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La dignidad no tiene precio

Raquel Martí, Directora Ejecutiva de UNRWA España

La semana que viene se cumple un año desde que comenzara la peor crisis financiera de UNRWA, la Agencia de Naciones Unidas para la población refugiada de Palestina. En enero del año pasado, Estados Unidos, el mayor donante de la Agencia anunciaba un recorte de 300 millones de dólares, que más tarde se convertiría en una retirada permanente de fondos.

Este aniversario coincide con la visita oficial a España del Comisionado General de UNRWA para agradecer el apoyo adicional que el gobierno español ha prestado a la Agencia durante este difícil año. Gracias al apoyo extraordinario del resto de donantes, especialmente de la Unión Europea y sus estados miembros, UNRWA ha podido seguir proporcionando servicios esenciales a más de 5,4 millones de refugiados y refugiados de Palestina, muchos de ellos en situación de extrema vulnerabilidad. Sin embargo, 2019 no se presenta más fácil.

En Gaza, 2 millones de personas no viven. Sobreviven. El bloqueo tiene un efecto directo sobre la economía de este territorio. La tasa de desempleo alcanzó en Gaza un promedio de casi el 53% en los tres primeros trimestres de 2018, un récord histórico. El desempleo juvenil alcanzaba el 69%. Además, el bloqueo y las ofensivas israelíes provocan que 1,3 millones de personas en Gaza sufrieron inseguridad alimentaria en 2018. Las protestas en la Franja – Marchas del Retorno – agravaron la situación de la población refugiada, y elevaron el número de víctimas y heridos por las fuerzas israelíes.

2018 en Cisjordania ha sido un año con impacto negativo sobre las infraestructuras y propiedades de la población refugiada de Palestina. A lo largo del año, las autoridades israelíes demolieron o incautaron 459 estructuras palestinas en el territorio, principalmente en el Área C y Jerusalén Este. Las demoliciones desplazaron a 472 palestinos, incluidos 216 niños y niñas y 127 mujeres. Además, la existencia de aldeas beduinas como Khan Al Ahmar sigue amenazada por las autoridades israelíes. Para esta aldea, 2019 puede ser un año más de resistencia o el fin de una larga lucha.

En Siria los más de 8 años de guerra y conflicto interno han afectado a la población refugiada de Palestina. Muchos de ellos han tenido que desplazarse a países vecinos como Líbano o Jordania. Antes del conflicto, 560.000 personas refugiadas de Palestina estaban registradas en UNRWA en Siria. Se estima que más del 50% están desplazados dentro del país y que otro 20% huyeron de la violencia a los países vecinos. Más del 95% de las personas refugiadas de Palestina que viven en Siria necesitan asistencia humanitaria continuada para sobrevivir. 

La situación en Líbano es dramática para las más de 513.000 personas refugiadas que viven en el país sin derechos ni estado civil reconocido. 

En 2019, UNRWA continuará trabajando por mejorar la situación de toda la población refugiada de Palestina, y les apoyará en la búsqueda de una solución política justa y definitiva para todos y todas ellas. Porque la dignidad de más de 5 millones de personas no tiene precio.

La semana que viene se cumple un año desde que comenzara la peor crisis financiera de UNRWA, la Agencia de Naciones Unidas para la población refugiada de Palestina. En enero del año pasado, Estados Unidos, el mayor donante de la Agencia anunciaba un recorte de 300 millones de dólares, que más tarde se convertiría en una retirada permanente de fondos.

Este aniversario coincide con la visita oficial a España del Comisionado General de UNRWA para agradecer el apoyo adicional que el gobierno español ha prestado a la Agencia durante este difícil año. Gracias al apoyo extraordinario del resto de donantes, especialmente de la Unión Europea y sus estados miembros, UNRWA ha podido seguir proporcionando servicios esenciales a más de 5,4 millones de refugiados y refugiados de Palestina, muchos de ellos en situación de extrema vulnerabilidad. Sin embargo, 2019 no se presenta más fácil.