Los aplazamientos sobrevenidos en la historia del CD Tenerife

Formación del CD Tenerife 78-79 en el 'partido de la niebla' en Miranda de Ebro

ACAN

Santa Cruz de Tenerife —
10 de noviembre de 2024 17:18 h

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La milenaria trayectoria del CD Tenerife en el fútbol nacional está salpicada por el hecho, poco frecuente, de los aplazamientos sobrevenidos de partidos de liga. El último de la relación, el de este domingo 10 de noviembre, cuando debía haberse disputado en el Heliodoro el Tenerife-UD Levante.

Más habituales los cambios de fecha programados con antelación, los imprevistos no llegan ni a una veintena los que surgieron por una casuística de fuerza mayor en la que hay de todo: un accidente aéreo, una niebla londinense, cierres de aeropuertos por meteorología adversa, huelgas –de futbolistas, de controladores de vuelo y hasta de acomodadores– o enfermedades de jugadores rivales. He aquí un repaso a la historia de estos contratiempos.

Tenerife-Málaga (temporada 56-57). El aterrizaje forzoso, cerca del aeropuerto de Los Rodeos, del DC-3 en el que viajaba la expedición del equipo andaluz obligó al cambio de fecha del partido de la cuarta jornada de la Liga de Segunda División. Debía jugarse el sábado 30 de septiembre de 1956, pero no lo hizo hasta el martes 2 de octubre.

El accidente se saldó con una sola víctima mortal, una vecina cercana a la zona de impacto en Los Baldíos, en lo que pasaje y tripulación abandonaban la aeronave en medio de las llamas que consumieron el fuselaje.

El partido se jugó dos días después y acabó con la victoria blanquiazul (2-0, doblete de Antonio) y más accidentes. El visitante Carrillo fue expulsado en el minuto 86 por agredir a Óscar, pero no se negó salir del campo hasta que lo hizo forzado por una pareja de la Guardia Civil. Un minuto antes, su compañero Borredá –luego titular e ídolo blanquiazul en el ascenso del Tenerife a Primera en 1961– también había recibido una roja que encajó de malos modos, tanto que acabó pegándose con el masajista del representativo Rogelio Alberto, que también era entrenador de boxeo. Eligió mal contrincante para aquel duelo.

Tenerife-San Fernando (temporada 62-63). De regreso a Segunda tras el fugaz paso por la élite nacional, el retraso en el vuelo que traía al archipiélago al equipo gaditano obligó a que el encuentro de la duodécima fecha pasara del domingo 16 al lunes 17 de diciembre de 1962. El contratiempo no desactivó al equipo de Eduardo Toba, que firmó un contundente 5-0 con los tantos de Justo Gilberto y Santos (penalti) y el triplete de Javier López, justo en el día de su debut como jugador tinerfeñista.

Calvo Sotelo Andorra-Tenerife (temporada 70-71). Previsto para el domingo 27 de diciembre de 1970, un temporal de nieve en la provincia de Teruel lo movió al martes 29 siguiente, aunque la persistencia de la inclemencia, la celebración de la Nochevieja y el partido frente al Real Unión de Irún (1-0) fijado para el 3 de enero postergaron el encuentro en Andorra hasta el 3 de febrero de 1971. Encajado entre las visitas, ya en la segunda vuelta, al Chantrea (1-1, Esteban) y al Tudelano (1-0), por fin pudo disputarse en medio de siete días frenéticos en el norte peninsular. El 2-0 registrado finalmente no afectó a aquel Tenerife dirigido por Javier García Verdugo, que consiguió el ascenso después de tres duras campañas de penitencia en la Tercera División, hoy Primera Federación.

Pontevedra-Tenerife (temporada 76-77). Listado en la vigésimo octava de Segunda División, fue aplazado un día por el cambio de planes debido al cierre del aeropuerto del aeropuerto de Santiago de Compostela. Pasado del domingo 13 al lunes 14 de marzo de 1977, ya con los blanquiazules presentes en Pasarón, Illán (m.5) y Maciel (m.30) marcaron para el Tenerife en el 2-2 final.

Granada-Tenerife (temporada 76-77). Dos meses después del precedente, el cierre de Los Rodeos por la niebla que cubría la vega lagunera –habitual en una época sin la instrumentación de ayuda actual– dejó en tierra al grupo de Mariano Moreno. Trasladado del domingo 15 de mayo al jueves 19, no alteró la suerte en una plaza históricamente adversa para el Tenerife: 2-0 y vuelta a la Isla.

