2009, la pobreza femenina estaba entre 2 y 3 puntos por encima, pero a partir de ese año la diferencia se redujo hasta menos de la mitad.
Por edad, destaca que la tasa de pobreza de las personas de 65 y más años se ha reducido en 10 puntos desde 2009 debido a la mayor estabilidad de ingresos. No obstante, la pobreza de los grupos más jóvenes (16 - 29 años) ha subido 6,4 puntos desde el mismo año.
Respecto a la privación material severa, la tasa de población que en 2011 no podía afrontar cuatro o más ítems de consumo básico se mantuvo en el 3,9%, igual que en 2010 y 0,4 puntos más que en 2009. Sin embargo, el informe hace hincapié en que un gran porcentaje de población sufre restricciones importantes en muchos de los ítems considerados básicos. Por ejemplo, el 40% no puede permitirse una semana de vacaciones al año y una de cada tres personas no podría afrontar gastos imprevistos.
Por último, la baja intensidad de empleo por hogar es el factor que más ha crecido: se ha doblado en tres años. En 2011, 4.483.097 personas vivía en hogares con baja intensidad de empleo, el 9,5% de la población.
El informe de EAPN muestra por último la enorme desigualdad que existe en la tasa de pobreza y/o exclusión social entre las diferentes comunidades autónomas. Así, Navarra, País Vasco, Asturias, Madrid o Aragón tienen tasas inferiores al 20%, mientras otras como Ceuta, Melilla, Extremadura, Castilla-La Mancha, Canarias o Andalucía superan el 30%.
La EAPN realiza estos informes después de que la Unión Europea acordase reducir al menos en 20 millones el número de personas en riesgo de pobreza y exclusión social, entre 1.400.000 y 1.500.000 en el caso de España entre 2009 y 2019. No obstante, tras analizar las cifras, “en el caso de España este objetivo está muy lejos de cumplirse”. La European Anti Poverty Network asegura que este “formidable aumento de las cifras indica la urgente necesidad de reformular las medidas de protección a la ciudadanía” e insiste “en que la inclusión social debe estar en el centro de la agenda política del país y que deben aplicarse politicas decididas que no estén centradas exclusivamente en incentivar el crecimiento”.