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El obispo de Vitoria denuncia la “violencia juvenil contra la Policía y agresiones a otras personas por su ideología”

EP

BILBAO —

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Entiende “las ganas de los jóvenes por salir y disfrutar”, pero les invita a “pensar más allá de una noche o de un verano” frente al Covid

VITORIA, 4 (EUROPA PRESS)

El obispo de Vitoria, Juan Carlos Elejalde, ha denunciado la “creciente violencia juvenil, las agresiones de jóvenes entre jóvenes, contra las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, y a otras personas por su ideología”, en su homilía durante la eucaristía celebrada en las Solemnes Vísperas en honor a la Virgen Blanca.

Elejalde ha presidido este miércoles las Solemnes Vísperas en honor a la Virgen Blanca que, junto a la bajada de Celedón desde la torre de la iglesia de San Miguel (suspendida por segundo año por la pandemia), marcan el inicio de las fiestas patronales de la ciudad.

Monseñor Elizalde ha indicado durante su homilía que entiende “las ganas de los jóvenes por salir y disfrutar”, pero les ha invitado a “pensar más allá de una noche o de un verano”, recordándoles que “si la salud de ellos fuese la más vulnerable, sus abuelos, nuestros mayores, no escatimarían esfuerzos en tomar decisiones para frenar la propagación del virus con pequeños sacrificios como es el uso de la mascarilla, mantener la distancia o posponer esos macroencuentros”.

Así, ha insistido en pedir para los mayores, los más ancianos, “respeto de toda la sociedad y más aún que el respeto, nuestro agradecimiento y cariño”. El obispo ha comentado las restricciones fijadas por las instituciones públicas, deseando que “no las tuviesen que imponer, algo que sería sinónimo de que somos responsables y maduros ante situaciones complicadas” y ha recordado que “hasta que no lleguemos a una situación normal sanitariamente hablando y con una inmunidad global real, debemos estar atentos y ser prudentes”.

La celebración ha comenzado con los acordes del himno ala patrona de la ciudad por parte del coro de la Catedral de María Inmaculada y ha contado con la presencia en los primeros bancos de las principales autoridades municipales, forales y del Gobierno central encabezadas por el alcalde, Gorka Urtaran; el diputado general, Ramiro González; el presidente de las Juntas Generales, Pedro Elosegi; y el subdelegado del Gobierno, Carlos Zapatero.

Junto a ellos ha asistido la directiva de la Cofradía de laVirgen Blanca con su presidente, Ricardo Sáez de Heredia, al frente y en un aforo que no ha superado las 160 personas dentro del histórico templo.

SIN MULTITUDES

La eucaristía la han concelebrado el párroco de San Miguel, Juan Carlos Aguillo, y el vicario parroquial, Juan Manuel Ochoa de Aspuru, encargados de dar la bienvenida a todos los asistentes junto con el obispo, quien ha recordado que “este año la Virgen Blanca la celebramos sin multitudes, sin faroles ni ofrendas de blusas y neskas, pero centrándonos en lo fundamental y motivo de la fiesta, la Virgen Blanca, María, la madre de Jesús”.

Por otra parte, Juan Carlos Elizalde ha advertido que “estamos inmersos en una nueva pobreza que amenaza nuestra dignidad”, por lo que ha felicitado a empresas y trabajadores por llegar a acuerdos para “evitar despidos y situaciones que llevarían a la exclusión a muchas familias de nuestro territorio”.

En esta línea, ha solicitado que aquellas firmas que generan grandes beneficios, “piensen en personas, en proyectos de vida y no solo en números” animando a que “reinviertan en las personas y en la sociedad en donde desempeñan su actividad” y que “no se quede en pocas manos; menos aún cuando hay tantas personas pasando necesidad”.

Ha resaltado que “son muchas las personas desempleadas, las familias que dependen de ERTEs que pronto acabarán” y que en medio de esto, “con mucha incertidumbre, no se pueden concebir más castigos que vayan en contra del ahorro y la tranquilidad de las familias, como es la subida histórica de los precios de la luz”.

