Los problemas económicos del Centro Lorca alejan la llegada del legado del poeta
A Federico García Lorca la creencia popular dice que lo mataron bajo un olivo en el municipio granadino de Víznar. Un asesinato durante la Guerra Civil por el que su cuerpo, como el propio poeta vaticinó, no ha sido aún encontrado. La búsqueda, que dura décadas, sigue siendo en vano, porque a Federico no lo encuentran. No es lo único del autor de 'Poeta en Nueva York' que aún no descansa en paz. Pues su legado, el que dejó en vida y el que recopilaron después al artista natural de Fuente Vaqueros (Granada), tampoco ha regresado a su tierra natal.
Ochenta años después de la muerte de Federico García Lorca, su nombre sigue estando de actualidad. La Fundación que lleva su nombre y que preside su sobrina Laura, no ha logrado defender el fondo documental del artista como debería porque los problemas económicos en los que se ha visto envuelta siguen poniendo en peligro la integridad de la herencia artística de Lorca por los coqueteos que la propia fundación ha tenido con instituciones extranjeras para llevar parte del mismo fuera de España. Ya que lo que debería ser el espacio que se inauguró en 2015 dedicado a su memoria, el Centro Lorca ubicado en el corazón de Granada, lo único que guarda del poeta es su nombre pues al legado ni se le ve, ni se le espera de momento.
La ciudad sin embargo quiere que el Centro Lorca albergue por fin el legado que ahora mismo descansa en la Residencia de Estudiantes de Madrid. Allí fue donde Lorca se marchó a estudiar, desarrolló parte de su talento e incluso entabló una estrecha relación con Dalí. Pero ese no es el sitio destinado para que estén los cerca de 20.000 documentos recopilados desde 1909 hasta nuestros días relacionados con la figura de Federico García Lorca. Porque precisamente por ello en 2005, la fundación del poeta junto con el Consorcio Lorca en el que participan distintas administraciones públicas (Ministerio de Cultura, Junta de Andalucía, Diputación y Ayuntamiento de Granada) acordaron la construcción del edificio que se encuentra en la Plaza de la Romanilla. Un edificio que debe albergar el legado pero que de momento no lo alberga porque en los años que ha durado la obra ha habido muchos problemas económicos que ahora se tratan de solucionar.
Un Centro Lorca construido entre la polémica
Los problemas de hoy para trasladar el legado hasta Granada proceden directamente de la construcción del Centro Lorca. La Fundación, para la que se construyó el edificio, no ha sido capaz de justificar diferentes partidas presupuestarias tanto de la parte privada como de la parte pública que corresponde al consorcio.
Por un lado, la Fundación Lorca pidió un préstamo de 4 millones de euros a Caixa Bank para poder hacer frente a la construcción del centro. Un préstamo que devolvería a través de las subvenciones recibidas por parte del consorcio y que sin embargo nunca devolvió. La razón es que el que fuera secretario de la fundación, Juan Tomás, admitió haberse llevado ese dinero. Para solucionar esta parte, la fundación llegó a un principio de acuerdo en septiembre por el cual la entidad bancaria se haría con el patrocinio del Centro Lorca durante diez años una vez que el legado llegase a Granada, para así evitar que la Fundación Lorca tenga que pagar el dinero que el exsecretario se había llevado.
Eso por la parte privada pero por la parte pública, la situación no es mucho mejor para la fundación del poeta. La última auditoría sobre esa deuda, de octubre de este mismo año, arroja que la Fundación Lorca tiene aproximadamente 3,8 millones de euros injustificados con el consorcio. Dinero que la fundación había recibido de mano de las administraciones públicas para construir el centro. Una cantidad a la que hay que sumar otros 2,5 millones que se deben a diferentes proveedores que no han recibido su dinero. En total, más de 9 millones de euros de deuda que la fundación debe aclarar para que la llegada del legado al Centro Lorca pueda producirse.
La Abogacía del Estado interviene
Debido a tantos problemas económicos en los que la Fundación Lorca tiene algún tipo de relación, la Abogacía del Estado ha decidido tomar cartas en el asunto. En calidad de asesor del consorcio, pidió a comienzos de noviembre al mismo que rescinda la encomienda de gestión del Centro Lorca a la propia fundación lorquiana. Es decir, que la fundación propietaria del legado del poeta deje de ser quien pueda gestionar el centro tal y como se proyectó hace ahora más de diez años. La Abogacía del Estado dice que de lo contrario, los miembros del Consorcio Lorca, es decir, Ministerio de Cultura, Junta de Andalucía y Diputación y Ayuntamiento de Granada podrían incurrir en “irresponsabilidad jurídica” debido a que la Fundación Federico García Lorca tiene serios problemas económicos sin justificar sobre el propio Centro Lorca.