*Inma Sánchez Roca es senadora
La política, cuando es honesta, no compite por el ruido ni por los titulares. Su vocación no es satisfacer egos ni alimentar vanidades, sino responder al deseo de construir colectivamente un futuro mejor. En los momentos más oscuros, hemos sido refugio y esperanza para quienes confiaban en que otra manera de hacer las cosas era posible. Hoy, esa confianza sigue viva, pero la exigencia es mayor y el tiempo, más urgente.
La Región de Murcia no aguanta un parche temporal más por muy buen envoltorio que le ponga el PP. Después de 30 años de sus sucesivos gobiernos somos una tierra empobrecida a todos los niveles. Tenemos un gobierno regional que se limita a subir y bajar la persiana, sin capacidad transformadora y con una actitud frentista, desleal e irresponsable con el Gobierno de España siendo este el que más ha invertido en la Región de Murcia. La pobreza infantil que tiene esta tierra debería de alertar a cualquiera para reclamar un proyecto político con ambición de futuro, porque no se trata únicamente de corregir errores, sino de plantear una alternativa que brinde oportunidades reales.
Somos el partido que escucha, el que entiende y, sobre todo, el que se compromete. Pero el compromiso, por sí solo, no basta. Hace falta dirección, propósito y claridad. No podemos limitarnos a ser una oposición reactiva que señala los errores de otros. Tenemos la responsabilidad de ofrecer soluciones que no sólo respondan al presente, sino que anticipen las necesidades del futuro. La Región de Murcia merece un motor de cambio que lidere con firmeza y visión, con certezas.
Conozco a Francisco Lucas desde hace mucho tiempo. Compartimos generación y orígenes. Nuestras madres han empaquetado muchos limones con la dignidad de las mujeres de esta tierra para darnos lo mejor, y lo mejor siempre ha sido su ejemplo. Hemos crecido juntos dentro y fuera de la política. Hemos trabajado de la mano cuando nos eligieron nuestros vecinos y vecinas para dirigir nuestras localidades. Sé que su fortaleza no reside en imponer, sino en sumar. No busca protagonismo, sino resultados. Liderando, sumando y uniendo. Porque no hay un minuto que perder en darle potencia a la única opción política que procura mejoras salariales, que sube las pensiones, que expande becas, que se emplea en la recuperación del Mar Menor o el corredor mediterráneo, que legisla a favor del derecho a la vivienda y no de la especulación.
El cambio se construye con equipos, ampliando talento y abriendo nuevas etapas sin caer en el adanismo, siendo conscientes de que este partido no empieza aquí y ahora. Tenemos una enorme responsabilidad, incluso histórica, con unas siglas que han luchado por los derechos y las libertades. Hombres y mujeres antes que nosotros nos legaron un compromiso militante, un vínculo con unas ideas y una forma de estar en el mundo. Eso es militancia.
Este proyecto para abrir una nueva etapa en el PSOE de la Región de Murcia nace de un compromiso colectivo, un esfuerzo compartido que busca integrar todas las voces y todas las sensibilidades. Un espíritu que construye unidad, militante a militante, con la épica de saber que la responsabilidad también puede ser revolucionaria. Vamos a por un partido que no sólo sea fuerte y cohesionado, sino también profundamente humano, capaz de escuchar y de conectar con las necesidades de nuestra gente. De cada agrupación, de cada municipio. Porque ganar cuenta. Pero de qué manera se gana y cómo se administra el triunfo es más importante.
Desde el respeto, la responsabilidad y el compañerismo, invito a toda la militancia a unirse a este proyecto que no sólo busca transformar nuestro partido, sino también renovar nuestra región. La Región de Murcia merece un PSRM que entienda que el cambio no es una utopía, sino un trabajo constante.
Francisco Lucas suma el talento y la experiencia de todos y todas para liderar un proyecto común. Aquí no sobra nadie. Liderar no es señalar un horizonte; es construir el camino. Y ese camino, estoy convencida, lo estamos recorriendo con pasos firmes, con esfuerzo compartido, con generosidad y con convicción.
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