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OPINIÓN | Aldama, bomba de racimo, por Antón Losada

El PSOE también gana en Andalucía y Cs se convierte en segunda fuerza

La participación alcanza el 38,93% en Andalucía a las 14 horas, un 1,33% más que en 2016

Lucrecia Hevia

Los resultados del 2 de diciembre con los que PP y Ciudadanos formó Gobierno en Andalucía gracias al apoyo del partido de extrema derecha Vox han hecho reaccionar al electorado andaluz que le ha dado la victoria al PSOE también en Andalucía, y ha logrado que la izquierda (aunque por poco) sume más votos que el bloque de derechas en la comunidad autónoma. Porque el planteamiento de bloques que se inauguró con los comicios andaluces, se ha mantenido y acentuado en estas elecciones generales. Así, el bloque electoral de izquierdas ha logrado su objetivo de revalidar el Gobierno de Pedro Sánchez con la posibilidad de respaldo de otras fuerzas políticas como Unidas Podemos, y lo ha hecho con la ayuda de los votos andaluces.

Al mismo tiempo, la cita electoral ha provocado importantes cambios en los equilibrios del bloque de las derechas que cogobiernan en Andalucía. El PP, partido del actual presidente del Gobierno de la Junta, ha recibido una importante bofetada traducida en pérdida de votos y escaños, mientras que el Ciudadanos de Juan Marín se ha convertido en la segunda fuerza de la comunidad autónoma con empate en escaño con los populares pero con más de 20.000 votos de diferencia a favor de los naranjas. De camino, Vox, cuyas espectativas eran tan altas que sus 24 diputados le han sabido a poco,en el caso de Andalucía ha resultado reforzado y sigue aumentando apoyos en la comunidad.

El reparto de escaños

Un total de 6.316.964 millones de andaluces y andaluzas han sido llamados a votar este domingo, según el censo del Ministerio del Interior. Cuando hace cinco meses votaron 3.691.859 de personas en las elecciones autonómicas, este domingo lo han hecho 400.000 personas más, superando los 4,3 millones de ciudadanos en la comunidad que han elegido nada menos que 61 diputados al Congreso de los Diputados. con un récord de participación de los más altos de la historia: un 73,27%, bien lejos del 58 por ciento de participación en las elecciones autonómicas. Y de nuevo, como viene siendo habitual en España y en Andalucía, la alta participación ha beneficiado a la izquierda. Este ha sido el reparto de escaños y votos por partidos en Andalucía, un reparto que ha reproducido casi a escala autonómica los resultados nacionales con algunas salvedades significativas con implicaciones en el día a día político de la región.

El PSOE ha pasado del 1.009.243 del 2 de diciembre a 1.393.000 votos; de casi un 28% de los votos, ha subido a un 34%. Y respecto a las últimas generales de 2016, sube 3 puntos de representación en el Congreso. Los socialistas aportarán desde Andalucía 24 escaños frente a los 20 con los que contaba en 2016. Estas son las cifras.

A las lecturas en clave de Gobierno de la victoria del PSOE se sumarán las lecturas internas. Sin duda, desde Andalucía, Susana Díaz venderá que ha cumplido lo prometido hace unos días a Sánchez (el doble de diputados que el PP) y los de Sánchez presumirán del tirón del candidato y presidente frente a los resultados de la líder andaluzas el 2 de diciembre cuando no tuvo más remedio que salir de San Telmo tras 36 años en el poder y dejar el Gobierno andaluz en manos del PP y Ciudadanos.

Ciudadanos es sin duda uno de los grandes triunfadores de la noche en Andalucía. Ha pasado de ser una fuerza emergente en 2015 ha convertirse en el segundo partido más votado en comunidad autónoma, superando en papeletas al PP con más de 715.000 escrutinios (el 17,66 por ciento) y un empate a diputados (11). Incrementa votos frente a los 659.631 escrutinios de diciembre (18,27 % del voto) y los 578.123 (13,59%) en 2016. Este “sorpasso” al PP en Andalucía plantea algunos cambios en el mapa de equilibrios dentro del cogobierno aunque no parece que vaya a poner en peligro el acuerdo entre ambas fuerzas, que firmaron pacto, con apoyo de Vox, con fuerte voluntad de continuidad. Sin embargo, Marín y los suyos, que estaban quedando algo desdibujados dentro de la difícil tarea de un Gobierno bipartito, reciben con este resultado un espaldarazo significativo.

Por su parte, el PP, que ostenta la presidencia en la Junta de Andalucía con Juan Manuel Moreno Bonilla, tras esta cita electoral ha dejado de ser la segunda fuerza más votada en la comunidad. La debacle de los populares ha arrastrado al PP andaluz y ni la estela del poder ha servido en esta ocasión para evitar quedar en tercer lugar en votos con 729.944 escrutinios, y 11 diputados. Pierde 12 escaños respecto a los resultados de 2016, más de la mitad. En las pasadas elecciones, con mucha menos participación, obtuvo unos 20.000 votos más. Eso sí, en el panorama nacional, el peso de Moreno aumenta por su cargo como presidente de una de las comunidades autónomas más grandes de España y por ser de las pocas en las que gobiernan los populares.

Unidas Podemos ha logrado colocar 9 diputados desde Andalucía con 608.397 papeletas (un 14,27%), perdiendo dos escaños respecto a 2016, cuando se hicieron con el 18%del escrutinio. El pasado 2 de diciembre, cuando concurrió también en confluencia bajo el nombre Adelante Andalucía, sumó 584.040 papeletas.

Aún así, en el contexto nacional, UP ha conseguido salvar los muebles en la región. Con nueve escaños, la comunidad autónoma es la que más ha aportado a la coalición de Pablo Iglesias y ha logrado amortiguar el golpe que sufrió en las elecciones autonómicas. Un golpe que esperaban peor. Por eso, aunque sus líderes reconocen que no es un buen resultado sí están satisfechos porque se han conseguido frenar las expectativas de la ultraderecha con su irrupción por el sur

Vox, el partido de extrema derecha liderado por Serrano, ha logrado mejorar sus resultados de hace cinco meses sumando 200.000 votantes más y llevando al congreso 6 diputados desde la comunidad autónoma superando los 560.000 votantes. La fuerza de extrema derecha se ha visto reforzada en estas elecciones generales en la comunidad autónoma y aportará el 25 por ciento de los escaños a su partido en el Congreso. La incógnita ahora es cuál será la medida de esa fuerza obtenida y si aumentarán la presión sobre el cogobierno andaluz a la hora de la próxima cita parlamentaria fundamental: los presupuestos de la comunidad. Porque la vía andaluza (alianza entre PP, Cs y Vox) ha quedado en vía muerta en esta cita electoral. Quizás por eso, el propio Serrano ha pedido “paciencia” para el logro de sus objetivos.

El bloque de las derechas ha quedado pues revuelto tras estos resultados, con cambios significativos en el equilibrio de fuerzas mientras el PSOE recupera el pulso en una comunidad donde ha estado gobernando históricamente desde la llegada de la democracia. Lo que está por ver aún es si esos cambios supondrán una desestabilización del cogobierno de Moreno-Marín, si Vox apretará pero no ahogará, y si el, bloque a la izquierda mantiene esa mayoría por la mínima y le saca partido en a cita electoral municipal.

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