De Jerez a Ucrania: un “apabullante” Lorca de nueve metros para “no olvidar las consecuencias de la guerra”
Algo ha pasado en el Instituto Público Alvar Núñez de Jerez de la Frontera. Una imagen de Federico García Lorca de nueve metros preside el patio central. Y un grupo de alumnos circulan por el centro con unas camisetas que lucen en su parte delantera un triángulo azul y la letra S, y a la espalda, una frase: “El pueblo que olvida su historia está condenado a repetirla”. El triángulo es aquel que llevaban los republicanos españoles en el campo de concentración nazi de Mauthausen. Y el fotomural de Lorca es un trabajo del fotógrafo jerezano Juan Carlos Toro. Son los resultados visibles de unas jornadas de historia que llevan por título Los desastres de la guerra con los que este instituto quiere profundizar en un tema tan actual como la guerra en Ucrania. Y para ello lo han llevado a lo vivido en la Guerra Civil española y la situación por la que pasaron los republicanos que tuvieron que refugiarse en el exilio.
“Hemos enlazado esta historia con lo de Ucrania, aunque no sea igual. En mi clase somos muy curiosos y hablamos de historia y de política sin pelos en la lengua. Estamos en un ambiente sin pudor y hay que dar las gracias al Instituto que ha permitido hacer este proyecto”, subraya Carla, alumna de Segundo de Bachillerato, una de las estudiantes que han hecho un trabajo de la mano del departamento de Filosofía y Geografía e Historia. En este departamento, el profesor Bartolomé Benítez ha capitaneado estas jornadas con una idea muy clara: “Queremos darles instrumentos y armas a los alumnos para tener criterio al enfrentarse a la realidad. No solo nos dedicamos a hacer exámenes. Tenemos la necesidad de dar respuesta a la guerra que está en las puertas de Europa. Queríamos insistir en el paralelismo de las guerras y si ahora convivimos con imágenes de refugiados de Ucrania, hay que resaltar que también las hemos tenido dentro de nuestra propia historia con la represión franquista y el exilio republicano”.
¿Y por qué Lorca? Porque “Lorca es un gran símbolo de la represión. Su figura sirve para explicar cómo las dictaduras cortan la creación, van contra los diferentes como él, por ser homosexual. Lo hemos recogido en un mural de casi nueve metros y tiene una presencia apabullante”, reconoce Bartolomé Benítez. En las jornadas también se ha hablado de los jerezanos que acabaron en el campo de concentración de Mauthausen y han contado con la presencia de una refugiada de Afganistán que ha contado su propia experiencia para salir de su país.
Un “apabullante” mural
La imagen del Lorca, que se quedará “hasta que se caiga”, es obra del fotógrafo Juan Carlos Toro que había acudido recientemente a este centro a dar una charla sobre fotoperiodismo y, al conocer la intención de organizar estas jornadas, propuso la elaboración de un fotomural. Inicialmente su idea era algo a menor escala para que el alumnado realizara una manualidad, pero presentó una maqueta al Instituto con la idea de mostrar a Lorca como un símbolo contra el olvido y fue bien recibida.
Toro ya tenía experiencia en fotomurales de gran calibre por exposiciones en Jerez, Madrid o Córdoba. Antes fueron figuras como el cantaor jerezano El Torta que aparecía en fachadas de la ciudad y ahora es Lorca quien será un referente para los niños y niñas. “Mi proyecto va unido al programa educativo y me ha gustado que se trate el tema así. Cuando yo era estudiante y llegaba la Guerra Civil, no se hablaba claramente sobre ello, se pasaba por encima. Me alegro de que muchos años después se hable con libertad porque es muy necesario que no se trate como algo tabú. En estos tiempos de guerra es importante recordar las consecuencias que tuvo todo aquello”, explica el fotógrafo.
Pensamiento crítico
A las camisetas, la enorme foto y los debates se suman los paseos por Jerez que ha realizado los alumnos “para explicar la memoria histórica”. Y al final, han salido de sus aulas para contárselo a otros: “En Historia de España estamos dando la Guerra Civil y hemos hecho unos paneles con información sobre los exilios que se produjeron y cómo muchos españoles y concretamente jerezanos acabaron en campos de concentración nazis. Un grupo de voluntarios de mi clase nos hemos ofrecido y se lo hemos explicado a compañeros de 1º de Bachillerato y de 4º de la ESO para que tuvieran una idea de lo que sucedió”.
Porque lo importante, para su profesor, es que vean los desastres de la guerra en un contexto cercano. “La idea es que ellos piensen y sean críticos. Que vean que la línea va desde guerras más cercanas como la Civil a alguna más o menos lejana como la Ucrania. Son reflexiones que deben hacer a la hora de mirar el mundo”.
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