Un lobby tecnológico reclama a Bruselas la restricción del software libre
Una coalición de empresas que agrupa a Microsoft, Nokia, Oracle y varios proveedores de servicios de red bajo el nombre de FairSearch han comenzado a ejercer presión sobre la Comisión Europea para que restrinja la distribución de software libre con la excusa de que este afecta a la libre competencia.
La trayectoria constante de este grupo ha sido la de tratar que la Unión Europea obligara a Google a variar el algoritmo y los resultados de sus búsquedas para ofrecer resultados en los que la relevancia y orden de estas permita a la competencia aparecer bien situada. El paso adelante del grupo ha sido en esta ocasión atacar a Android y de paso al Software Libre en su alegato a favor de la “libre competencia”.
La Fundación de Software Libre de Europa (FSFE) ha reaccionado al último movimiento de dicho grupo con una carta abierta a la Comisión Europea en la que emplazan a sus miembros a que reclamen su papel de árbitros de la competencia y no favorezcan un modelo de negocio restrictivo que supone la petición de FairSearch, a la que consideran absurda, tendenciosa y fuera de lugar.
En dicha carta, la FSFE insta a la Comisión a considerar los hechos adecuadamente antes de aceptar las alegaciones presentadas por el grupo de presión. En palabras de Karsten Gerloff, presidente de esta fundación, “el software libre es una bendición para la humanidad. La única cosa que es peligrosa es el modelo de negocio de Microsoft, irremediablemente obsoleto y restrictivo”.
Entre los aspectos más destacados por la FSFE para la defensa del Software libre destaca la pretensión de FairSearch de restringir la distribución de este para potenciar la de uno propietario, bloqueado y sujeto a las restricciones de empresas privadas que carga de sobreprecios a administraciones y entidades públicas sin suponer ninguna diferencia objetiva frente a las alternativas abiertas.
Carlos Piana, abogado de FSFE, abunda en el tema señalando en su blog cómo dicho grupo emplea la causa del buscador para atacar a un Software Libre con el que no pueden competir, una vez que la guerra de las patentes ha sido incapaz de bloquear el ascenso de las alternativas abiertas.
Un grupo de presión contra Google
Un grupo de presión contra GoogleUno de los primeros elementos en torno al que se agruparon esta serie de empresas fue la forma en la que el motor de Google actúa, con la principal queja de la forma discriminatoria en la que aparecen las búsquedas. Actualmente son muchas las voces reconocidas de la red que han señalado como la búsqueda “orgánica”, la que realmente busca fuera de publicidad y sin sesgo, ocupa cada vez menos espacio en la página de resultados de Google. Este hecho no significa que el argumentario de Fairsearch en favor de “una búsqueda justa” no sea carente de un interés propio y persiga socavar la posición dominante de la empresa del gran buscador, curiosamente por parte de compañías que en un momento u otro han jugado exactamente dicho papel.
Como hemos visto, el paso siguiente de Fairsearch ha sido atacar a Android como parte sustancial del nuevo negocio de las búsquedas. Ciertamente, el 52% de los Smartphones vendidos en Europa tienen como sistema operativo Android. Esto significa que, de serie, el buscador de Google prevalece a la hora de ser empleado en dichos dispositivos al estar incorporado como motor por defecto. Precisamente ese es el argumento que sirve de base al grupo para atacar a todo el sistema operativo, acusado de no ser neutral, en una reveladora mezcla de temas que sin ser su intención ubica a los actores del asunto.
Con dicha excusa, atacan a un sistema operativo completo, en lugar de reclamar, como pasara con el caso precisamente de Microsoft, que no haya un motor de búsquedas predefinido, cosa aún más sencilla en esta ocasión al ser un sistema cuyo código es abierto y que puede ser modificado en dicho sentido e incluso, como hace CyanogenMod, eliminado cualquier rastro de aplicaciones o vínculos con Google. De paso, atacan a un Software Libre que empieza a ser visto como un reemplazo eficaz al encadenamiento a un software privativo sujeto a las actualizaciones y desarrollos fijados por parte de empresas privadas que obligan a suscripciones millonarias sin aportar un valor especialmente significativo a lo que ofrece esta nueva competencia libre a precio “cero”.