Crítica
'Desaparecidos' apuesta en su temporada 2 por el continuismo pese a sus cambios
Amazon Prime Video estrena este viernes 13 de mayo la segunda temporada de Desaparecidos. Una serie propiedad de Mediaset que está de actualidad por la llegada este mismo mes de su primera tanda al abierto en Telecinco. Aunque saltar a la televisión lineal era el plan inicial, ha tardado más de los esperado en llegar, hasta coincidir -a conciencia o no- con su nueva tanda en la plataforma.
En verTele sólo se nos han facilitado dos capítulos de esta segunda temporada de la ficción, una cantidad que sin duda no llega a ser representativa de toda la temporada, y más teniendo en cuenta que en la primera entrega el giro de guion más importante llegó aproximadamente a la mitad. Partiendo de esto, es cierto que con esos dos únicos episodios visualizados se puede intuir el camino que va a recorrer la segunda tanda, dada la continuidad que cumple respecto a su predecesora.
El cambio de productora de la serie, en su primera temporada a cargo de Plano a Plano, pero por decisión de Mediaset esta segunda con Unicorn Content (de Ana Rosa Quintana); podría haber despertado alguna duda sobre el rumbo que tomaría la continuación. Pero la ficción hereda los enredos de la primera, y los nuevos conflictos siguen la misma línea que ya lograron que fuese renovada y alabada como procedimental.
La primera tanda dejó algún frente abierto y, sin entrar en spoilers, cabe decir que en esta los recupera a la perfección, con el pertinente tiempo pasado entre la historia de cierre de la original y el inicio de la segunda. Esta temporada de Desaparecidos es lo que se podía esperar: más casos, más rencores y nuevos frentes abiertos. Sin que ello sea negativo.
La ausencia de Maxi Iglesias
El principal cambio que vino acompañado del relevo de productora no pasa desapercibido: Maxi Iglesias se despidió de su personaje Rodrigo por su lealtad a Plano a Plano. El actor fue claro sobre el tema en una entrevista para verTele, pese a asegurar que la serie es de las que está “más orgulloso”: “No estoy en la segunda temporada porque yo no quise. Soy muy leal a la gente que confía en mí y, en este caso, quien me dio la oportunidad de hacer Desaparecidos fue Plano a Plano. Luego Telecinco decidió cambiar su estructura de producción. Me mantenían todo tal y como estaba previsto por contrato, pero dije que esa serie la hacía si era con la productora y el equipo con el que había trabajado. ¿Me puedo ganar enemigos? Posiblemente, pero siempre voy a ser sincero”.
Y lo cierto es que tampoco hay que engañarse: su ausencia es notable, pues el actor era uno de los reclamos de la serie para aquellos interesados más en “esa trama”. Pero más allá de su falta, la trama real de la serie se defiende bien sin él, como ocurre con este tipo de ficciones más centradas en casos episódicos y en las que las circunstancias de sus personajes sirven para tener un hilo de continuidad. Además, se agradece saber qué ha sido de Rodrigo, puesto que no lo dejan en el aire.
Desvelando los mínimos detalles posibles, el personaje no ha encontrado su sustitución en Edgar Vittorino, al menos en los dos primeros capítulos. Eso sí, el incipiente desarrollo del nuevo rostro ya da ideas de cómo va a evolucionar, principalmente porque el actor fue anunciado como un personaje principal del elenco.
A la espera de cambios en los acontecimientos, lo cierto es que “las ausencias” se cubren bien, de una forma u otra. Esto mismo ocurre con Gaspar, el personaje interpretado por Luis Fernández, el cual sigue presente en alma en la serie a través de un nuevo “lío” para su padre Santiago, al que da vida Juan Echanove. Una trama secundaria que enriquece personalmente al inspector jefe.
Y precisamente parece que en esta tanda los personajes van a ver más desarrollada su vida privada. En la primera era un factor más secundario, pero en esta los propios conflictos de cada uno seguirán visibilizando situaciones cotidianas y sus sentimientos en consecuencia.
El elenco, como en casa
Para lo único que no ha hecho falta haber visto más capítulos es para comprobar que el elenco que permanece en esta segunda entrega, Echanove, Michelle Calvó, Elvira Mínguez, Chani Martín y Amanda Ríos principalmente, parece que ha convertido cada caso de desapariciones en su hogar.
Ya hicieron un muy buen trabajo en la primera temporada, y los toques irónicos y cotidianos se agradecían en el guion. Y en esta segunda, al menos en los dos episodios vistos, la naturalidad es la protagonista por completo. Se presenta como un elenco asentado para un público también familiarizado con la cantidad de estímulos actuales sobre la serie.
Los protagonistas siguen gestionando con empatía los casos de desapariciones, igual de curiosos y emocionantes que los de la primera temporada. A todos estos misterios les hace sombra un conflicto mayor, que parece que será el caso principal de la nueva entrega al ver su relevancia en los primeros capítulos.
Cabe remarcar que estos detalles que se están valorando se quedan en pinceladas, no pueden llegar a ser siquiera “brochazos” por la falta de contenido visualizado. Habrá que esperar para ver cómo avanza la segunda temporada tanto en contenido como en intriga, e igualmente la evolución de ciertos personajes, que tomarán un sendero u otro según el desarrollo de los acontecimientos.
También hay nuevas alianzas y alguna que otra traición que no perjudican a la esencia de la serie, que continúa marcando distancia con otras producciones procedimentales sobre crímenes. Los casos que se muestran siguen centrándose en las propias personas que sufren esas pérdidas sin respuesta clara, y reflejan las diferentes maneras de llevar ese “duelo” sin estigmatizar a nadie.
La estrategia con 'Desaparecidos'
La estrategia de Mediaset con su ficción de desapariciones es confusa. La simultaneidad de la primera temporada en abierto con el estreno de la segunda en Amazon Prime Video repercute en el transcurso natural de serie.
Quizás se lleva algo positivo de este retraso en su emisión lineal: de cara a su segunda temporada, Michelle Calvó y su equipo podrían recoger al nuevo público que actualmente ve la primera y arrastrarlo a la plataforma en unas semanas.
Desaparecidos continúa siendo una ficción hecha para la televisión convencional, principalmente por la duración de más de una hora por capítulo, pero también por un género muy asociado a la cadena. Tiene la esencia de las ficciones del prime time de Mediaset y eso no se lo ha arrebatado el cambio de productora (también por la relación de ambas con el grupo).
Por el momento, parece que la estrategia no le está yendo demasiado bien a Telecinco: en las dos entregas que ha emitido hasta ahora de la primera tanda, ha promediado un 12.1% y un 9.9% de share respectivamente. En esta situación influye la fortaleza de su rival MasterChef en La 1, pero también ese trato a sus series y esa demora entre temporadas, como defendía Maxi Iglesias en la entrevista: “Si no se cuida la ficción o no se le da prioridad, no puedes hacer nada”.