Buscando sombra debajo de una mesa y durmiendo sobre mantas en el suelo: continúa la espera de más de 300 migrantes en Arguineguín
Sobre una pequeña manta roja, un grupo de inmigrantes se amontona debajo de una mesa para cubrirse del sol en el muelle de Arguineguín. Esta imagen de Efe Canarias retrata la forma en la que 332 personas aguardan en el sur de Gran Canaria una plaza de acogida en el Archipiélago. Mientras tanto, pasarán la noche bajo 17 tiendas de campaña levantadas por Cruz Roja. El “colapso” del sistema de acogida humanitaria del Archipiélago ha sido denunciado en los últimos meses por colectivos, asociaciones e incluso partidos políticos, que han exigido al Gobierno central más espacios habilitados para alojar a las personas que llegan a las Islas por vía marítima desde el continente africano. Un contexto que se ha visto agravado con la pandemia provocada por la COVID-19 y la necesidad de contar con espacios adecuados donde los migrantes puedan hacer cuarentena.
El doctor Martín Castillo, en declaraciones a Canarias Ahora, subrayó que las primeras 72 horas que los migrantes pasan en Canarias son determinantes para la evolución de su estado de salud. “Las secuelas sanitarias de pasar hasta diez días en una patera suelen ser traumatismos, deshidratación o úlceras provocadas por la presión de estar en la misma posición tanto tiempo”, explicó. Ante la previsible continuación de las llegadas en patera, Caballero plantea que debe primar la solidaridad entre islas, y también con la Península y Europa, para evitar el hacinamiento y posibles nuevos brotes. La Consejería de Sanidad registró la semana pasada un brote en la Casa del Marino, en Las Palmas de Gran Canaria, con al menos 37 positivos.
El presidente del Cabildo de Gran Canaria, Antonio Morales, ya expresó su miedo a que la Isla se convierta en una cárcel “como ha sucedido en Lampedusa o Lesbos”, ya que en buena parte de los casos el destino final del proyecto migratorio es la Península o Europa. “Se está tardando demasiado en dar respuestas firmes y necesarias como las que tienen que ver con el traslado de una parte de estas personas, de manera solidaria, a otras islas o que se arbitren medidas para que -tal y como demandan desesperadamente las personas que han llegado hasta aquí desde el continente africano- puedan ser trasladadas a la península o a otros países europeos”, apuntó. El responsable de la máxima corporación insular también exige al Gobierno central que asuma sus responsabilidades en materia migratoria después de “haber sido evadidas en los últimos 20 años”.
El profesional sanitario considera que también se debe procurar que “no se mezclen grupos de distintas embarcaciones en los mismos espacios para la cuarentena”, de forma que puedan gestionarse de manera eficaz los tiempos de aislamiento de cada persona. “Si un grupo lleva 14 días en cuarentena y de pronto se mezclan con otro que acaba de llegar, tendrían que empezar de nuevo”.
La alcaldesa de Mogán, Onalia Bueno, ha convocado este lunes a las 11.00 horas a los medios de comunicación en el propio muelle en una comparecencia en la que valorará la gestión migratoria. En los últimos días, la máxima responsable del municipio vecino, Concepción Narváez, criticó que la Delegación del Gobierno realojara a migrantes que llevaban varios días en el muelle de Arguineguín y en el terrero de lucha de Arinaga a complejos extrahoteleros de Gran Canaria que permanecían vacíos hasta el momento. Una decisión que, según declaraciones recogidas por Efe, ha permitido salvar al menos 72 empleos y realojar a las personas en condiciones dignas. A pesar de ello, la alcaldesa de San Bartolomé de Tirajana considera que “no es el lugar idóneo”, porque “las personas que se dedican a sembrar odio” podrían utilizarlo para “crear crispación social”. Esta misma semana también se prevé que el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, visite la comunidad autónoma para valorar las condiciones de la acogida en las Islas.
En esta línea, por redes sociales ha circulado un vídeo en el que se podía ver a personas negras bañándose en una piscina, asegurando que se trataba de las personas que habían sido trasladadas esta semana. Sin embargo, las imágenes no se corresponden con la actualidad y los complejos donde están alojados los migrantes mantienen las instalaciones comunitarias cerradas por motivos sanitarios. Este mismo fin de semana, un centro de emergencia que acoge a 21 niños y niñas extranjeros no acompañados de Gran Canaria ha sufrido un ataque racista con piedras. Un acto condenado por el Gobierno de Canarias: “Hacemos un llamamiento a la calma y al sosiego. Con odio y rechazo no avanzaremos como sociedad”.
Este domingo, 90 personas en cinco embarcaciones diferentes han alcanzado las costas canarias. Una de ellas con 19 ocupantes ha sido localizada varada en Caleta de Sebo, La Graciosa. Otras tres han sido rescatadas al sur de Gran Canaria, con un total de 47 personas a bordo. La última ha llegado al puerto de Tazacorte, en el punto más occidental de La Palma, con 24 migrantes.
Sobre una pequeña manta roja, un grupo de inmigrantes se amontona debajo de una mesa para cubrirse del sol en el muelle de Arguineguín. Esta imagen de Efe Canarias retrata la forma en la que 332 personas aguardan en el sur de Gran Canaria una plaza de acogida en el Archipiélago. Mientras tanto, pasarán la noche bajo 17 tiendas de campaña levantadas por Cruz Roja. El “colapso” del sistema de acogida humanitaria del Archipiélago ha sido denunciado en los últimos meses por colectivos, asociaciones e incluso partidos políticos, que han exigido al Gobierno central más espacios habilitados para alojar a las personas que llegan a las Islas por vía marítima desde el continente africano. Un contexto que se ha visto agravado con la pandemia provocada por la COVID-19 y la necesidad de contar con espacios adecuados donde los migrantes puedan hacer cuarentena.
El doctor Martín Castillo, en declaraciones a Canarias Ahora, subrayó que las primeras 72 horas que los migrantes pasan en Canarias son determinantes para la evolución de su estado de salud. “Las secuelas sanitarias de pasar hasta diez días en una patera suelen ser traumatismos, deshidratación o úlceras provocadas por la presión de estar en la misma posición tanto tiempo”, explicó. Ante la previsible continuación de las llegadas en patera, Caballero plantea que debe primar la solidaridad entre islas, y también con la Península y Europa, para evitar el hacinamiento y posibles nuevos brotes. La Consejería de Sanidad registró la semana pasada un brote en la Casa del Marino, en Las Palmas de Gran Canaria, con al menos 37 positivos.