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Renovar tuberías y sensores de fugas: el éxito de algunos municipios frente a la sequía
Àlex Gutiérrez Páez
Barcelona, 11 feb (EFE).- La renovación de tuberías y colocar sensores acústicos para detectar fugas de agua son algunas medidas que han empleado municipios catalanes como El Prat de Llobregat, Manresa o Mataró, que logran hasta un 90 % de rendimiento del agua -que no se pierde- para hacer frente a la extrema sequía en Cataluña.
El Govern ha activado este febrero la emergencia por sequía en Cataluña, con severas restricciones para seis millones de catalanes del área metropolitana de Barcelona y de gran parte de la provincia de Girona, entre ellas una dotación máxima de 200 litros por día y habitante para todos los usos (industrial, agrícola, recreativo y doméstico).
Son los municipios los que deben hacer todo lo posible para ajustarse a este límite y para ello, en muchos casos, tienen que controlar y renovar una red con fugas a veces difíciles de localizar.
Son más de 700 los municipios y entes locales que han presentado solicitudes a la convocatoria de ayudas del Govern para reparar fugas.
“Vamos un poco tarde; esta es probablemente la sequía más grave de la que tenemos registros y tenemos que ganar tiempo con soluciones rápidas”, cuenta a EFE Aureliano García, gerente de Aigües d'El Prat, empresa pública que contribuyó a que la ciudad ahorrara 110.000 metros cúbicos de agua en 2023.
El Prat de Llobregat y Barberà del Vallès son de los pocos municipios del área metropolitana de Barcelona con una gestión totalmente pública del agua, pues la inmensa mayoría (36 municipios) dependen de la empresa mixta Aigües de Barcelona.
Ambos municipios han conseguido un rendimiento del agua del 90 %, es decir, que ese porcentaje de agua es la que pasa por la red de suministro y llega a los hogares sin pérdidas, por encima de la media catalana, que es del 78,5 %.
En el caso del Prat, las claves han sido la renovación de tuberías y la sectorización de la red de abastecimiento en 15 zonas para detectar y detener fugas, algo que les ha permitido, entre otras medidas, pasar de los 15.000 hectómetros cúbicos que circulaban por su red en 2008 a los 12.000 de ahora.
“El contexto exige soluciones de urgencia, como traer agua en barcos, conectar el sistema de Aigües Ter-Llobregat con el del Consorci d'Aigües de Tarragona (ahora mismo en estado de prealerta) y el fomento de la reutilización”, aconseja García.
“En El Prat tenemos un consumo doméstico de 95 litros por persona al día, y el de consumo con abonados no domésticos e industriales es de alrededor de 162, muy por debajo de lo que pide la Agencia Catalana del Agua”, puntualiza por su parte la concejala de Agua y Energía Públicas de El Prat de Llobregat, Esther Garcia.
Menos presión
Algo similar ocurre en Aigües de Manresa, que abastece a 16 municipios, sobre todo de la comarca del Bages (Barcelona) y que ahorra desde marzo de 2023 el equivalente a una piscina olímpica al mes con menos presión de agua.
Y lo consiguen gracias a unas válvulas reguladoras que reducen la presión del agua que distribuye la red, una medida que se ha impulsado “sin que lo noten los usuarios”, según explican a EFE fuentes de esta empresa, que también abastece a municipios como Navarcles, Sant Fruitós de Bages, Santpedor o Fonollosa.
Sensores acústicos y análisis del consumo nocturno
“También ha funcionado la instalación de sensores acústicos móviles que detectan el sonido del agua por la noche y encuentran pequeñas fugas de agua de la red desde julio pasado, mientras que para fugas más grandes emplean un control de caudales nocturnos”, especifican desde Aigües de Manresa.
Otras medidas que se usan en Manresa son la optimización de sistemas de potabilización, como reducir el tiempo de lavado de filtros de agua y mediar con grandes consumidores de agua (hospitales, gimnasios con piscinas y empresas textiles, entre otros), ofreciéndoles alternativas para regular su uso.
En Mataró (Barcelona), también con un rendimiento de la red del 90 %, el agua procede de los 34 pozos y cinco minas que existen en la ciudad.
El agua que se extrae, almacena y trata en los depósitos situados en diferentes puntos de la localidad para su posterior distribución.
El Plan Director del Agua de Mataró (PDAM 2011-2025) establece que cada año se debe renovar en la ciudad en torno al 1 % de la red, sustituyendo los tramos más antiguos o ampliando la capacidad de las calles y zonas que lo necesitan, para así mejorar la eficiencia.
“Para mantenernos en estos niveles de agua registrada, hacemos el seguimiento de indicadores como la sectorización de la red en zonas pequeñas o el control de los consumos nocturnos, para avisar a clientes de que puede haber la existencia de escapes interiores, por ejemplo, porque se detecta un consumo continuo durante las 24 horas del día”, indican a EFE desde Aigües de Mataró.
Asimismo, la empresa municipal mataronense apunta que parte del mérito de su gestión del agua se debe a que el consistorio se anticipó años atrás a la sequía, con medidas como el cierre de las duchas de las playas o anulando actos lúdicos con agua, como la Ruixada de la Fiesta Mayor de Mataró (Les Santes).
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