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Álvaro Fernández Armero, director de “Vergüenza”: “El episodio navideño es un triple salto mortal”

Pedro Zárate

La segunda temporada de Vergüenza ha llegado a las pantallas este 30 de noviembre, como un regalo adelantado de Navidad para toda aquella fracción del público que disfrute con el humor más procaz e incómodo. Lo hace con una remesa más reducida de episodios (6 componen esta tanda, frente a los 10 de la anterior), pero la sensación de haber afinado mejor las notas. Eso es lo que opina, al menos, Álvaro Fernández Armero, director y cocreador de la serie junto a Juan Cavestany.

“Lo hemos podido preparar con más tiempo. La primera nos pilló terminando aún los guiones, estábamos localizando a la vez, eran más episodios... Fue un poco agotador. Ahora lo hemos disfrutado bastante más”, reconoce el realizador a VERTELE. “Que sean seis capítulos es una petición de Movistar, que quieren series más cortas”, dice sobre la tendencia a reducir la extensión de las ficciones, algo con lo que está plenamente de acuerdo. “Estirar el chicle más de lo razonable, no conviene”.

De hecho, él apuesta no solo por acortar el número de capítulos de Vergüenza, sino por consumirla del tirón. “La primera temporada engaña en su visión global, el tono se hace cada vez más opresivo”, recuerda, e indica que viéndola en maratón, “no pierde la comedia, pero va sumando la tragedia”. “Un visionado seguido te da una perspectiva y te hace cambiar mucho la opinión sobre un episodio aislado”.

La situación para Jesús (Javier Gutiérrez) y Nuria (Malena Alterio) ha cambiado considerablemente desde que los vimos por última vez. “Se han aburguesado”. Ahora viven en un adosado y tienen un hijo, por lo que el escenario y problemas a los que se enfrentan es diferente: “Nos planteamos mantener el tono y las señas de identidad de la primera temporada, pero ofreciendo algo nuevo en lo estructural. La segunda temporada se puede disfrutar más como una historia. Puedes estar más con los personajes y con los que les va pasando, sin perder los grandes momentos de vergüenza aterradores”, explica el también responsable de películas como El juego de la verdad y Salir pitando.

“Es una de las formas de hacer crecer el personaje”, prosigue sobre la pareja, que ahora se verán enfrentados a su “espejo”, en forma de otro dúo, el que une a Pol López (Ramón) y Teresa Cuesta (Vanessa). “En la primera, Jesús se da cuenta del problema que tenía, y su lucha era conseguir no ser tan patético en sociedad. Había siempre un alien dentro que le salía todo el rato... Ahora ve a alguien como él y lo que quiere es demostrar que es mejor. [Esto] le sirve como acicate para seguir creciendo y luchando contra sí mismo”, desgrana el realizador madrileño.

Con los seis episodios ya estrenados, a los seguidores de Vergüenza les queda esperar hasta el lanzamiento del episodio navideño. “Es muy apetecible”, dice Armero, quien reconoce que tuvieron problemas para dar con el “punto” necesario para una entrega como esa. “Hemos hecho algo de lo que estamos muy contentos. Es muy diferente pero se va a reconocer. Tiene los ingredientes como para que en sí mismo tenga un sentido, pero a la vez está relacionado con cosas en la temporada. Es un triple salto mortal”, avanza.

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