Las pruebas de la app española de rastreo de contagios arrojan “resultados positivos” pero no llega a tiempo de medir los rebrotes
El proyecto piloto de Radar COVID, la app española de rastreo de contagios de coronavirus, está a punto de concluir. El Gobierno espera hacer públicos esta semana los resultados que ofreció el sistema en tres oleadas de contagios simulados en la isla canaria de La Gomera, donde se testó con la ayuda de voluntarios, tanto ciudadanos canarios como personal de las navieras y aerolíneas en contacto con ellos. Las conclusiones preliminares son satisfactorias, según ha podido saber elDiario.es. “El piloto ha ido bastante bien, con resultados positivos y objetivos de participación cumplidos”, aseguran fuentes conocedoras del proceso a este medio.
Los resultados que ha logrado Radar COVID detectando “contactos de riesgo” entre los participantes en el piloto y su potencial para ser un mecanismo de alerta temprana para realizar cuarentenas selectivas están siendo analizados por el Ministerio de Sanidad. A pesar de la actual situación de aumento en las cifras de contagios en todo el país, pero, sobre todo, en comunidades como Aragón y Catalunya, su implantación a nivel nacional no llegaría hasta septiembre como pronto, y siempre en caso de que las cifras arrojadas por la app sean positivas y no necesite modificaciones sustanciales.
La decisión final sobre su implantación corresponderá en cualquier caso a las comunidades autónomas, que serán las que decidan cómo integrar la detección de contactos de riesgo vía app en sus respectivos sistemas de rastreo de contagios.
Los rebrotes se multiplican con la app aún en desarrollo
El piloto de la app española de rastreo de contagios se diseñó durante los meses de mayo y junio para probar el sistema a primeros de julio. “Nuestra estrategia fue esperar primero a la maduración tecnológica y después esperar a un escenario de salida de la pandemia”, explicó Carme Artigas, secretaria de Digitalización e Inteligencia Artificial, en una entrevista con este medio.
El plan ha chocado con la rápida multiplicación de los rebrotes en España. Los equipos de rastreadores intentan seguirles la pista con recursos limitados, debilidad en la coordinación y “descontrol” de los identificados. Por el momento, deberán seguir intentando frenar la segunda ola sin el apoyo tecnológico de la app de rastreo.
Otros países, como Alemania, Italia o Suiza, optaron por lanzar el sistema en cuanto Google y Apple lanzaron la plataforma base que permitía a sus teléfonos comunicarse entre ellos vía bluetooth para llevar a cabo el rastreo. Los resultados han sido dispares en cuanto a la implantación. Alemania, el país que ha conseguido mejores cifras, roza el 20% de descargas entre su población. En Suiza tiene casi un millón de usuarios activos. Tanto autoridades como expertos destacan que es pronto para evaluar estas cifras, aunque valoran muy positivamente la capacidad que están demostrando para enviar alertas sobre contactos de riesgo a sus usuarios.
Las pruebas sobre el terreno terminaron el 20 de julio
El Gobierno eligió La Gomera como punto donde testar la app por su baja cifra de contagios. La isla tiene unos 22.000 residentes y el objetivo era que al menos unos 3.000 participaran en el piloto. El Ministerio de Sanidad, la Secretaría de Estado de Digitalización y las autoridades sanitarias de Canarias lo consideraron la cifra óptima a partir de la cual se podría evaluar la capacidad de la app para detectar contactos de riesgo entre los voluntarios. En total se han introducido 300 positivos simulados.
El Gobierno no ha ofrecido aún datos exactos sobre cuántas personas residentes en La Gomera o de paso en la isla descargaron y activaron Radar COVID durante las dos semanas de pruebas sobre el terreno, pero la app suma más de 50.000 descargas solo en la tienda de aplicaciones de Google. A esta cifra habría que sumar las descargas en teléfonos de Apple, puesto que la app está disponible tanto para Android como para iPhone.
La primera fase del proyecto fue la de “concienciación”, con una campaña para informar sobre la prueba a los gomeros y promotores que ayudaron a los ciudadanos a instalar la app. Esta etapa arrancó el 29 de junio. Después llegaron los contagios simulados en teléfonos de personas contactadas de antemano. El primero se introdujo en el sistema de manera individual el 6 de julio y luego en tres oleadas el 10, el 13 y el 17 de julio hasta sumar los 300.
Esas pruebas sobre el terreno concluyeron el 20 de julio, momento en el que empezó el análisis de los resultados logrados por Radar COVID en su misión de detectar esos contactos de riesgo entre las personas que simularon su positivo en coronavirus y el resto de participantes. La app se programó para enviar una alerta a su usuario si este pasaba más de 15 minutos a menos de dos metros de otro usuario del sistema registrado como contagiado. Tras esa alerta, la persona debía ponerse en contacto con el equipo de rastreadores que siguen la pista al resto de casos detectados en Canarias.
Los datos conseguidos por la app de rastreo están ahora en manos del Ministerio de Sanidad. El análisis está evaluando cuatro factores concretos: adopción (cuántas personas la descargaron); eficacia (si Radar COVID ha sido capaz de registrar esos contactos de riesgo); compromiso (cuántas personas comunicaron a la unidad de rastreadores de la Sanidad canaria que habían recibido una notificación de la app) y retención (cuántos usuarios mantuvieron la app activa durante todas las pruebas).
El desarrollo de Radar COVID y la ejecución del piloto fueron encargados a Indra por 330.000 euros.
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