EMPLEO
Andalucía ha perdido 1.200 enfermeras en el último año
La sanidad andaluza se apunta un nuevo dato que genera controversia: según el Consejo Andaluz de Enfermería (CAE), Andalucía ha perdido 1.185 enfermas en el último año, justo tras lo peor de la pandemia de la Covid-19. Una cifra que se obtiene sumando el total de las bajas notificadas en los colegios provinciales y que, según el CAE, evidencia una “fuga de talento” que el Servicio Andaluz de Salud (SAS) niega al menos en cuanto a la sanidad pública. Según fuentes oficiales, Andalucía no solo no ha perdido profesionales de esta categoría, sino que ha experimentado un fuerte incremento desde 2018.
Los números del CAE dibujan una realidad diferente a la que promueve la Junta de Andalucía. Radiografían el adiós de un gran número de profesionales que en el último año han dejado tierras andaluzas, independientemente de si trabajaban para la sanidad pública, la privada o contaban con una clínica propia. De las 1.185 bajas por traslado a otras comunidades autónomas y otros países que se han notificado entre julio de 2021 y julio de 2022, la fuga de enfermeras se ha producido especialmente en Sevilla donde se han marchado 231. Lejos le siguen Cádiz con 185, Málaga con 181, Jaén y Córdoba con 167, Granada con 145 y Almería con 83.
Cabe recordar que una enfermera no puede trabajar en Andalucía si no está colegiada. Por eso, para el Consejo de la enfermería andaluza, esta es la consecuencia de que la región no apuesta por retener a estos trabajadores y lo explica: “Cada comunidad autónoma se encarga de su respectiva sanidad; por esta razón, existen fuertes diferencias dentro de un mismo país. Por ejemplo, el Servicio Vasco de Salud suele pagar hasta 32.000 euros brutos anuales a sus profesionales de Enfermería mientras que en Andalucía esta cifra se sitúa en torno a los 19.000”.
Más allá del salario que perciben, el otro gran problema que detectan desde el consejo es que en tierras andaluzas los contratos son precarios también por duración. “El sector lleva años quejándose de los contratos precarios, la alta temporalidad y la sobrecarga de trabajo”. Vinculaciones por cortos periodos de tiempo hacen que, sobre todo, los profesionales más jóvenes acaben apostando por marcharse de Andalucía en busca de una mejora en sus condiciones laborales. De esta forma, la ratio de enfermeras por paciente en la región la sitúa en el último puesto del país. Mientras que en Navarra, la mejor comunidad en esta estadística, hay 926 profesionales de enfermería por cada 100.000 habitantes, en Andalucía la cifra es prácticamente la mitad con 529. Al mismo tiempo, la media europea también es superior con 827 trabajadores sanitarios de media.
Por provincias, Almería es la que peor panorama tiene con apenas 481 enfermeras por cada 100.000 ciudadanos, siendo Jaén la que mejor está con 611. Por eso, desde el CAE calculan que la región necesita unos 25.000 profesionales en esta categoría para acercarse al menos a la media de la Unión Europea. “La situación actual es consecuencia de la escasa financiación destinada a la sanidad pública y mirar hacia otro lado durante mucho tiempo; eso nos ha dejado este legado histórico en Andalucía. Durante la crisis del año 2008 ya sufrimos una emigración a otros países de unas 10.000 o 15.000 enfermeras”. Ahora, en solo doce meses, el CAE señala que se han perdido casi 1.200 profesionales.
