Colectivos aragoneses unen fuerzas para oponerse a una nueva autopista eléctrica por los Pirineos en 2017
La entrada del nuevo año ha puesto en alerta a más de treinta colectivos del Alto Aragón contrarios a las autopistas eléctricas. Si se cumplen las previsiones para avanzar en la interconexión energética europea, tienen motivos para que en este 2017 se lleven a cabo sus peores presagios.
La Comisión Europea pretende impulsar un proyecto de interconexión en España por los Pirineos propuesto por Red Eléctrica de España, con cargo al Plan de Inversión promovido por Jean-Claude Juncker.
Se trata de la línea Sabiñánigo- Marsillon, que atraviesa el Pirineo aragonés hasta llegar al país vecino. El presidente de Red Eléctrica de España, José Fodalgo, quien fue secretario de Estado en el Gobierno de José María Aznar, aseguró en noviembre que en los próximos meses se conocería el trazado de este y otros proyectos de interconexión puestos sobre la mesa: un cable submarino entre la bahía de Vizcaya y Aquitania y una línea entre Cantegrit y Navarra o el País Vasco.
Esta intención manifestada de forma directa tras unos años en los que apenas se ha dado información al respecto ha despertado la inquietud de los colectivos de la zona. Son conscientes de que el “enemigo” es “poderoso” para las gentes de pequeños pueblos y que la lucha es desigual, lo que les obliga a aunar fuerzas entre los territorios afectados a uno y a otro lado de la frontera.
Así ha surgido la Red de Apoyo Mutuo en Respuesta a Megaproyectos Energéticos, que aglutina a más de treinta colectivos de Cataluña, Aragón, Navarra, País Vasco y Francia. Cuentan con el apoyo de organizaciones como ‘Amigos de la Tierra’ y ‘Ecologistas en Acción’, y partidos políticos como IU, CHA y Podemos.
“Hasta ahora, nuestra queja continua era la opacidad y la falta de información que ha habido, probablemente para evitar un movimiento de oposición, pero ahora tenemos que prepararnos porque creemos que a finales de 2017 podría comenzar la primera fase de consulta del proyecto”, explica Carlos González, portavoz de la plataforma: “Si no nos unimos, no vamos a tener fuerza suficiente”.
El rechazo a las autopistas eléctricas se debe a las consecuencias económicas, sociales y ambientales que, según la plataforma, tienen este tipo de proyectos en el territorio. Pero se fundamenta, sobre todo, en una premisa: no son necesarias, ni siquiera para alcanzar el 10 % de interconexión eléctrica que plantea la Comisión Europea basándose en el informe de TRACTEBEL-Engineering Study on the benefits of additional electricity interconnections between Iberian peninsula and rest of Europe.
“Nos han dicho, como una especie de mantra, que España es una isla energética y que necesita interconexiones eléctricas, pero no es cierto. Ni es una isla energética ni necesita semejante cantidad de interconexiones”, comenta.
Desde la red han elaborado una nota de lectura, que contradice el informe con “argumentos sólidos”. Indican que el informe europeo calcula la tasa de interconexión entre Francia y España a partir de la potencia instalada en ambos países. Con estos criterios, la tasa se sitúa en un 2 %, una cifra muy baja que les “lleva a justificar la necesidad de llevar a cabo más interconexiones”.
Sin embargo, González sostiene que sería más lógico calcularla en torno al consumo de energía en ambos países.
“Sacamos nuestras cuentas con esos picos de consumo y observamos que no estamos tan lejos del objetivo deseable por la Unión Europea. Solamente con el nivel de interconexión actual ya casi se alcanza, estaríamos rebasando el 6 %. A ellos les sale un 2 % , forzando las cifras”.
Y añade que para alcanzar ese 10 % bastaría con reforzar una de las líneas actuales que hay en el territorio español de 200 kilowatios y convertirla en una de 400 kw. “Poniéndonos benevolentes, que no tendríamos por qué, planteamos ese escenario como aceptable”
Pero las razones no se quedan ahí. Además de ser una obra “innecesaria”, la red de apoyo mutuo considera que son obras con un elevado coste económico -más de 800 millones solo el trazado de la parte española según indica el informe- y que perpetúan un modelo energético que va camino de cambiar.
Dos posibles trazados
A este escenario hay que añadir también las afecciones medioambientales de este tipo de autopistas eléctricas en un territorio despoblado en el que el turismo juega un papel tan relevante en la economía de la zona.
El informe recoge dos posibles trazados, que pasan junto a dos parques protegidos. El primero parte de Magallón o Tudela, atraviesa las Cinco Villas, llega a Sabiñánigo y va hacia el municipio de Torla, junto al Parque nacional de Ordesa, aprovechando la línea Sabiñánigo-Prañeres. Mientras que la segunda opción sale desde Peñalba y atraviesa el Parque Natural de Guara.
Y, por último, las consecuencias sociales. En la Comarca de la Ribagorza las conocen bien desde que hace 30 años se instalaron las torres de 65 metros de altura para la fallida línea de alta tensión ‘Aragón-Cazaril’ a 400 metros, incluso a 200 metros en algunos casos, de poblaciones habitadas.
“El impacto paisajístico es brutal y afecta a un recurso económico de la zona”, como es la naturaleza. Suponen también un riesgo de incendios, si no se limpia la vegetación en un pasillo amplio.
Ante este poco halagüeño 2017, “lleno de nubarrones e incertidumbres”, como lo define la propia organización, la red tiene previsto oponerse a este proyecto en todos los frentes. Se reunirán también con parlamentarios europeos para trasladarles que el informe que justifica la autopista eléctrica por el Pirineo “no se sostiene” y, llegado el caso, tampoco descartan ir a los tribunales.
“Y todo ello sin olvidar la permanente amenaza de la recuperación del proyecto de Autopista Eléctrica Peñalba-Arnero-Isona con las viejas torres del Aragón – Cazaril y el proyecto de ‘recrecimiento’ de la LAT Foradada del Toscar-La Pobla de Segur”.