Ahondando en este punto, ha llamado a las administraciones públicas a “combatir la pobreza energética que se ceba con tantas personas, nacionales y extranjeras”, agradeciendo la “labor silenciosa y paciente de organismos de la Iglesia como Cáritas, Berakah y muchas parroquias en favor de la inclusión y contra el empobrecimiento de familias enteras”.

JÓVENES CONTRA JÓVENES

En su reflexión, el obispo de Vitoria ha recordado “cómo Santa María afrontó la violencia, la persecución y el exilio”. Ha afirmado que “hoy vemos cómo están a la orden del día agresiones de jóvenes entre jóvenes y contra las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, agresiones a otras personas por su ideología, cargos públicos que buscan confrontación y decisiones políticas que envenenan la convivencia y buscan divisiones donde no las había”.

Además, no ha querido olvidarse de “la violencia dentro de los domicilios, especialmente contra mujeres y contra los hijos” y ha recordado que “al inicio de la pandemia nos prometimos como sociedad salir mejores y no esta siendo así”.

El prelado se ha preguntado qué hacer para frenar esto, respondiendo que “en Jesús está el camino”. “El bullying, que causa un profundo dolor, es un mal que debemos erradicar de escuelas y centros de trabajo. No tenemos derecho a arruinar la vida de nadie. El acoso escolar produce serios problemas, algunos incluso acabando con la propia vida del joven”, ha dicho.

Monseñor Elizalde ha indicado ante esto que “son muchos, jóvenes y adultos, los que deciden poner fin a su existencia”. “No lo hagáis. La vida merece ser vivida. Ante la oscuridad, Cristo es la Luz”, ha dicho con fuerza, para después llamar a “todos, instituciones públicas, empresas, colegios, familia e Iglesia unidos y necesarios para ayudar a quien ha de saber que hay un plan de Dios para él y hay un nuevo comienzo”.

Con los últimos datos sobre el suicidio “donde diez personas se quitan la vida cada día en nuestro país, incrementados por esta crisis sanitaria”, monseñor Elizalde ha pedido que “nos volquemos en este problema de primer orden, apostando por la vida, desde el primer instante de su concepción hasta el final natural, paliando el dolor, cuidando también al cuidador y velando siempre por la dignidad de todos”.

INTOLERANCIA HACIA CRISTO

También en este punto ha querido detenerse para recordar “a los millones de personas, cristianos en su inmensa mayoría, que son perseguidos y asesinados por su fe, quienes dan testimonio de la verdad”, recordando que “aquí, en nuestra tierra, también aquí hayquien pretende eliminar la presencia milenaria de nuestra fe”.

En ese sentido, ha puesto como ejemplo la situación de la cruz de Olárizu, el derribo de las cruces de varias cimas del Valle de Ayala, el vandalismo contra templos o los ataques “infundados” directos contra la Iglesia. “No es nada nuevo, pero quiero alertar de la creciente intolerancia hacia la fe en Cristo en nuestra sociedad”, ha resumido.

El obispo también ha advertido “de lo nocivo que es una formaciónescolar que elude y deja en papel mojado el hecho religioso, como parece querer esta nueva ley educativa en esta línea secularizadora”.

Ha reclamado su relevancia y ha tachado “la eliminación de la libre elección de la asignatura de Religión dentro del currículum educativo como un ataque contra la propia cultura, contra la comprensión del mundo y contra la libertad”, recordando que “ponemos el grito en el cielo cuando se pisotean derechos, pero no cuando esos derechos están relacionados con lo trascendente, con la fe de una gran mayoría de personas y contra el conocimiento de Jesús y todo lo que le rodea”.

La celebración ha finalizado frente a la Capilla de la Virgen Blanca, ubicada frente a la entrada lateral del templo, cantando la Salve y “animando a visitar a la Madre de todos los vitorianos en estos días atípicos, pero llenos de significado”.

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