Susana Díaz y Teresa Rodríguez, juntas en el rechazo a la violencia machista pero distanciadas en las políticas de igualdad
Los dos partidos que más aluden a la amenaza de la ultraderecha en la campaña de las elecciones andaluzas del 2 de diciembre son el PSOE y la coalición Adelante Andalucía (Podemos-IU), sabedoras de que los votos a Vox restan fuerza a PP y Cs. Teresa Rodríguez, candidata de Adelante a la Presidencia de la Junta, ha participado este domingo en Cádiz en la manifestación de mujeres por el día internacional de lucha contra la violencia de género. Frente al Ayuntamiento gaditano, Rodríguez ha dicho que “el feminismo es la barrera contra la extrema derecha”. La presidenta de la Junta y candidata socialista a la reelección, Susana Díaz, también ha esgrimido la bandera del feminismo, aunque lo ha hecho en un encuentro con mujeres del partido en Granada.
El feminismo y la lucha por la igualdad entre mujeres y hombres que comparten las formaciones de izquierdas, también es un factor de división entre el PSOE de Susana Díaz y la coalición Adelante Andalucía. En esta legislatura se han aprobado en el Parlamento dos leyes que buscaban reforzar los derechos de las mujeres: la Ley contra la Violencia de Género, que logró el voto unánime de todos los partidos; y la reforma de la Ley de Igualdad, que el Gobierno de Díaz sacó adelante con los votos de PP y Cs, y el rechazo palmario de Podemos e IU. Los partidos de izquierda logran el consenso en materia de protección y seguridad de las mujeres, pero no sobre el reconocimiento y la ampliación de derechos sociales.
“Izquierda inútil” versus “feminismo de moqueta”
Susana Díaz y Teresa Rodríguez se definen como feministas y defienden políticas feministas, frente a los candidatos de PP y Ciudadanos que evitan enmarcarse en este movimiento. “Ni machismo ni feminismo”, dice la portavoz del partido naranja y líder de la oposición en Catalunya, Inés Arrimadas, que está haciendo una campaña intensa para las andaluzas.
Los populares tampoco hablan de feminismo y, en ocasiones, hablan de forma peyorativa de la “ideología de género”, por ejemplo, cuando critican la política educativa de la Junta contraria a la segregación de las aulas por sexos. Este domingo, el candidato del PP, Juanma Moreno, se ha hecho una foto con su equipo frente a una señal de tráfico (simulada) en forma de corazón, donde podía leerse “No a la violencia machista”.
El feminismo de Díaz y Rodríguez no siempre les une, a veces les enfrenta de forma visceral. El debate parlamentario sobre la reforma de la Ley de Igualdad de 2007 puso de manifiesto ese enfrentamiento. La presidenta de la Junta acusó a Podemos e IU de practicar “una izquierda inútil y ciega”, “incapaz de apoyar una ley que defiende la igualdad para las mujeres ”por su odio al PSOE“. La líder morada reprochó a los socialistas que practiquen ”un feminismo de moqueta que no cambia la vida de las mujeres reales“. ”Vuestro feminismo es para vosotras, para seguir viviendo del cuento. A hacer puñetas los lavados de cara. Con nosotras no“, dijo.
Podemos e IU votaron contra la reforma de la Ley de Igualdad -un proyecto que inicialmente partió de la coalición de izquierdas en el mandato anterior- porque “se quedó muy corta” en sus ambiciones. Rodríguez y el líder andaluz de IU, Antonio Maíllo, acusaron a Susana Díaz de haber vaciado el contenido de la ley que pactaron con ellos cuando formaban parte del Gobierno para “contentar a sus nuevos socios de Ciudadanos”. “Han sacado adelante esta ley con los votos de la derecha”, dijeron. “Se han desmarcado de una ley fundamental en políticas feministas”, respondieron los socialistas.
El rechazo a esta nueva Ley de Igualdad, la última que aprobó el Parlamento en esta legislatura antes de que Díaz convocase el adelanto electoral, es algo que Teresa Rodríguez explica en todos sus mítines de campaña. La gaditana ha recordado este domingo que los socialistas votaron contra una enmienda de su partido para que las mujeres pudieran abortar en hospitales públicos, y no en clínicas privadas concertadas. Rodríguez recordó que en algunas provincias, como Jaén, no existe esta prestación y las mujeres se tienen que ir a Málaga o Granada a abortar.
El otro asunto capital en el debate feminista es el de la prostitución. También aquí hay división entre el PSOE, que se muestra abiertamente abolicionista, y Podemos donde hay división interna al respecto. El programa de Adelante Andalucía recoge esa indefinición, a pesar de que IU siempre ha defendido sin tapujos en sus programas electorales la abolición de la prostitución.
