El Campo de Gibraltar vive el referendum por el Brexit como si fuera suyo
La otra cara de la moneda de los efectos del Brexit orienta la mirada hacia el Campo de Gibraltar. La posible salida de Inglaterra de la Unión Europea tendría consecuencias muy negativas para una comarca muy castigada por el desempleo y que encuentra en las relaciones con el Peñón una vía de colaboración muy importante en la actualidad.
Según un informe encargado por la Cámara de Comercio de Gibraltar, en 2013 los puestos de trabajo que proporciona Gibraltar (dentro de su territorio) equivalen a un 24% del total de trabajos fijos registrados en el Campo de Gibraltar. Además, los trabajadores fronterizos españoles ganaron más de 102 millones de libras, de los que más de 65 millones de libras se gastaron en Andalucía.
Pero la influencia no se percibe únicamente en los puestos de trabajo que se podrían perder y, consecuentemente, la bajada del nivel adquisitivo de estas personas, sino que además afecta en la interacción de las dos economías. Este estudio destaca que los residentes de Gibraltar gastaron casi 73 millones de libras en compras, comida y otros bienes y servicios en Andalucía durante 2013, de los cuales, 46 millones de libras fueron gastadas en el Campo de Gibraltar. Además, los gibraltareños con segunda vivienda en el Campo de Gibraltar gastaron más de 62 millones de libras en la economía española, de los cuales, más de 40 millones se gastaron en el Campo de Gibraltar.
Así pues, queda claro por qué existe una gran inquietud en la zona en vistas de lo mucho que hay en juego. La localidad más cercana es La Línea y su alcalde, Juan Franco (de la plataforma ciudadana La Línea 100x100) no oculta la preocupación que existe: “La provincia de Cádiz, en general, y el municipio de La Línea, en particular, están muy castigados por el desempleo. No quiero imaginar las consecuencias que tendría el Brexit para la comarca en términos de paro. A pesar de que no podemos participar en la votación, el referéndum lo sentimos como propio porque de ello puede depender la prosperidad económica de la zona”.
En la misma dirección se expresa el alcalde de San Roque, otra población próxima. “De todos es sabido que más de 8.000 vecinos y vecinas de este otro lado de la Verja acuden a diario a trabajar al Peñón. De ahí la importancia que tenga el resultado que salga de las urnas el día 23 de junio, en un referéndum en el que tienen voz y voto los ciudadanos británicos pero cuyo resultado puede afectar de una manera negativa a estos miles de trabajadores de la comarca que tienen en Gibraltar su puesto de trabajo”.
Años, al traste
Son las llamadas de alarma de las administraciones públicas, pero la inquietud está todavía más instalada entre los propios trabajadores. Ángel Serrano es el presidente del Grupo Transfronterizo del Campo de Gibraltar y delegado comarcal de UGT. Este colectivo es el nexo de unión a ambos lados de la frontera y ven que la labor que llevan haciendo desde hace años puede venirse abajo si se confirma el 'sí' en el referéndum del jueves.
“En el caso de que triunfe el Brexit, todo va a depender de la política del próximo Gobierno en España. Si actúa con rigidez tras la salida, toda la colaboración que tenemos o queremos poner en marcha se irá al traste. El efecto colateral será de más paro porque si las empresas se ven dañadas despedirán trabajadores. El Gobierno que entre debe comprender que reivindicar la soberanía es compatible con respetar los acuerdos de cooperación de vecindad que tenemos en el Campo de Gibraltar porque está en juego el futuro de muchas familias”, explica Serrano.
No hay que caminar muchos metros al pasar de Gibraltar a La Línea para comprobar el temor de los vecinos linenses. Pedro, dueño de un taller de coches, reconoce que “lo estamos pasando mal pensando en que las cosas puedan cambiar. Ahora mismo sobrevivimos gracias a la colaboración que hay entre la gente del Peñón y nosotros, pero si cierran la Verja no sabemos qué pasará, será la ruina para todos”. Es el sentir de un pueblo que no quiere revivir pesadillas del pasado.
