Una farmacia de Teruel se mantiene abierta gracias a los valores del medio rural: “Queremos que nuestra hija crezca aquí”
La farmacia de la localidad turolense de Puertomingalvo estaba a punto de cerrar. Quien desde hacía quince años había estado al frente de la botica, Mabel Bertomeu, ya no podía atenderla y no encontraba a nadie que se hiciera cargo de ella. Subió el anuncio a las redes sociales y pronto encontró sustituta. Silvia Gómez vio en esta oferta una oportunidad de comenzar una nueva vida en el medio rural y darle a su hija los valores que allí se tienen.
Gómez es natural de Linares de Mora, apenas a unos kilómetros de Puertomingalvo. Vivió allí durante su infancia y se marchó después a Teruel. Ahora vuelve al pueblo que la vio crecer junto con su hija y su marido, también de otro municipio cercano, Mosqueruela. “Salió esta oportunidad y nos gustó la idea de volver porque tendría mayor conciliación, están mis padres y no estaría la niña todo el día en la guardería”, explica.
También los valores que hay en el medio rural le impulsaron a dar el paso, como la cercanía entre los vecinos, la confianza o el contacto con la naturaleza. “Como en el pueblo hay pocos habitantes tenemos mucha familiaridad, somos como una gran familia, tenemos confianza entre todos y está cerca la familia”, dice Gómez, que reconoce además que siempre ha mantenido contacto con el pueblo.
Afronta esta nueva etapa “un poco nerviosa”, aunque asegura que ya conocía la botica de Puertomingalvo, y apela a los siete años de experiencia que tiene desempeñando este trabajo. Además, pone en valor que el servicio farmacéutico se mantenga en la localidad, que apenas tiene consulta del médico dos días a la semana.
Con la misma ilusión ha acogido el alcalde del municipio, Manuel Zafón, la llegada de Silvia Gómez a la farmacia. “Para nosotros es una alegría, porque ha estado tres meses el anuncio en las redes sociales y no había manera de que nadie la cogiera porque decían el pueblo es muy pequeño y que había poca facturación”, dice. Sin embargo, el alquiler del local, que cuenta con una vivienda anexa, apenas es de diez euros simbólicos, para evitar trabas legales.
Para Zafón es “imprescindible” que el servicio de farmacia se mantenga en la localidad porque “hay mucha gente mayor” y la consulta del médico solo abre dos días a la semana en invierno y tres en verano. “El farmacéutico es una persona que todo el mundo le pide consejo y sabe si te puede recetar algo o si hay que llamar al médico, la gente se siente más segura”, señala.
El alcalde precisa además que es importante que el servicio continúe abierto porque, de haberse cerrado, no hubiera podido reabrir sus puertas. La ley solo lo permite en municipios de más de 2.000 habitantes. Igualmente, recuerda que la gestión deberá de ser, al menos de tres años. Y asegura que la farmacia abierta es una manera de “luchar contra la despoblación” y “fomentar el turismo”.
La gestión desde 2015
Hace justo cinco años Mabel Bertomeu emprendió un camino similar al que ahora ha tomado Silvia Gómez. Ella es natural del municipio valenciano de Oliva, mientras que su marido desciende de Rubielos de Mora, otra localidad cercana a Puertomingalvo. Optaron por asumir la regencia de la botica por la tranquilidad que les ofrecía vivir allí e hicieron las maletas. “Aquí he estado muy tranquila, la gente es muy amable, está muy implicada en mantener la farmacia y se portan muy bien conmigo”, relata.
Sin embargo, en el mes de junio tenían que dejar el servicio y en enero se pusieron a buscar sustituto en las redes sociales con el ánimo de que la farmacia no tuviera que cerrar. “Han sido cinco meses difíciles porque los que me llamaban para preguntar pensaban que no es rentable y yo he vivido así cinco años y compensa las horas que tienes para ti mismo, con un sueldo normal”, explica Bertomeu.
Apenas quedan unos días para que la regencia pase de las manos de Bertomeu a Gómez y Puertomingalvo se salve del cierre de su farmacia. El alcalde, Manuel Zafón, solo tiene buenas palabras para la antigua farmacéutica y reconoce que es “una lástima” que se tenga que ir porque se ha implicado en la localidad y ha formado allí una familia con dos hijas. “Le tengo mucho respeto y agradecimiento”, dice. Igualmente, da la bienvenida a quien será la nueva boticaria, con quien cree que les va a ir “muy bien”.
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