La Junta premia al empresario del Silestone mientras los casos de silicosis de sus trabajadores llegan a la Justicia
Francisco Martínez-Cosentino, presidente del grupo que lleva su nombre, será distinguido como Hijo Predilecto de Andalucía el próximo 28 de febrero. Es, probablemente, el empresario con más premios de Andalucía. “No le han dado una medalla porque ya no le caben”, cuenta con sorna alguien que conoce bien el funcionamiento de su empresa. Martínez-Cosentino acumula premios y tiene una imagen intachable en las altas esferas de poder, pero antiguos trabajadores y colaboradores ponen en solfa la trayectoria del empresario. Sobre todo, a raíz del aumento vertiginoso de los casos de silicosis imputable a los aglomerados de cuarzo, el producto que le llevó a la cima.
El Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía reconoce a Martínez-Cosentino el deslumbrante éxito empresarial de su marca, cimentado a partir de un producto, el Silestone, cuya seguridad para los trabajadores está en entredicho. eldiario.es Andalucía ha informado esta semana de que un juzgado investiga una querella interpuesta por antiguos trabajadores de la empresa, que contrajeron silicosis por la exposición continuada al polvo de sílice generado en el proceso de producción del Silestone.
En la querella se imputa a los gestores de Cosentino, incluido Francisco Martínez-Cosentino, un presunto delito de homicidio imprudente y lesiones. En 2017, una sentencia de la Audiencia Provincial de Vizcaya consideró probado que Cosentino informó insuficientemente a marmolistas que contrajeron silicosis. Martínez-Cosentino fue absuelto porque la falta de lesiones había prescrito.
Este nuevo reconocimiento al empresario se produce antes de que se haya tramitado diligencia alguna por esa querella. Algunos de estos extrabajadores y otros afectados de la Asociación de Afectados y Enfermos de Silicosis (ANAES) han mostrado este jueves su “indignación” por el reconocimiento, y han anunciado se plantean realizar una protesta previa al acto de entrega, el próximo 28 de febrero.
Por su parte, Martínez-Cosentino se ha declarado “orgulloso” de esta distinción, otra más en una larga lista de premios y reconocimientos que acumula: la medalla de oro al Mérito en el Trabajo (entregada por Rajoy en 2016), la Medalla de Plata de Andalucía otorgada por la Junta de Andalucía, la Medalla de Oro de la provincia por la Diputación de Almería, la Medalla de Oro del Consejo Superior de la Cámara Nacional de Negocio y el Premio Nacional de Innovación y de Diseño otorgado por el Ministerio de Economía, entre otras.
Es el gran empresario almeriense: patrocina eventos deportivos y colabora con la Universidad. Hace apenas un par de meses, el Puerto de Almería aprobó un “reconocimiento” por apoyar el establecimiento de dos líneas regulares de transporte de contenedores. Es una pequeña muestra de su enorme peso. Gran parte de la influencia y los premios se deben a un aglomerado de cuarzo, al que Cosentino dio un nombre propio: Silestone.
La historia de Cosentino: del fracaso del marmolestone al boom del Silestone
Cosentino empezó a comercializar las encimeras de Silestone en pleno boom inmobiliario. Cuentan quienes conocen la historia de cerca que su hallazgo y desarrollo fue casi una casualidad. Cosentino había apostado por un producto a base de los deshechos de las tablas de mármol, el marmolestone, y había adquirido la línea de producción para fabricarlo con cuantiosas ayudas públicas. Pero aquello no funcionaba. El marmolestone se manchaba, el brillo no gustaba y no se trabajaba con facilidad. “Una ruina”, cuenta alguien que conoció el proceso, bajo condición de anonimato.
El fracaso del marmolestone ponía en serios aprietos a la empresa, que había hecho una fuerte apuesta por su fabricación. Entonces, a alguien se le ocurrió el Silestone: se trataba de sustituir el mármol por sílice y fabricarlo “como si fuera un castillo de arena”, comprimiendo resina de poliéster (en lugar de agua) y sílice en granos de tamaño cada vez más reducido, para tapar todos los huecos. El problema es que el Silestone, o aglomerado de cuarzo, tiene en torno al 90% de sílice y cristobalita, un material cuyo polvo inhalado genera silicosis en poco tiempo. Cosentino aplicó las líneas del marmolestone al Silestone.
Para el consumidor, el producto resultó muy atractivo. Frente a las tradicionales de granito o piedra natural, las encimeras de Silestone ofrecen una “dureza extrema” frente al desgaste diario e “infinitas posibilidades de colores”, según Cosentino, que las fabrica en exclusiva. Durante años, el Silestone se instaló en las cocinas de cientos de nuevas promociones, especialmente el blanco Zeus, el producto estrella. Fue una moda imparable, y aún hoy sigue siendo un producto cuya demanda crece cada año.
A lomos del aglomerado de cuarzo, Grupo Cosentino se convirtió en un gigante empresarial, con un momento cumbre: en 2005, Dennis Rodman anunció el Silestone en el intermedio de la final de la Superbowl. En apenas 15 años, Cosentino había pasado de ser una marmolería importante en la llamada comarca del mármol a una multinacional que vende en más de 80 países el producto que elabora en Cantoria (Almería). Cindy Crawford, Dabiz Muñoz y Rafa Nadal son embajadores de las marcas de Cosentino, que ha puesto Silestone en el nuevo Wembley, en la Torre Agbar o en la T4 de Barajas.
Más de 4.000 empleados en todo el mundo
En 2017, el grupo Cosentino facturó 901 millones de euros, con un beneficio neto de 57 millones de euros, un 33% más que en 2016. El grupo es, también, un formidable generador de empleo. Actualmente emplea a 4.036 personas, según su web, unas 1.500 de ellas en su sede central de Cantoria. Es el gran empleador de una comarca, Valle del Almanzora, gravemente afectada por crisis inmobiliaria y muy dependiente del mármol y, especialmente, de esta gran empresa, que salió reforzada de la crisis gracias a su fulgurante expansión internacional. Cada poco tiempo abre una nueva sucursal o center: solo en los últimos seis meses ha inaugurado al menos en Salt Lake City (Estados Unidos), Estocolmo (Suecia), Lisboa (Portugal), Vancouver (Canadá), Ciudad Juárez (México) y Parzniew (Polonia).
Mientras su empresa sigue creciendo, Martínez-Cosentino acumula parabienes, menciones honoríficas e influencia. Aunque se suele señalar su sintonía con el PSOE, ha recogido premios tanto de manos de Rajoy como de Susana Díaz, e incluso del Rey Felipe.
Pocas semanas antes de iniciarse la campaña para las andaluzas, Susana Díaz visitó las instalaciones de Cantoria, donde dijo que Cosentino era “pilar” y “punta de lanza” de la economía andaluza. Ahora llega el reconocimiento del nuevo gobierno de Juan Manuel Moreno. Dicen quienes lo conocen que la aspiración de Martínez-Cosentino es que su empresa cotice pronto en el IBEX-35. En las altas esferas de poder se valora mucho al empresario que desde Cantoria se inventó una multinacional, aunque ahora esté cuestionada.