El talento es cosa de hermanos
En 2010, el escritor Daniel Gascón (Zaragoza, 1981) obtuvo el reconocimiento de Nuevo Talento Fnac por su novela La vida cotidiana (Ediciones Alfabia) en la que, como sucedía con otros libros suyos como El fumador pasivo o La edad del pavo mostraba su voz personalísima en la que todo lo que acontece se puede tocar con las manos. Se palpa, se huele o se sufre. Y todos sabemos de qué nos está hablando.
Ahora, curiosamente, la agraciada con el mismo premio ha sido su hermana Aloma Rodríguez (Zaragoza, 1983) con el libro Solo si te mueves (Xordica), en el que cuenta la historia de una estudiante de Filología Hispánica que se marcha a trabajar al parque temático Dinópolis en Teruel. Novela de aprendizaje en la que también suceden todas esas cosas que a uno le ocurren según avanza nuestra línea cronológica: las fiestas en los bares de pueblo, el encuentro con chicos guapos, los karaokes. En fin, el humor, el amor y el sexo. Rodríguez es autora de otras historias como París Tres (Xordica), en la que se mezclaban sus experiencias como estudiante Erasmus en la capital francesa, y Jóvenes y guapos (Xordica), libro de relatos que recibió el Premio de Narrativa en castellano de la Universidad de Zaragoza.
¿Talento literario en los genes? La cosa tiene su miga, puesto que el progenitor de ambos es el también escritor, dramaturgo y periodista Antón Castro, autor de libros como El testamento de amor de Patricio Julve o Fotografías veladas. Interesante camada e interesante grupo literario del que también formaba parte el genial Félix Romeo. Hay familias corruptas y bastante chuscas entre las más importantes de este país. Y luego están las otras, las que desde la anonimia merecen la pena.
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