“Mala fama ganada a pulso”
Uno de ellos es José Francisco Ortiz. Con 23 años lleva ya doce meses trabajando en la sanidad catalana. Pese a ser sevillano y haber acabado la carrera en junio de 2021, desde Catalunya se pusieron en contacto con él prácticamente al momento. “Nos llamaron a varios y nos dijeron que nos fuéramos a Barcelona, al Hospital Vall d’Hebron, porque había bastante trabajo y necesitaban a mucha gente”. José Francisco fue uno de los muchos enfermeros andaluces que hizo las maletas y cambió Andalucía por otra comunidad autónoma justo cuando la Junta de Andalucía dejaba escapar a miles de profesionales sanitarios al poner fin a los contratos de refuerzo frente a la Covid-19. “Aunque con la pandemia íbamos a tener trabajo, siempre sabíamos que en cuanto se acabase el verano se acabarían los contratos. Es una mala fama ganada a pulso”. De hecho, fue lo que sucedió cuando, en octubre de 2021, la Consejería de Salud dejó sin renovar a 8.000 sanitarios de diferentes categorías, especialmente del ámbito de la enfermería.
“Yo me fui el 1 de julio de 2021 a Cataluña y desde entonces no he estado nunca en paro, pero amigos míos no hicieron eso, se quedaron en Andalucía y en octubre se tuvieron que venir a Barcelona porque el SAS les echó a la calle, aunque había una promesa de que les iban a mantener porque la situación estaba muy mal y había que prorrogar los contratos”.
“Siempre hay margen de mejora”
A pesar de testimonios como el de José Francisco, la Junta de Andalucía dibuja un escenario diametralmente distinto en la esfera pública. Fuentes de Salud argumentan que “no se puede hablar de fuga de profesionales”. Según sus datos, el total de enfermeras en Andalucía en 2022 es de 38.101, 300 más que el año pasado y 9.422 más que en 2018, cuando había 28.679. “Somos una comunidad que apuesta por el papel de la Enfermería en el sistema sanitario público andaluz y en consonancia, con remunerarlas convenientemente. No nos conformamos y siempre hay margen de mejora, en el que trabajamos intensamente”.
“En la última legislatura se han puesto en marcha medidas para mejorar las condiciones salariales de las enfermeras: destaca el aumento en 150 euros en complementos de todo el personal sanitario A2 (enfermeras, fisios, matronas…) que trabaja en hospitales, con lo que se equipara el sueldo a otras comunidades autónomas, siendo Andalucía la tercera en cuanto a retribución de este colectivo. Además, para los profesionales que trabajan en Atención Primaria de esta categoría se ha aprobado una modificación del valor de las Tarjetas Ajustadas a Edad (TAE) que redunda también en las nóminas”, añaden las fuentes consultadas. Una postura que no comparten los sindicatos sanitarios. CCOO, UGT, CSIF y SATSE coinciden en que la precariedad de las enfermeras hace que muchas se vayan de la comunidad autónoma.
La mayoría, a Cataluña
“Llueve sobre mojado. Cada vez más gente huye del SAS buscando mejores contratos y no solo se van enfermeros, sino de todas las categorías”, dice Antonio Macías de UGT. “El ejemplo más claro lo tenemos en los 12.000 temporales cuyos contratos caducan en diciembre y que no sabemos cómo ni cuántos van a seguir”. José-Pelayo Galindo de CCOO también habla de “migración” cuando se refiere a la marcha de enfermeros de Andalucía. De hecho, según las cifras que manejan en su sindicato, la mayoría acaban yéndose a Catalunya. “La situación de la enfermería es que existe un déficit por población porque se contrata muy poco. Se está captando a muchos profesionales ofreciéndoles mejores vinculaciones que aquí no encuentran. Es esperpéntico que con la necesidad que hay se transmitan dudas sobre los contratos”.
Victorino Girela de CSIF coincide en parte en su análisis con CCOO y UGT, aunque entiende que “la falta de enfermera es común en toda España”. No obstante, le llama la atención que se hayan marchado tantos porque “Andalucía llegó a quedarse sin candidatos en la bolsa y tuvo que recurrir a un listado externo”. Sí cree que ha habido factores que han podido provocar esta fuga, pero no lo achararía “exclusivamente a las condiciones laborales”. Por último, José Sánchez del sindicato SATSE insiste en que se deben hacer “contratos más largos” para “fidelizar” a los profesionales. “Así como mejores condiciones laborales y actualizar la bolsa única para poder contratar en igualdad a las enfermeras”.
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