4.000 alegaciones para frenar la construcción de un hotel en pleno Cabo de Gata
La rehabilitación de un cortijo junto a la playa protegida de Los Genoveses, en Almería, para convertirlo en un hotel de lujo, se ha encontrado con la oposición de ecologistas y asociaciones. El proyecto, que recibió el respaldo del Ayuntamiento de Níjar el pasado mes de julio, cuando el equipo de Gobierno aprobó el expediente que permite su construcción, ha recibido casi 4.000 alegaciones en contra, que se suman a más de 260.000 firmas recogidas en la plataforma Change.org.
Los conservacionistas han elevado miles de escritos al Consistorio para impedir que se le otorgue la condición de interés social y la utilidad pública que permitirían sortear la protección especial con la que cuenta el terreno sobre el que se quiere levantar el hotel. Mientras el Ayuntamiento de Níjar insiste en que cuenta con todos los informes favorables y que no permitir la obra sería “prevaricar”, los ecologistas confían en pararla.
El proyecto, promovido por Torres y González Díaz S.L., plantea la rehabilitación del cortijo “Las Chiqueras” y la construcción de un hotel de lujo de 30 habitaciones a apenas 900 metros de la playa de Los Genoveses, en el Cabo de Gata de Almería. Pero el escollo principal, según asociaciones como el Grupo Ecologista Mediterráneo, es que se quiere levantar en una zona cuya protección ambiental se vería dañada.
En concreto, las casi 4.000 alegaciones presentadas ante el Consistorio van en la misma línea: como el terreno está clasificado como C1 dentro del Plan de Ordenación de los Recursos Naturales (PORN), los hoteles, aunque no están prohibidos expresamente, sí aparecen como incompatibles con este tipo de suelo. Suelo considerado rústico, pero sobre el que se quiere actuar alegando que tiene interés social y utilidad pública.
Más presión de vehículos
De hecho, el pasado mes de julio el Ayuntamiento ya aprobó el expediente que permite la construcción del hotel por parte de la promotora, alegando que incluso la Junta de Andalucía dio el visto bueno medioambiental hace un año. Sin embargo, los ecologistas recuerdan que la flora y la fauna del entorno se pueden ver perjudicados por la construcción de un alojamiento turístico que agitará la vida de la zona.
La cuestión principal que señalan es la protección del terreno, calificado como C1 y que por el plan de ordenación sería incompatible con el hotel. Pero también apuntan a que hay especies protegidas como el jekelius punctatolineatus, un escarabajo en peligro de extinción, que podría perder su hábitat natural. Al respecto, recuerdan que desde hace ya varios años es necesario pagar por acceder a la playa precisamente para evitar que el turismo masivo dañe el entorno natural de Los Genoveses. El nuevo hotel incluiría 70 plazas de aparcamiento más, lo que, según los ecologistas, implica aumentar en un 32% la presión de vehículos en este entorno natural.
“Por ejemplo, en el caso de las aves esteparias, si están en decadencia y cada vez se observan menos, primero habría que plantearse a qué se debe el declive, que evidentemente está relacionado con la excesiva presencia humana, y tomar medidas para que estas aves vuelvan, en vez de instalar un hotel que lo impedirá definitivamente, y recordamos que según el PRUG, ”en ningún caso la ampliación puede suponer un deterioro ambiental del entorno“”, señalan los ecologistas en una de las alegaciones.
Desde el Consistorio recuerdan que ya existe una edificación, que es el cortijo que se quiere convertir en hotel, pero los conservacionistas aluden a las diferencias en cuanto a la infraestructura relacionada: “Al ser una instalación agropecuaria, hasta la fecha no ha necesitado agua corriente y conexión con el alcantarillado, pero al pretender convertirse en hotel, sí lo necesitará, y para ello, pretende meter las conducciones en un camino, que no se sabe si es público o privado, ya que el Ayuntamiento de Níjar en su día manifestó que se trataba de un camino público”.
Cuatro plazas hoteleras por habitante
Por otro lado, dudan de la buena fe de la promotora, puesto que en 2012 recibió el respaldo consistorial para rehabilitar la conocida como Fábrica de Crin Vegetal. Aunque la rehabilitación contemplaba la puesta en marcha de un museo tradicional, lo cierto es que hoy en día el inmueble aparece publicitado como un restaurante que sirve como escenario para la celebración de bodas y eventos. Así viene recogido en su página web.
Los ecologistas tampoco ven la utilidad pública del proyecto porque las plazas hoteleras del entorno ya son, según su criterio, muy numerosas. En el entorno de la Playa de los Genoveses, que comprende las pedanías de San José, La Isleta y La Fabriquilla, viven actualmente 1.133 personas, mientras que las plazas hoteleras alcanzan las 4.833, que serían 30 más en el momento en el que este hotel abriese sus puertas.
“Cuestionamos la importancia que se da al beneficio económico de unos pocos, lo que no es de interés público y social, y la poca atención que se presta al mantenimiento del ecosistema, que es la razón por la cual existe este parque natural y que es la que fija población y mantiene a las familias que lo habitan”, apuntan los ecologistas en sus alegaciones.
“Aunque parece que en los últimos tiempos el número de residentes se ha estabilizado, desde su declaración como Parque la población ha aumentado considerablemente, muy por encima del crecimiento vegetativo, lo que indica un proceso migratorio considerable, es decir, la mayoría de los residentes no han nacido en el Parque, y seguramente tampoco en el municipio de Níjar”. O lo que es lo mismo, la presión humana sobre este entorno natural está siendo cada vez más elevada.
Con todo ello, también se ve afectada severamente la imagen que tiene la costa almeriense y en concreto la del Cabo de Gata por proyectos como este o la situación del Hotel del Algarrobico. Para los ecologistas, “cualquier medida que afecte a este espacio, tiene una importante repercusión mediática, solamente un trámite legal, como la admisión a trámite del proyecto fue recogida en los medios más importantes del país, y existe un amplio clamor ciudadano en contra de la ejecución del proyecto”.
En definitiva, pretenden seguir presionando para que el hotel nunca llegue a ser una realidad. Mientras, el Ayuntamiento de Níjar insiste en que se cumple con todos los permisos e informes preceptivos y que no llevar a cabo el proyecto podría implicar una irregularidad o incluso la “prevaricación”. De ahí que las alegaciones presentadas, que son en total casi 4.000, puedan ser el único medio para que se frene la construcción de este establecimiento hotelero.
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