Trece fortalezas aragonesas se convierten en escenario en la VII edición del Festival de los Castillos
Aragón, tierra de reyes, reinas y leyendas, también es uno de los territorios de España que más castillos y fortificaciones conserva. Una larga lista en la que se pueden encontrar construcciones militares y religiosas diseminadas por el amplio territorio de las tres provincias: Huesca, Zaragoza y Teruel. Desde hace más de siete años, estas edificaciones defensivas, testigos mudos de la historia de Aragón, se han convertido en un lugar de acogida para el maridaje entre el público y el arte. Los castillos se convierten por un día en escenario sobre el que artistas de múltiples disciplinas actúan impregnando con su duende los lienzos de piedra que les albergan.
El Festival arranca este año el sábado día 6 de julio, en el Castillo de Grisén, y finalizará el día 3 de septiembre con la última actuación en el Castillo de Fraga. En total, el programa de esta séptima edición anuncia 40 actuaciones. Espectáculos en los que están representadas casi todas las disciplinas artísticas: música, danza, teatro, humor, magia o lírica, y, por supuesto, el folklore a través de la presencia de la jota, con la celebración de la gran Gala de Jota de campeonas y campeones del Certamen Oficial de Jota Aragonesa (que se organiza en Zaragoza desde 1886). Los ganadores de la edición de 2023 en todas sus categorías: Benjamín, infantil, juvenil, ordinario y extraordinario, actuarán en el castillo de Mora de Rubielos, el día 20 de agosto.
Las voces de los aragoneses Nacho del Río y Beatriz Bernad, de la internacional Carmen París, o de artistas emergentes como Silvia Solans y Chabi Benedé, comparten cartel con formaciones mañas más consolidadas como Vegetal Jam o Joaquín Pardinilla Sexteto. También el teatro tiene un lugar destacado con obras de Teatro Che y Moché, Hello Yoli o Factory Producciones. Y grupos de comunidades vecinas, como la música a ritmo de blues de los catalanes WAX & BOOGI, el humor y la energía a través de la percusión de los madrileños YLLANA & TÖTHEM CO., o la inclusividad que traen los vascos TANTTAKA con su obra de teatro Sexpiertos, prometen “no dejar indiferentes a los asistentes” con sus propuestas artísticas trasgresoras. El Festival cuenta con una página web en la que aparece toda la información sobre este festival, el cartel de actuaciones, los precios de las entradas y datos sobre los artistas del elenco de esta VII edición.
El arte como aliado para la conservación del Patrimonio aragonés
Entre los valores que dice tener este Festival de los Castillos se encuentra su compromiso con la cultura, vista como “un agente contra la despoblación”. La totalidad del Festival se desarrolla en Castillos que se encuentran en núcleos de población rurales a los que el Festival pretende ayudar a dar un impulso a su tejido artístico, pero también, de cara a la sociedad, que esta desarrolle un mayor interés turístico por el medio rural, sus pueblos y el Patrimonio que albergan. Parte de los Castillos que integran el Festival de este año están localizados en pequeñas poblaciones como Sádaba, Illueca, San Agustín, Alfajarin, Jarque de Moncayo, Mesones de Isuela, Valderrobres, Grisel, Albalate del Arzobispo, Monzón y Fraga.
Desde la organización de este Festival de los Catillos aseguran que su celebración ha servido como acicate para revitalizar el patrimonio, ya que espacios en los que tiene lugar el Festival están considerados Bien de Interés Cultural, Patrimonio Histórico o Conjunto Histórico-Artístico, y algunos de ellos se han realizado numerosas reformas y acondicionamientos para posibilitar las actuaciones, como es el caso del Castillo de Sádaba, el de Albalate del Arzobispo y el de Mora de Rubielos. Aunque recuerdan también que la programación del Festival “se adapta a cada uno de los castillos, tanto en cuestiones técnicas y de logística como en los tipos de público”, aprovechando al máximo el potencial de las infraestructuras de cada uno de los espacios, pero poniendo en valor su potencial artístico y favoreciendo su “correcto mantenimiento y conservación” añaden.
Las raíces del Festival de los Castillos
El Festival Puerta al Mediterráneo, fue un proyecto que nació a finales de los años 80 en el Castillo de Mora de Rubielos, en Teruel. Su objetivo fue convertirse en un reactivo cultural en el turismo de zonas despobladas en Aragón, como la Sierra de Gúdar-Javalambre. El Festival de los Castillos tomó el impulso de aquella iniciativa, para seguir trabajando con la misma finalidad que su proyecto antecesor.
“El éxito del festival nos animó a trasladar la experiencia a otros castillos en las tres provincias aragonesas, incorporando cada año más castillos en la programación” apuntan desde la organización. Y este éxito se basa en gran medida en “la calidad” de los artistas que componen el cartel de actuaciones cada temporada.
El Festival de los Castillos apuesta por “impulsar y visibilizar el trabajo de artistas emergentes de la escena nacional” ofreciendo al público de las zonas rurales una programación cultural diversa que “se adapta a todos los perfiles” aseguran.
Además, entorno al festival, en las diferentes localidades en las que tienen lugar las actuaciones, se ponen en marcha iniciativas culturales y sociales de manera paralela, lo que fomenta “el intercambio de espectadores” y sobre todo la reactivación de las comarcas en las que se ubican los castillos.
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