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Tony Gannon, vicepresidente de Space Florida: “La exploración espacial depende ya de empresas privadas”

Tony Gannon, durante su conferencia | SUTUS Les Roches Marbella

Néstor Cenizo

  • “En este momento todo está copado por el sector comercial. La NASA no está en la foto”, asegura Tony Gannon, el vicepresidente de investigación e innovación de Space Florida, la agencia de desarrollo aeroespacial del estado de Florida

Si todo va bien, el cohete espacial diseñado por Blue Origin despegará del complejo 36 del puerto espacial de Florida en mayo de 2020. Cuando tenga esa lanzadera, la empresa aeroespacial de Jeff Bezos estará sólo a un paso de llevar turistas al espacio. El trabajo de Tony Gannon consiste en conseguir cosas como esa. Gannon el vicepresidente de investigación e innovación de Space Florida, la agencia de desarrollo aeroespacial del estado de Florida. La función de esta agencia es generar las condiciones que faciliten el desarrollo de una industria que ha desplazado a la inversión pública, y ahora crece a pasos agigantados sobre los hombros de las aportaciones multimillonarias de Jeff Bezos, Elon Musk o Richard Branson.

El objetivo, dice, es convertir Florida en el centro principal de la industria aeroespacial, atrayendo a gigantes del sector (Airbus, Harris, Boeing, SpaceX, Blue Origin…), pero también ideas a las que les falta financiación adecuada.

“Básicamente lo que hago es juntar a la gente, y también captación de fondos: persuado a los emprendedores ricos para que las empresas les presenten sus ideas y tecnologías”, resume Gannon, que ha visitado España para el primer evento internacional de turismo espacial y subacuático, organizado en Marbella por las escuela de hotelería y turismo de lujo Les Roches.

Hace cincuenta años del primer alunizaje. ¿Por qué este boom ahora? ¿Qué ha cambiado?

Creo que los emprendedores millonarios han abierto el camino. Elon Musk [SpaceX], Richard Branson [Virgin Galactic], Jeff Bezos [Blue Origin], han traído una actitud totalmente diferente al gobierno federal. No sabes qué van a hacer o inventar los emprendedores. Suelen decir que la gran ciencia viene de la libertad de los científicos para inventar. Cuando se dice “esto es lo que hacemos y así lo hemos hecho siempre”, la ciencia avanza más lenta. Estos personajes tan millonarios están poniendo nuevas reglas y no están vinculados por los límites de antaño.

Las inversiones de estos emprendedores de éxito han cambiado el panorama. ¿Cuál es hoy el equilibrio entre el sector privado y el público en el sector aeroespacial?

Para mí, en este momento todo está copado por el sector comercial. Los programas federales, como los de la NASA, eran fantásticos, pero la NASA ahora no tiene ningún cohete. Tienen astronautas, que viajan en vehículos rusos a la estación internacional. Los cohetes están desarrollándolos las empresas privadas como SpaceX, Blue Origin y con suerte, en el futuro, Virgin Galactic. ¿Dónde está la NASA? No está en la foto. Estuvieron, pero es tiempo de cambiar. Son las empresas comerciales aeroespaciales las que llevarán astronautas al espacio en el futuro.

¿Depende la exploración espacial de empresas privadas?

Sí, dependemos de empresas privadas, y de algunos emprendedores. Elon Musk con Blue Origin, Jeff Bezos… Es increíble. ¿Quién hubiera pensado que individuos podrían influir los programas aeroespaciales?

Esa competencia entre personalidades tan acusadas recuerda un poco a la carrera espacial de los 60. ¿Cree que es buena?

Yo creo que sí. Cuando echas la vista atrás, todo eran programas federales, de modo que el Gobierno decidía lo que era bueno y lo que no, y no había mucho lugar para la espontaneidad. Nadie en la NASA hubiese dicho “Ey, vamos a poner un coche en un cohete en órbita, con música”. Nadie lo hubiese hecho en la agencia espacial rusa, ni en la NASA, pero sí un individuo, porque muestra una chispa de genio y de imaginación. Lo que querían era marketing: “Mirad las cosas tan increíbles que van a pasar dentro de diez años”.

¿Ve algún riesgo en esta competición de actores privados? La basura espacial ya es un problema, que podría agravarse si proliferan los objetos…

Sí, lo hay. Y la basura está ahí. Hay algunas empresas en Florida que están tratando de dar con una solución. Hay algunos planes muy locos, usando el magnetismo o redes gigantes para atrapar los restos como un pescador. No entiendo muy bien la ciencia tras esto, pero créame, hay gente muy inteligente allí pensando cómo resolver este problema. Y se trata de un problema muy serio, especialmente en la órbita baja terrestre. De las 50 millas a 250 millas tienes mucha basura, más lejos no tanto. Ahí orbitan los satélites. Chocan, o explosionan. Eso ocurre.

¿Está preparada la legislación para este boom espacial?boom

No. No lo creo. ¿Quién es el propietario de la Luna? Estados Unidos nunca dijo que fuera suyo, sino que era para toda la Humanidad, en cooperación pacífica. Pero ¿qué pasa si llegan los chinos y dicen: “Esto es China”? Sí, es una gran falla. Tendremos que tener normas. Si vamos a Marte, ocho meses, siete personas en una nave… ¿cuáles son las normas? Es una comunidad, mujeres, hombres, quizá niños, que van a ir a Marte, vivir allí durante tres años. ¿Quién hace qué? ¿Quién está al cargo? ¿Qué pasa si hay un motín? Hay que prever todo esto. Estoy seguro de que los psiquiatras tienen ahí un buen campo de investigación. Mi hijo es abogado en Los Angeles, solía trabajar para la NASA y, de manera muy instintiva, dice: “Podría ser el caos ahí fuera”. Alguien tiene que hacer algo sobre eso.

El desarrollo tecnológico va más rápido que la legislación…

Sí, es así. Es una gran oportunidad para jóvenes científicos, pero quizá los juristas también en un futuro. Quizá gente de todo tipo de profesiones vea el espacio como una gran oportunidad de hacer carrera. Creo que es el mejor momento para ello.

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