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Nuevo centro de 12.000 metros acogerá en Barcelona el superordenador MareNostrum 5
Barcelona, 7 oct (EFE).- El Barcelona Supercomputing Center (BSC) ha inaugurado este jueves su nueva sede corporativa, un edificio de 12.000 metros cuadrados en el que ya trabajan unos 530 profesionales y que se prepara para la instalación de un nuevo superordenador, el MareNostrum 5.
Este tipo de computadora del Barcelona Supercomputing Center (BSC)-Centro Nacional de Supercomputación (CNS) sirve para realizar cálculos y procesar grandes cantidades de datos, como los que proporcionan instrumentos científicos modernos, como aceleradores de partículas, grandes telescopios o plataformas de secuenciación de genomas.
Por ejemplo, la supercomputadora actual, MareNostrum 4, aportó su capacidad para la pandemia de la covid, realizando más de 39,5 millones de horas de cómputo para apoyar investigaciones relacionadas con la biología del coronavirus, su mecanismo de infección o su interacción con posibles fármacos.
La MareNostrum 4 está instalada en un lugar emblemático del campus de la Universidad Politécnica de Cataluña (UPC), la capilla Torre Girona, pero su sucesora, la número 5, ya se ubicará en el nuevo edificio, previsiblemente a finales del próximo año.
Los responsables del BSC-CNS estiman que en febrero de 2022 estará preparado el espacio para su instalación, que ocupará unos mil metros cuadrados en el sótano, con más de 200 armarios de cálculo.
En abril terminaría el concurso de la Comisión Europea (CE) para adquirir la máquina y, a partir de junio o julio, comenzarían a llegar componentes, con la previsión de que todo esté instalado a finales del 2022.
La capilla, que está conectada al nuevo edificio a través de una pasarela, seguirá dando servicio, ya que se prevé que pueda ser una extensión del nuevo superordenador.
El nuevo edificio, que funciona con energía verde, tiene cuatro plantas de oficinas, 35 salas de reuniones, espacio para encuentros de profesionales, un auditorio y capacidad para albergar a unas 530 personas trabajando.
El centro ya se ha quedado pequeño nada más estrenarlo, puesto que la plantilla total del BSC es de 765 personas, por lo que dos tercios estarán en la nueva sede y el resto se repartirá en edificios cercanos del campus, como ya ocurre en el presente.
El BSC-Repsol Building ha tenido un coste de 19,6 millones de euros y ha sido financiado con las aportaciones de los patrones, que son el Ministerio de Ciencia e Innovación, el Departamento de Investigación y Universidades de la Generalitat y la UPC, y la colaboración de la Fundación Repsol más el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER).
El director del BSC, Mateo Valero, ha destacado que el edificio simboliza el crecimiento de la organización en sus quince años de existencia y que permitirá “una mejor interacción” entre los investigadores, que estaban repartidos en diferentes edificios y ahora dispondrán en este nuevo espacio de puntos de encuentros para “intercambiar ideas”, aunque no todos quepan trabajando en el mismo centro.
En todo caso, el rector de la UPC, Daniel Crespo, ha destacado que el hecho de que ya no todos los trabajadores quepan es una señal de que es un proyecto “inacabado” y que seguirá creciendo.
Por su parte, la consellera de Universidades e Investigación, Gemma Geis, ha querido resaltar la “buena colaboración” con el Ministerio de Ciencia, al tiempo que ha pedido mantener una “visión descentralizada” de la investigación.
Entre los “retos de país”, Geis ha destacado la necesidad de garantizar la “soberanía digital” logrando un chip europeo, proyecto que lidera el BSC con el fin de que el bloque comunitario no tenga que depender de suministros del exterior.
La secretaria general de Investigación del Ministerio de Ciencia e Innovación, Raquel Yotti, ha destacado que este edificio es el ejemplo de la colaboración de instituciones del ámbito público y privado, y esto es, ha dicho, “lo que nos tiene que enorgullecer más”.
El presidente de la Fundación Repsol, Antoni Brufau, ha indicado que la digitalización ha provocado un “tsunami de información sin precedentes” y que todo este “big data” resulta “completamente estéril si no hay una mayor capacidad de procesarlo”. De ahí el compromiso de su entidad con el BSC, ha precisado.
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