La vicepresidenta Ribera carga contra el “cinismo” de Moreno con Doñana: “Ya no se puede esconder ni ante la NASA”
La tensión política en relación con Doñana no tiene visos de que vaya a relajarse, ni por mucho que el presidente andaluz, Juan Manuel Moreno, haya vuelto a retrasar hasta después de las elecciones del 23J la tramitación de la ley que su partido, el PP, impulsa junto a Vox en el Parlamento andaluz para indultar regadíos en el entorno de este enclave natural. Buena muestra de que el hacha de guerra no hay quien la entierre la ha dado la vicepresidenta tercera del Gobierno y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera (PSOE), que ha cargado con todo contra Moreno, al que ha puesto como “quintaesencia del cinismo” en relación con el parque nacional y le ha acusado de “ignorar a los científicos para ponerse a tocar las castañuelas”. “Ya no se puede esconder ni ante la NASA”, ha apostillado, lo que ha tenido una réplica inicial desde el PP por medio de su portavoz parlamentario, Toni Martín, que ha tildado a Ribera de “faltona de libro, de su boca es difícil que no salgan insultos contra el presidente andaluz”.
En este ambiente tan alejado del consenso que después cada administración reclama para proteger Doñana, Teresa Ribera se ha plantado en Sevilla para inaugurar el Climate Action Sevilla Summit, que se presenta como el gran foro del sur de Europa sobre acción climática y sostenibilidad. Casi a la vez que organizaciones ecologistas han entregado a la Comisión Europea 260.000 firmas en contra de la proposición de ley de PP y Vox, y preguntada precisamente sobre esta iniciativa, la vicepresidenta ha sacado la artillería acusando a Moreno de ser “la quintaesencia del cinismo con respecto a Doñana”, una cuestión con la que “me engañó el año pasado” y que por eso ya no cree su palabra al respecto.
La iniciativa legislativa para legalizar un número indeterminado de hectáreas (no hay una cifra oficial, aunque el propio Moreno las ha calculado en unas 700) “ha generado una enorme tensión”, según Ribera, “poniendo en riesgo la viabilidad” del sector de los frutos rojos en Huelva y “perdiendo credibilidad ante las instituciones europeas y ante el mundo, ya no se puede esconder ni ante la NASA”. A su juicio, “todos sabemos” que para poder garantizar la viabilidad de Doñana hay que reducir las presiones sobre Doñana y “generar alternativas” para los agricultores, algo que ha insistido que está haciendo el Gobierno central pero no la Junta de Andalucía.
Hacer caso a la comunidad científica
“Es normal que haya tantas personas, españolas y que no lo son, que estén preocupadas” ante lo que consideran riesgos que se ciernen sobre “una de las catedrales ambientales de Europa”. “En lugar de generar riesgos, amenazas e incertidumbres”, lo que corresponde es actuar pero “no esquilmando el parque o el acuífero, sino generando otro tipo de oportunidades”, y para ello ha instado al presidente andaluz a dejarse de “declaraciones superficiales, poco meditadas, poco pensadas y poco coherentes”. En este sentido, le ha reclamado que haga caso de “lo que le indican la comunidad científica, los investigadores y los expertos, a los que que ignora sistemáticamente para ponerse a tocar las castañuelas”.
El reproche al Ejecutivo andaluz no se ha quedado sólo en la cuestión de Doñana, sino que también lo ha extendido a todo lo relacionado con la política hidráulica, motivo constante de choque político pese a que el Gobierno central “ha respondido siempre cuando se le ha pedido ayuda en materia de agua”. Tras enumerar actuaciones en todas las provincias andaluzas, ha incidido en que “todavía estoy esperando que la señora Carmen Crespo [consejera de Agricultura y con las competencias hidráulicas] nos proponga un plan de inversión real para resolver los problemas y los desafíos de agua en Andalucía”.
En paralelo, ha criticado la “desfachatez” de una Junta andaluza que hace “dejación de funciones” al reducir sus ingresos con un ahorro fiscal a “las personas, familias y empresas más ricas” para, a renglón seguido, “venir a clamar que otro me resuelva los problemas que yo no he sido capaz ni siquiera de diagnosticar correctamente”. Por ello, y en relación con el plan que el Gobierno andaluz reclama al central para mitigar la sequía, Ribera ha asegurado que a eso ya se le ha dicho que sí y que, de hecho, hay 1.200 millones de euros en ejecución. “Está muy bien pedir lo que ya se tiene, eso es una garantía de éxito”, ha ironizado, al tiempo que ha puesto el foco en que “está por ver qué es lo que va a hacer la Junta de Andalucía en sus competencias y con cargo a su presupuesto”.
8