Los ‘men in black’ de la aceituna negra española: Trump envía inspectores a Sevilla para estudiar la industria olivarera
Confiados, pero prudentes. Los empresarios del sector de la aceituna que han sido seguidos muy de cerca por enviados del gobierno de Estados Unidos para comprobar de qué forma trabajan y como consiguen ayudas oficiales, se muestran seguros de que el gabinete de Trump tendrá que echar marcha atrás y serán eliminados los aranceles con los que se grava ahora con hasta casi un 22 % la entrada de aceituna negra en suelo estadounidense.
Tras casi un mes de revisiones de arriba abajo en las tres empresas sevillanas que han sido investigadas, Ángel Camacho, Aceitunas Gualdaquivir (ambas de Morón de la Frontera) y Agro Sevilla, de La Roda de Andalucía, el presidente de esta última, Gabriel Redondo, confía en el resultado “positivo” de la visita, aunque con la prudencia de saber que no han sido visitados precisamente por amigos.
Para Redondo, el único de los tres representantes de las empresas que se han pronunciado hasta ahora, es buena noticia que los “verificadores estadounidenses han felicitado a Agro Sevilla por la colaboración en la investigación y han validado los informes que ha aportado en este procedimiento judicial”.
Por ello, confía en que todo se vaya normalizando, sobre todo para recuperar la normalidad y los clientes de destino de la compañía. Los datos hablan por sí solos: Actualmente, Agro Sevilla integra a 11 cooperativas y a más de 4.000 agricultores asociados, y llega a alcanzar una producción anual de más de 80.000 toneladas de aceitunas. Exporta aceitunas a más de 70 países alrededor del mundo.
Con esas cifras, “la investigación está pasando factura, ya que de forma transitoria está perdiendo clientes por los aranceles provisionales del 22 %, pero confiamos en ganar esta batalla comercial, cuyo dictamen definitivo se prevé para este verano”, además de lanzar un mensaje de tranquilidad a los trabajadores y a la población en general. Sólo en la Roda, el 5 % del empleo local depende de esta fábrica, por lo que su máximo responsable apunta que “tenemos expectativas de poder ganar y de que se normalice la situación, con los que quiero manifestar tranquilidad a los trabajadores y a la población, ya que esto es una crisis como tantas otras hemos tenido, pero no es una ruptura”.
Por último, vaticina que “sufriremos unos meses de caída de la producción, pero nos recuperaremos”, con lo que espera que todo sea un mal sueño que se supere según pasen los meses.
“Confiamos en que todo salga bien”
A falta de saber qué ocurre con el dictamen final de la investigación de los “hombres de negro”, como se conoce en el sector a los enviados por Trump para revisar la situación de las empresas, el sector ha recibido apoyos sin fisuras por parte de todos los partidos políticos y administraciones. El último ha sido el del delegado territorial de Medio Ambiente en Sevilla, José Losada Fernández, que en una visita a las propias instalaciones de Agro Sevilla se ha mostrado confiado en que “van por muy buen camino”, las gestiones, destacando la colaboración mutua con las dos administraciones, Junta de Andalucía y Ayuntamiento, y con la propia empresa, uniendo a ello la labor de los propios agricultores.
De hecho, el delegado sostiene que la vida en la fábrica sigue, así como las inversiones para mejorar su trabajo de cara al futuro, destacando el el proyecto de puesta en marcha de un evaporador de los fluidos, con una inversión de más de tres millones de euros.
“Se trata de una actuación para evitar que las sustancias sobrantes de la cooperativa vayan a una balsa que puede resultar contaminante, que llegará a evaporar el doble con la mitad de energía que utilizan ahora”, señala el delegado, mientras el responsable de la fábrica indica que “aquí tenemos la aceituna con la mejor cualidad medioambiental y así hay que hacérselo ver a los norteamericanos”.
Descenso de las exportaciones
Mientras los empresarios y trabajadores esperan saber qué han decidido los “hombres de negro”, la aceituna comienza a sufrir los efectos de los aranceles. Según los datos de Asemesa, la principal patronal del sector, las exportaciones descendieron en 2017 un 7,25 %, comercializándose 308,4 millones de kilos frente a los 332,4 del año anterior.
En el análisis por zonas geográficas, el desglose indica que Unión Europea recibió 131,4 millones de kilos (-13,8 %); Norteamérica 87,9 (-6 %); Países Árabes 30,4 (-1,22 %); Países del Este y Balcánicos 27,4 (+4,75 %); Centro y Sudamérica 12,5 (+12,7 %); Otros 18,8 (+1,62 %).
En el ranking de países, EEUU sigue siendo el primero con 73,7 millones de kilos, aunque las exportaciones a dicho mercado disminuyeron un 7 %, seguido de Italia 33,4 (+18 %), Francia 23,9 (-1,2 %), Alemania 20,5 (-27,2 %), Rusia 17,8 (+1,8 %), Arabia Saudí 17,3 (-4,10 %), Portugal 12,8 (-22,1 %) y Reino Unido 11,7 (-25,6 %) como principales mercados.
No se han producido grandes cambios en las grandes áreas de destino, que siguen siendo la UE, a la que se exportó el 42,6 %, Norteamérica 28,5 %, Países Árabes 9,8 %, Países del Este y Balcánicos 8,9 % y Centro y Sudamérica 4,0 %.