¿Cerdos contra la despoblación? Una plataforma rechaza un proyecto de macrogranja en un pueblo con apenas 16 habitantes fijos
Malanquilla, en la Comunidad de Calatayud (Zaragoza) cuenta con 92 habitantes censados, si bien apenas unos 16 viven de forma fija en este pequeño pueblo de la ribera del Ribota. La tranquilidad del municipio se ha visto alterada (ya antes de la crisis del coronavirus) por la sombra de la posible de instalación de una macrogranja de 5.000 cerdas reproductoras, según la información que maneja la plataforma 'Malanquilla sin purines'. Desde el consistorio, su alcalde, Ernesto Marín, rechaza hacer declaraciones al respecto, si bien puntualiza que se trata solo de “un proyecto”, habla de “estudios” y de que “todavía no hay nada de nada”.
'Malanquilla sin purines' dio la voz de alerta a mediados de este mes, tras enterarse de que este pueblo podría ser el destino de un granja para que ya habían sido sondeadas varias localidades de la comarca. Sergio Moreno, uno de los promotores de la plataforma contra la instalación, lamenta que debido a la situación actual les ha sido imposible requerir de forma oficial la información al Ayuntamiento, si bien ven reafirmada su sospecha por un reciente pleno municipal que aprobó el sondeo de aguas.
A través de alcaldes de pueblos vecinos si han sabido que una gran empresa del sector (se barajan dos nombres) ha solicitado a varios ayuntamientos información sobre la disponibilidad de suelo público para el proyecto: “Allí les dijeron que no, pero aquí, si depende del pleno, tendrán el sí”, anticipa Moreno, quien añade que “hay gente de Malanquilla que está a favor, pero también otros en contra, aunque al ser un sitio pequeño es difícil que se posicionen”. Cuentan también con el apoyo de vecinos de poblaciones aledañas.
Una de ellas es Torralba de Ribota. Su alcalde, Alfonso Puertas, confirma que, aunque a su pueblo no ha llegado la propuesta, sí ha oído hablar del proyecto. “Era un tema que se iba a abordar en el pleno de la comarca, pero el coronavirus ha paralizado todo”, indica. Su posición es de rechazo a la macrogranja, “al igual que ya estuvimos en contra de la mina de Borobia”, recuerda en referencia a la explotación minera en la vecina Soria, a la que la zona hizo frente en los tribunales sin éxito.
Frente a quien pueda ver en el porcino una solución contra la despoblación, Puertas recuerda que “hablamos de grandes grupos empresariales que no reinvierten sus beneficios en el territorio, y tampoco es seguro que creen empleo local, ni de calidad”. Por su parte, desde 'Malanquilla sin purines', Moreno recuerda que el suyo “es un pueblo sin paro, porque salvo algunos agricultores casi todo el mundo está jubilado, y además no hay casas disponibles para que nadie se instale aquí; lo más probable es que si hay puestos se cubran por personas que irán y vendrán desde otras localidades”.
Buena parte de los empadronados en el municipio viven habitualmente fuera de él, cuenta Moreno, que reside en Zaragoza. Sin embargo, a partir de la primavera muchas personas, sobre todo mayores jubilados, regresan a pasar los meses estivales allí.
“La solución a la España vaciada no puede ser el Aragón contaminado”
La plataforma 'Malanquilla sin purines' teme que la explotación ganadera produzca afecciones al aire, suelo y aguas, punto que les preocupa especialmente por atravesar la zona tres ríos: Aranda, Ribota y Manubles. Además, para un volumen de 5.000 cerdas reproductoras, calculan una circulación de 180 camiones al mes (entre piensos y transporte de animales) por las carreteras de una zona en la cual ningún pueblo tiene ronda de desvío. Del mismo modo, temen que los 160.000 lechones anuales que se presuponen podría producir la granja acaben por generar una red de granjas de porcino en la propia comarca.
Para Moreno, la fiebre por el porcino en Aragón forma parte de “una burbuja” debido a la moratoria en Catalunya y a la caída de la producción en China, que explotará cuando en dicho país revierta la situación. “La empresa se llevará los beneficios mientras dure, y aquí solo quedará la contaminación”, augura. Precisamente ese es uno de los lemas de la plataforma: “La solución a la España vaciada no puede ser el Aragón contaminado”.
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