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El aumento de casos devuelve a 870.000 aragoneses a una fase dos “flexible”

Uso obligatorio de mascarillas

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En torno al 70% de aragoneses vuelven a fase 2. Aunque es una fase 2 más flexible y permisiva, en la que no se limita la movilidad de los ciudadanos ni se establecen franjas horarias. Seis comarcas de Aragón limitan sus aforos permitidos en hostelería y comercios con el fin de frenar la trasmisión comunitaria del virus que se está produciendo durante las últimas semanas.

En el comercio minorista, mercadillos, parques comerciales, centros de formación y piscinas se aplicará el aforo del 75%. En hostelería regirá un aforo del 50% en el interior de los bares, sin consumición en barra, y en las terrazas hasta el 75% de la ocupación. Este mismo aforo se permite en el ámbito cultural y se mantiene las normas actuales sobre centros residenciales y colonias urbanas. No se permitirá el ocio nocturno mientras dure esta situación.

Esta decisión se ha tomado tras la incidencia de casos registrada durante las últimas semanas, ya que Aragón ha registrado durante esta última semana una incidencia de 30,70 casos por cada 100.000 habitantes, el doble que la semana anterior (14,86 casos por cada 100.000 habitantes). “Aplicando los mismos criterios de vigilancia que el resto de la comunidad, hemos observado un incremento de los casos positivos tanto en Zaragoza capital y su área de influencia así como en la ciudad de Huesca, especialmente significativo en los últimos días”, explica la consejera de Sanidad, Sira Repollés.

En estos momentos existen 17 brotes activos de la COVID-19 en Aragón, cinco en la provincia de Huesca, once en la de Zaragoza y uno en la de Teruel.

La dificultad de controlar muchos brotes

El Director General de Salud Pública, Francisco Falo, ha explicado que la mayor dificultad a la que se enfrenta ahora Aragón es conocer el origen de los diferentes casos que se están desarrollando en la comunidad, especialmente en Zaragoza capital: “Si aparece un único brote a efectos de control es más sencillo, cuando esos mismos números de casos se producen en grupos pequeños de ámbito comunitario dificulta mucho más el control de la situación, eso es lo que nos está pasando en la Comarca Central de Zaragoza y Huesca capital”.

En las primeras jornadas de aumento de casos en Zaragoza aparecieron brotes en barrios concretos, pero “en los últimos días comenzaron a ampliarse los espacios y se producen brotes en seis o siete. Eso nos indica que la trasmisión comunitaria es mayor, pero es esporádica, estamos en 26 casos por cada 100.000 habitantes, es inferior a la media de Aragón, lo que nos preocupa son las circunstancias de tendencia creciente y sobre todo esa imagen de irse desagregando los casos que van apareciendo”.

En opinión de los responsables de la sanidad aragonesa, “solo tenemos dos formas de actuar para prevenir los contagios: el diagnóstico lo más prematuro posible y la identificación de contactos, que es la herramienta principal” y, además, “aumentar las medidas de distanciamiento social porque se han dado un incremento de casos que complica el control”.

Los municipios que pasan a la fase 2 flexibilizada son, además de la capital aragonesa y la ciudad de Huesca, los 21 municipios que forman parte de la Comarca Central de Zaragoza y que, por tanto, se sitúan en su área de influencia. Se trata de Alfajarín, Botorrita, El Burgo de Ebro, Cadrete, Cuarte de Huerva, Fuentes de Ebro, Jaulín, María de Huerva, Mediana de Aragón, Mozota, Nuez de Ebro, Osera de Ebro, Pastriz, La Puebla de Alfindén, San Mateo de Gállego, Utebo, Villafranca de Ebro, Villamayor de Gállego, Villanueva de Gállego, Zaragoza y Zuera.

Brotes en Aragón

A pesar de la aparición de varios brotes no sea “lo que más preocupa” y que no están teniendo un “gran impacto en la población vulnerable ni en el sistema sanitario, estas medias las tomamos en un momento que nos permite anticiparnos a un impacto que pudiera ser más negativo”, Aragón ha experimentando varios casos las últimas semanas.  

En los últimos días en Aragón se han detectado brotes en la localidad turolense de Alacón en el seno de una familia, uno de cuyos miembros había visitado el pueblo procedente de Lérida.

En Sádaba (Zaragoza) hay 11 positivos entre un grupo de amigos que celebró una fiesta. De esta localidad el brote se ha pasado a Calatayud a un centro asistencial de discapacitados, en el que están confinadas una docena de personas entre trabajadores e internos.

En la localidad oscense de Albalate de Cinca se ha detectado otro brote en un asentamiento de temporeros. El Ayuntamiento ha procedido a confinar a varios de ellos en los vestuarios del campo de fútbol. Igualmente ha aparecido un contagio en el matadero municipal de Zaragoza, con al menos dos positivos. Tanto el departamento de Sanidad como la empresa están haciendo PCR a los trabajadores para controlar los contagios.

Mascarilla obligatoria para recuperar la conciencia social

La flexibilización de las medidas correspondientes a la fase 2 “se puede dar gracias a la obligatoriedad de la mascarilla” ha dicho Repollés. En caso de no cumplirla, la sanción es del 100€, tal y como establece el decreto a nivel nacional: “se establecerán medidas de control para asegurarse del uso de las mascarillas, habrá sanciones y la idea es dar un poco de margen a que en unos días se establezca bien por todas las personas la obligatoriedad de la mascarilla y tendremos que arbitrar una serie de sanciones en el caso de que no se cumpla la medida”.

Al mismo tiempo, Falo recalca que la mascarilla no sustituye al distanciamiento social ni al lavado de manos “que es lo que más evidencia científica tiene. Incorporamos la mascarilla para insistir en la necesidad de la responsabilidad social e individual, en la reanudación del contacto social, es una llamada para ser cautos. Recuperamos una medida que nos ayude a recuperar la conciencia social e individual”. 

Repercusiones en la hostelería

Por otra parte, los hoteleros de Zaragoza aseguran que “el origen de mucho de los rebrotes indicados son causa de celebraciones privadas” y que estas medidas no son flexibles con los bares y restaurantes.

El retroceso de fase no ha sido bien recibido por la Asociación de Cafés y Bares de Zaragoza, que sostiene que se imponen unas condiciones a los establecimientos hosteleros y de restauración “excesivamente restrictivas y gravosas y sin una justificación aparente en comparación con otros sectores de actividad que previsiblemente van a mantener un aforo del 75%”, asegura su presidente, José María Marteles. 

En el mismo sentido, Marteles demanda, ante esta nueva situación a la sensibilidad y actuación inmediata de la clase política “es fundamental que tanto el Gobierno de España, el Gobierno de Aragón como el Ayuntamiento de Zaragoza adopten, de una vez por todas, medidas de protección en materia económica y fiscal de apoyo a los negocios con carácter de urgencia, garantizando el mantenimiento del empleo para un sector cuya situación era ya muy crítica”.

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