Mirandés-Tenerife (temporada 78-79). Ha pasado a la historia del tinerfeñismo como el partido de la niebla. Llegó a comenzar el domingo 14 de enero de 1979 hasta que en el minuto 14 fue suspendido por Díaz Gutiérrez porque la nube de vapor de agua que cubría el campo de Anduva solo hacía visible cuarenta metros alrededor de árbitro y futbolistas. Los goles y las tablas finales (1-1, Larrañaga) debieron esperar al día siguiente, lunes 15, ya sin niebla y unos pocos espectadores por ser laborable.

Tenerife-Bilbao Athletic (temporada 78-79). Tuvo que aplazase una semana por la huelga de futbolistas en Primera y Segunda División, aunque los del CD Tenerife no decidieron secundar la protesta hasta el mismo día del partido de la 25.ª jornada. Así que el filial de los leones se desplazó a la Isla y se enteró, ya en Santa Cruz, de que su rival había decidido unirse al paro casi sin margen para suspender la cita.

De hecho, aquel domingo de Piñata el Heliodoro abrió sus puertas y los aficionados recibieron por la megafonía del Estadio la comunicación de que no iban a comparecer los equipos. El único espectáculo fue un improvisado desfile de las murgas y comparsas que habían sido invitadas al partido. El sábado siguiente, ganó el Tenerife (2-0) con tantos de Román y Belmonte.

Las Palmas-Tenerife (temporada 88-89). Otro partido con nombre propio en el imaginario tinerfeñista: el derbi de la gota fría. El sábado 18 de febrero se anunciaban tormentas y no llovió, aunque en la vigilia por la tormenta ya se había decidido la suspensión. Ya atisbando el ascenso a Primera que luego fue, el Tenerife de Benito Joanet jugó el clásico en el Insular el martes 21, cazando en el minuto 91 el 2-2 final con una volea de antología de Quique Medina.

Tenerife-Atlético de Madrid (temporada 96-97). Con el cuadro de Jupp Heynckes inmerso en el curso con más partidos oficiales de su historia (54), la cita en el Heliodoro con los colchoneros (prevista para el 26 de enero de 1997) se alargó casi cuatro meses por la gastroenteritis de siete jugadores del Atlético no recuperados a tiempo. Llegada la primavera, se impuso el 15 de mayo el grupo de Antic (2-3, Jokanovic y Kodro).

Real Sociedad-Tenerife (temporada 96-97). La lluvia inundó Anoeta en la madrugada del domingo 1 de junio y movió aquel partido sin incentivos para el Tenerife –ya eliminado de la Copa del Rey y de la UEFA, noveno en la Liga a tres jornadas del cierre– al lunes 2, cuando cayó por un 3-0 doloroso.

Tenerife-Granada (temporada 10-11). Se debió jugar en la víspera del día de la Constitución de 2010, pero debió esperar un mes y medio más (miércoles, 26 de enero) por la huelga salvaje de controladores que paralizó el espacio aéreo, impidió el viaje del equipo nazarí y obligó al Gobierno de España a decretar el estado de alarma. El partido acabó con reparto de puntos (2-2, Antonio Hidalgo y Julio Álvarez).

Zaragoza-Tenerife (temporada 14-15). Aplazado un día por la huelga de los trabajadores fijos discontinuos del Real Zaragoza, que impedía la apertura del estadio de La Romareda, se jugó el lunes 3 de noviembre. Dos goles de Ifrán y otro de Vitolo dieron aire (2-3) al equipo que dirigía entonces Álvaro Cervera.

Tenerife-Lugo (temporada 17-18). Fue aplazado 24 horas al decretarse la alerta máxima por lluvia y viento en la Isla, con el Lugo ya en la Isla tras haber llegado el sábado por la mañana. La suspensión se acordó el mismo domingo 25 a mediodía, a solo unas horas de la fecha prevista inicialmente. Ganó el Tenerife 3-1 (Longo, Juan Villar y Leuko, en propia puerta).

Lugo-Tenerife (temporada 18-19). El partido de la penúltima jornada de la Liga 18-19 se aplazó del 2 al 4 de junio al conocerse el fallecimiento del ex sevillista José Antonio Reyes en un accidente de coche, cuando ya era futbolista de la plantilla del Extremadura. La cita en el Anxo Carro concluyó con un empate salvador para los dos equipos (0-0).

Mirandés-Tenerife (temporada 20-21). Afectado aún por los efectos de la pandemia, cambió del 31 de marzo al 21 de abril de 2021 tras detectarse siete positivos por Covid-19 en el equipo burgalés. Jugado a puerta cerrada, como todos los partidos de esa liga, acabó en tablas sin goles.

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