Sergio Lobera resta importancia a su discusión con Nauzet Alemán
El entrenador de la Unión Deportiva Las Palmas, Sergio Lobera, ha confirmado este lunes que discutió con su jugador Nauzet Alemán al término del partido del sábado pasado ante el FC Barcelona B (0-2), en el vestuario del estadio de Gran Canaria, aunque ha restado trascendencia al asunto.
El técnico aragonés ha comparecido en rueda de prensa para aclarar un incidente en el que ha reconocido que hubo “momentos de cierta tensión”, aunque sin que llegara a pasar “absolutamente nada”, al tiempo que se ha quejado de una filtración interna “que se desajusta de la realidad”.
“Ni me han pegado, ni me han agredido, ni nada de lo que he tenido que leer y escuchar”, ha asegurado Lobera, muy molesto porque “la persona que la ha hecho llegar -la noticia- ayuda muy poco al grupo, al equipo y al vestuario para lo que tenemos que conseguir”, el ascenso a Primera, objetivo que se ha marcado el club isleño.
De la discusión con el centrocampista isleño, suplente ante el filial azulgrana y que no llegó a participar en el choque, ha dicho que fue “algo normal, propio de la tensión de perder un partido”, así como de la “frustración de un futbolista que viene entrenando cada día para intentar jugar, y el entrenador no lo utiliza”.
El técnico aragonés ha explicado que, al acabar el partido, y pese a la derrota, fue felicitando uno por uno a los jugadores por el esfuerzo realizado y, al llegar a Nauzet Alemán, éste se negó a darle la mano, originándose “una discusión” pero dentro de “unos límites normales, como en cualquier otra profesión”.
Lobera ha dicho que el futbolista isleño es “muy temperamental”, que está “dolido por lo que ha leído”, y que ambos han compartido este lunes, antes del entrenamiento, su sorpresa por ello.
Incluso ha dicho que el jugador le ha pedido disculpas, “pero más por lo que se ha dicho a nivel externo, que por lo que realmente ocurrió”.
El entrenador de la UD Las Palmas, quien dirigirá el próximo domingo al equipo grancanario en su Zaragoza natal, aboga por estar “más unidos que nunca”, niega que haya mala relación entre el cuerpo técnico y los futbolistas, y rechaza las “cosas que a nivel externo desestabilicen” al grupo que dirige.