Precariedad
La candidata de Adelante Andalucía también marcó distancias con las políticas de igualdad del PSOE al exigir que se acabe con “la precariedad de servicios subcontratados por la Junta”, como los comedores escolares o las monitoras de educación especial. “Durante tres años y medio se han negado reiteradamente a eliminar contratos públicos con empresas que explotan a nuestras madres y hermanas”, dijo. Una de las propuestas estrella de campaña de Adelante Andalucía consiste, precisamente, en condicionar las ayudas públicas a empresas a que éstas cumplan el convenio colectivo y eviten la brecha salarial entre trabajadores y trabajadoras.
Así lo defendieron Rodríguez y Maíllo en la visita a la cooperativa agrícola San Isidro Labrador, en El Ejido, que en teoría se distinguía precisamente por respetar el convenio. Ambos dirigentes hicieron una visita a la empresa hortofrutícola -con alrededor de 250 empleados- guiados por su gerente. Sin embargo, cuatro empleadas y un trabajador de la factoría consultados por este periódico admitieron que había una diferencia de “casi un euro” entre el sueldo de las mujeres y el de los hombres, dentro de la misma categoría laboral. Ellas cobran 5,96 euros la hora (más de 40 horas a la semana, aunque por las extras cobran más) y ellos perciben algo más por hora. Tanto Rodríguez como Maíllo se mostraron muy sorprendidos al conocer este dato después de abandonar la cooperativa.
Contra Casado
Rodríguez y Díaz también han dedicado el décimo día de campaña a condenar la violencia machista y a exponer sus políticas de contención contra esta “lacra social”. La socialista, en Granada, y la líder de Podemos, en Cádiz, han cargado duramente contra el discurso que el día anterior pronunció Pablo Casado en la capital granadina. El presidente nacional del PP radicalizó el discurso atenuado de su candidato en materia de inmigración, asegurando que “si a España vienen inmigrantes sin respetar nuestras costumbres se han equivocado de país”.
Teresa Rodríguez ha llegado a la manifestación del 25N ante el Ayuntamiento de Cádiz, donde ha coincidido con la ex alcaldesa popular, Teófila Martínez. “Hoy estoy muy enfadada con el PP”, dijo, en referencia a las palabras de Casado. “El primero que tiene que aprender costumbres locales es Casado, que no venga a Andalucía, donde somos fundamentalmente solidarios, a plantar odio y xenofobia. No somos un pueblo racista ni xenófobo”, dijo, tras recordar que dos días antes había muerto una mujer inmigrante embarazada en un naufragio en el Mar de Alborán, “a pocos kilómetros del señor Casado”. Susana Díaz, en un encuentro con mujeres, denunció que “la derecha está asilvestrada y están blanqueando discursos extremistas. Esto es preocupante”.
Dos días antes de la visita de Casado a Granada, el candidato popular en las elecciones andaluzas, Juanma Moreno, había pasado por Almería -la segunda provincia de España con más población extranjera (18%)- poniendo mucho cuidado para que su mensaje en materia de inmigración no compitiese con el discurso xenófobo de Vox. La fuerza de ultraderecha, que en 2015 logró la mitad de diputados que el partido asimalista de Pacma, aspira a entrar en el Parlamento andaluz con un diputado por Almería, según el CIS.
Moreno habló en El Ejido de una “inmigración ordenada” y “ajustada a las necesidades laborales” de Andalucía (en Almería el 40% de la economía depende del sector hortofrutícola, que está sustentado mayoritariamente por marroquíes, subsaharianos y rumanos). La contención del candidato popular venía enmarcada en una reunión con los empresarios locales de la Cámara de Comercio de Almería, que le habían orientado sobre la dependencia de la productividad de sus negocios con la población inmigrante asentada en la zona de invernaderos. Dos días después Casado echó por tierra esa mesura: “Se confunden de país los que quieran disfrutar de las ayudas sociales sin respetar nuestras costumbres. Aquí no hay ablación de clítoris, aquí no se matan los carneros en casa y aquí no hay problema de seguridad ciudadana”, dijo en una plaza céntrica de Granada, rodeado de simpatizantes.
Este doble discurso del PP -más radical el de Casado, más liberal el de Moreno- desprende la preocupación del líder de la oposición en Andalucía por la doble pérdida de votos que le auguran las encuestas: un trasvase de apoyos hacia Ciudadanos y otro hacia Vox, al que las últimas dos encuestas publicadas sitúan con un pie en la Cámara autonómica (entre 0 y 4 escaños).