El pueblo que sobrevivió a la amenaza del pantano de Yesa propone nuevas vías para frenar la despoblación
Artieda se yergue sobre una colina frente al río Aragón. Punto clave del Camino de Santiago francés, su iglesia es una joya del románico. La importancia histórica y cultural de esta localidad de la Jacetania ha estado cerca de quedar anegada bajo las aguas del embalse de Yesa. Uno de los ejemplos de lucha contra el pantano más crudos, con capítulos como el de ‘Los 8 de Yesa’ y las protestas vecinales ante las expropiaciones, se abre paso ahora con un nuevo renacer mientras propone soluciones para frenar la despoblación. La puesta en marcha de varios programas, algunos pioneros, está ofreciendo jugosos frutos.
Esta localidad es una de las pocas que está logrando asentar población en la Comunidad aragonesa. Y todo a partir de la génesis de un proyecto que se comenzó a desarrollar durante el pasado año. Lo lideran los técnicos Víctor Iguácel y Anchel Reyes y durante este tiempo se ha realizado un diagnóstico sociológico a través de talleres participativos y dinámicas con la población local, que dio a conocer sus necesidades e inquietudes. De esta reflexión colectiva surgieron propuestas para revertir la despoblación y facilitar el asentamiento clasificadas en tres líneas de actuación: el empleo, la vivienda y la socialización.
Estas actuaciones han dado pie al denominado Plan de Acción Integral bajo el nombre genérico de Empenta Artieda. Artieda tiene espacio para los emprendedores que, a su vez, generan empleo. Dos de sus iniciativas laborales se entroncan en un espacio de trabajo conjunto que ha facilitado el propio Ayuntamiento de la localidad. Una de ellas es ‘Cima Norte’. Se trata de una guía del Pirineo en formato plataforma multimedia creada por Adrián Solana, un joven periodista artiedano. El otro es ‘Sociolochía’, que se asienta como un programa de estudios sociológicos aplicados para mejorar el territorio.
“Mantener los pueblos vivos”
Por otro lado, se ha asentado la empresa social ‘Senderos de Teja’ que, bajo el lema “mantener los pueblos vivos”, gestionará el albergue de Artieda y animará el municipio a través de un plan de dinamización turística. Asimismo, se ha movilizado el mercado de vivienda gracias al alquiler de cuatro viviendas, tres privadas y una municipal, con lo que se responde a parte de la demanda de los jóvenes. Además, se está mejorando el acceso a Internet de todo el pueblo a través de la fundación ‘guifi.net’.
En último lugar, se ha mejorado la socialización con la puesta en marcha de actividades deportivas, culturales y de ocio entre semana como frontenis, zumba, gimnasia, clases de aragonés y proyección de documentales de montaña. Además, se ha lanzado la aplicación “Artieda Informa” para dar luz a todas las actividades y que aquellos que estén interesados en la vida del pueblo las conozcan.
“Sin duda se han alcanzado metas, pero hay que seguir trabajando en la consolidación de logros y la activación de nuevos retos que pongan freno a la despoblación e incentiven la repoblación”, señala la técnico del proyecto Natalia Manso de Zúñiga. El alcalde de Artieda, Luis Solana, apuesta por “la creación de empleo, especialmente para los jóvenes y las mujeres, teniendo presente las opciones de teletrabajo y autoempleo. Se están explorando las posibilidades laborales en el sector turístico ornitológico y deportivo, así como la potenciación de nuevas vías en la agricultura y la ganadería”.
Para facilitar más la socialización, se quiere potenciar la instalación municipal del Centro Choven dotándolo de actividades y contenido. También se pretende organizar un mercadillo anticonsumista para reunir a vecinos y foráneos en una jornada festiva. Por otro lado, se está sondeando la posibilidad de crear una escuela de escalada. Como propuesta integral se halla la creación de un centro integrado de servicios sociales para la infancia y la tercera edad.
Envejecer en Artieda
Se hace hincapié así en la importancia de poder envejecer en Artieda “cubriendo las necesidades de las personas mayores”. Esta iniciativa generaría empleo, daría un servicio que mejoraría la calidad de vida de la población y supondría la construcción o la reforma de un edificio para un uso social, para lo cual Artieda necesita de apoyos económicos además del institucional.
Empenta Artieda cuenta, de esta manera, con seis nuevos habitantes que pueden ser varios más en los próximos meses. Suman ya cerca de 90. La amenaza de Yesa privó a esta localidad de 250 hectáreas de cultivo y dejó un reguero de familias expropiadas. Ahora exhala un aliento de vida con la implicación de jóvenes de la zona y de ideas adaptadas a un tiempo nuevo en el que Artieda se resiste a desaparecer.