Se filtra un impactante vídeo interno de Google con sus ideas para controlar el comportamiento humano
Suele decirse que la realidad siempre acaba superando a la ficción. La serie Black Mirror ha presentado varios futuros distópicos en los que las multinacionales digitales han penetrado en cada aspecto de las personas e influyen dramáticamente en el desarrollo de sus vidas. El vídeo interno Selfish Ledger de Google, en el que la compañía detalla cómo podrá pronosticar y dirigir el comportamiento humano gracias al análisis de los datos de los usuarios mucho después de que estos mueran, cumple a la perfección esa regla.
Como ha detallado The VergeThe Verge, el medio estadounidense especializado en tecnología que ha filtrado el vídeo, Selfish Ledger sirve para comprobar cómo imaginan los grandes de Silicon Valley el futuro de su negocio. Los planes de Google lo dejan muy claro: una extracción completa de datos personales humanos con los que calcular absolutamente todo sobre sus deseos, gustos, objetivos y necesidades presentes y futuras para, en base a ello, ofrecer productos ultrapersonalizados que puedan satisfacerlas.
El vídeo, que no estaba destinado a salir a la luz pública, fue realizado a finales de 2016 por Nick Foster, el jefe de diseño de X (anteriormente Google X) y cofundador del Near Future Laboratory, y por David Murphy. La compañía ha explicado que el documento “no está relacionado con ningún producto actual o futuro” y se trata de “un experimento mental del equipo de Diseño de hace años que utiliza una técnica conocida como ”diseño especulativo“ para explorar ideas y conceptos incómodos con el fin de provocar la discusión y el debate”.
En el vídeo, Google se encuadra a sí misma dentro de las teorías de la evolución humana y se ve cómo ese Selfish Ledger (cuya traducción literal al castellano es “nuestro propio gran libro”, pero que puede interpretarse como “nuestro propio gran libro de instrucciones”) del comportamiento y de las decisiones de las personas, capaz de actualizarse sin parar con cada nuevo registro del camino que escoge un usuario en una determinada situación.
Para ello la compañía retrocede al lamarckismo, una teoría parcialmente desacreditada por la de la evolución de Darwin, que proponía que las experiencias de los individuos también se reflejaban de alguna forma en sus descendientes. Gracias a ese “gran libro” con información del comportamiento humano que Google está acumulando, el lamarckismo podría recobrar un nuevo sentido, aseguran Foster y Murphy.
“Los datos de cada usuario tienen la capacidad de sobrevivir más allá de los límites biológicos personales, de forma parecida a como se libera y propaga en la naturaleza el código genético”, narra el vídeo. “Considerando estos datos a través de una perspectiva lamarckista, las experiencias codificadas en el gran libro se convierten en una acumulación de conocimiento humano a través de la vida individual. Pensando en los datos de usuario como multigeneracionales, pasa a ser posible para los nuevos usuarios beneficiarse de las comportamientos y decisiones de las generaciones anteriores”.
Google imagina que podrá utilizar ese “gran libro de instrucciones” del comportamiento humano de forma similar a como los científicos tratan el código genético, manipulándolo para obtener determinadas consecuencias. De esta forma, al igual que estos tratan en la actualidad de aislar los genes que, tras muchas décadas, pueden determinar el desarrollo de alzheimer, Google piensa que será capaz de usar lo mismo con decisiones y comportamientos de sus usuarios.
“Se puede cambiar el enfoque del libro mayor, de forma que sea un un sistema que no solo rastree sino que ofrezca direcciones hacia un resultado deseado”, explican en el vídeo.
Selfish Ledger fue producido mucho antes del escándalo de manipulación de las elecciones estadounidenses por parte de Cambridge Analytica gracias al análisis de datos personales de los usuarios obtenidos a través de Facebook, pero profundiza en la crisis que está provocando el vacío legal en el que operan estas compañías. En la narración no se hace ninguna referencia a la protección de datos. “Entendemos que esto es perturbador, está diseñado para serlo”, ha argumentado Google a The Verge.