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Moreno admite que su investidura como presidente andaluz se negocia entre la dirección nacional de PP y Vox

El 'número dos' del PP, Teodoro García Egea, y el candidato del PP andaluz, Juanma Moreno, momentos antes de la sesión constitutiva del Parlamento andaluz de la XI legislatura

Daniel Cela

El nombre del futuro presidente del Gobierno de Andalucía se negocia en Madrid entre las direcciones nacionales de dos partidos -PP y Vox- que buscan extrapolar su alianza andaluza al resto del territorio. Así lo ha explicado el líder regional del PP, Juanma Moreno, al admitir que él mismo no está participando directamente de la “comisión de negociación” con el partido de extrema derecha sobre su investidura como presidente de la Junta. “Yo personalmente no estoy participando de esas conversaciones” que mantiene el secretario general del PP, Teodoro García Egea, con su homólogo en Vox, Javier Ortega Smith, ha aclarado en una entrevista en Onda Cero.

El número dos del PP nacional ha pilotado la negociación con Ciudadanos del pacto programático de Gobierno en Andalucía, que se cerró con un acuerdo sobre 90 medidas y un calendario para aplicar las más urgentes en los primeros 100 días. En este foro, no se ha sentado ningún representante de Vox. García Egea ha tratado directamente con el secretario general de la formación naranja, José Manuel Villegas, y la presencia de Juanma Moreno y el líder andaluz de Ciudadanos, Juan Marín.

Aquí se pactó la agenda política del futuro “Gobierno de cambio”, el reparto al 50% de las consejerías, la presidencia del Parlamento para Ciudadanos -la elegida es la diputada almeriense Marta Bosquet- y la presidencia de la Junta para el PP. Aunque la formación de Albert Rivera insiste en que se trata de un pacto a dos, la garantía para que PP y Ciudadanos se hicieran con el control de la Mesa del Parlamento durante la sesión constitutiva del jueves la puso Vox. García Egea se reunió con Ortega Smith en Sevilla poco después de cerrar el pacto con Ciudadanos y firmó un acuerdo “paralelo” con Vox para asegurarse la mayoría en la Cámara.

Ese instante se inmortalizó en una foto entre ambos dirigentes -la única en la que aparece la firma de un documento de acuerdo para propiciar el cambio en Andalucía- y oficializó la irrupción de Vox en la negociación. “PP y Ciudadanos nos han pedido oficialmente el apoyo. Ahora sí”, anunció Santiago Abascal, líder nacional de Vox. A partir de ahí, una vez consumado el control del órgano de gobierno del Parlamento con cinco miembros conservadores y dos progresistas, el partido de extrema derecha ha exigido un lugar en la mesa de negociación para revisar el acuerdo programático pactado por PP y Cs e introducir sus propuestas. “No nos sentimos obligados por ese documento. Negociaremos punto por punto”, avisa Ortega Smith.

El acuerdo a tres sobre la Mesa de la Cámara no es extrapolable a la investidura de Juanma Moreno, que ahora empezará a negociarse en Madrid, a cambio de que Vox introduzca su agenda política en el futuro Gobierno andaluz. “Vox va a tener una enorme capacidad de influencia en el Parlamento”, ha dicho el líder del PP andaluz este viernes, aludiendo a sus 12 diputados y al papel clave que han tenido en la composición de la Mesa de la Cámara, y que tendrán en su propia investidura. Moreno no tiene reparos en admitir que su designación como sexto presidente de la Junta de Andalucía depende de una negociación “a nivel nacional”, algo inédito en más de tres décadas de autonomía andaluza. “Tampoco está en esa comisión de negociación Francisco Serrano -candidato de Vox a las andaluzas- por lo que no tiene sentido que esté yo”, advierte.

La participación activa de Vox en el diálogo abierto entre PP y Ciudadanos pone en una situación incómoda a la formación de Rivera. Minutos después de consumarse el acuerdo para controlar el Parlamento, la formación de extrema derecha exigía más presencia en la negociación de cara a la investidura, y PP y Ciudadanos discrepaban respecto al papel clave que tendrá Vox. Moreno sostiene que el partido de Abascal tiene “una magnífica oportunidad de modificar, criticar, matizar, perfeccionar o mejorar” las propuestas acordadas por PP andaluz y Cs una vez que lleguen a la Cámara legislativa, teniendo en cuenta que los escaños de Vox son “necesarios para hacer reformas en Andalucía”. “No podemos ser ingenuos”, avisa el dirigente popular, aludiendo al peso clave de los 12 diputados de la extrema derecha para garantizar su investidura.

Desde la formación naranja, en cambio, replican que “no se tocará una coma” del acuerdo de 90 medidas ya pactado con el PP. Marín está abierto a negociar nuevas propuestas, pero no a quitar las que ya se han acordado. PP y Ciudadanos aspiran a llegar a acuerdos con Vox después de que se haya constituido el nuevo Gobierno, pero los de Abascal quieren plantear sus condiciones antes de la investidura. Los populares pretenden que Moreno sea presidente “como muy tarde en la tercera semana de enero”, gracias a los votos de su partido, de Ciudadanos y de Vox.

El reglamento de la Cámara establece un plazo de 15 días hábiles desde la sesión constitutiva para proponer candidatos a la investidura (el plazo expira el 16 de enero). Pero el grupo de extrema derecha quiere dilatar la negociación los dos meses preceptivos desde el primer debate de investidura. Después de ese periodo, si ningún aspirante ha logrado la mayoría suficiente para ser presidente de la Junta, la presidenta del Parlamento, Marta Bosquet, disolverá la Cámara y convocará elecciones autonómicas.

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