Alberto Zerain se prepara para atacar la cima del Annapurna
Alberto Zerain cree que mañana será el día. Desde su último campamento, por encima de los 7.000 metros, siente que casi puede acariciar la cima, aunque es muy consciente de que no todo está dicho, “según el parte, esta noche y mañana por la mañana no hará mucho frío; por la tarde nevará, pero esperemos que hasta entonces responda. En fin, ya veremos, la montaña siempre te puede pegar un golpe bajo”- afirma.
Y es que la inestabilidad meteorológica, parece ser la constante en el Annapurna esta temporada. Ayer mismo Alberto nos contaba que estaban muy contentos por haber dejado atrás el tramo más difícil y expuesto de la ruta, pero la jornada de hoy ha resultado ser igualmente extenuante. “Es complicado, aquí ni las apisonadoras. La verdad, este monte te toca la moral”, declaraba con cierta sorna.
Mientras se hidrata y descansa en su último campamento, Alberto visualiza lo que les queda por arriba. “Son unos mil metros, hay alguna cosa técnica, de escalar, pero para lo que hemos hecho, no es nada”. Zerain insiste mucho en esto: lo más duro ya ha pasado. “Llegar hasta aquí es lo que más ha exigido a nivel técnico, físico, moral…”. En ese sentido, considera que la estrategia de subir despacio, “empujando” los campamentos montaña arriba ha sido acertada, aunque ha dado como resultado una ascensión muy dura, “¡Buf! Cada jornada hemos trabajado como si fueran dos —confiesa—, esperemos que la nieve esté mejor de aquí para arriba…”
Sin embargo, les depare lo que les depare la montaña mañana, al menos serán seis para repartirse el trabajo. Y es que, a la coalición formada por las cordadas vasca e italiana, hoy se han sumado los chilenos, que hasta ahora venían trabajando por su cuenta. A estas horas, todos se afanan en realizar sus preparativos. “Ahora toca hidratar, comer y ordenarse —dice Alberto—. Y a no ser que haga un tiempo de perros, mañana es día de cumbre”. Esperemos que así sea.