Pekín, 16 abr (EFE).- La nave china Shenzhou-13 aterrizó este sábado en el desierto del Gobi tras completar sus operaciones en la estación espacial Tiangong, donde tres astronautas han permanecido 183 días en la misión tripulada más larga llevada a cabo por China hasta ahora.
Equipos de rescate acudieron de inmediato al punto de aterrizaje Dongfeng, en la región autónoma china de Mongolia Interior (norte), informó la agencia oficial de noticias Xinhua.
El aterrizaje “fue perfecto y los tres taikonautas están en muy buen estado”, señaló por su parte el diario Global Times citando al Centro de Control Aeroespacial de Pekín.
Las imágenes divulgadas hasta el momento muestran a los operarios de tierra abriendo la escotilla de la cápsula, pero todavía no se ha visto a los astronautas Zhai Zhigang, Ye Guangfu y Wang Yaping, esta última la segunda mujer china en el espacio y el pasado noviembre, la primera en realizar un “paseo espacial”.
El regreso a la tierra ha tardado unas nueve horas después de que esta madrugada la Shenzhou-13 completara la separación del módulo principal de la estación espacial Tiangong.
Se trata de la segunda misión tripulada que envía China a su estación espacial, que se espera que esté lista a finales de este año.
Desde su lanzamiento el pasado 16 de octubre los taikonautas han concluido varias tareas para avanzar en la preparación de la estación espacial china, incluyendo dos paseos espaciales, más de veinte experimentos científicos y recolección de datos.
La próxima misión espacial tripulada de China tendrá lugar este año y constará de nuevo de seis personas, según avanzó en marzo pasado el diseñador jefe del proyecto espacial tripulado de China, Zhou Jianping.
El país asiático llevará en 2022 a la Tiangong “dos módulos experimentales, dos naves tripuladas y dos naves de carga”, dijo Zhou, quien agregó que la estación entrará en una “fase de construcción” a partir de mayo.
Está previsto que los taikonautas de la Shenzhou-14 y la Shenzhou-15 concluyan los trabajos de construcción de la Tiangong, que debería estar lista a finales de este año, según los planes originales.
La estación espacial china, cuyo nombre significa “Palacio celestial” en mandarín, pesará unas 70 toneladas y se espera que funcione durante unos 15 años orbitando a unos 400 kilómetros de la superficie terrestre.