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Bloqueadas en el Puerto de Tenerife 432 toneladas de papas de Israel por riesgo fitosanitario a pocas semanas de la cosecha canaria

Papas que llegaron al Puerto de Santa Cruz de Tenerife procedentes de Israel sin cumplir las normas fitosanitarias

Iván Alejandro Hernández

Las Palmas de Gran Canaria —

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Dieciséis contenedores con 432.000 kilos de papa con gran cantidad de tierra adherida procedentes de Israel permanecen bloqueadas desde la semana pasada en el Punto de Inspección Fronterizo (PIF) del Puerto de Santa Cruz de Tenerife. Se trata de una operación de importación promovida entre otras personas por Ángela Delgado, presidenta de la Asociación de Agricultores y Ganaderos de Canarias (Asaga) y socia de la empresa Cadimisa Canarias SL, que suministra con 4.000 toneladas anuales a Mercadona. La excusa para esta importación y su elevado volumen a escasas semanas de que empiece la cosecha de papa canaria ha sido el supuesto desabastecimiento del Archipiélago, lo que en el sector agrario es negado rotundamente.

“Ahora mismo no hay papas en las Islas”, asegura Delgado en conversación con este periódico, lo que niega la Plataforma Agraria Libre de Canarias (integrada en la estatal Unión de Uniones de Agricultores y Ganaderos), que estima que existe abastecimiento suficiente, dado que el consumo ha bajado debido al descenso de turistas y al cierre de hoteles y restaurantes por la crisis sanitaria derivada del COVID-19 y la declaración de estado de alarma. Además está a punto de dar comienzo la cosecha de la papa de media estación (entre finales de abril y principios de mayo), “que conllevará una producción importante en Canarias”, según el secretario insular de la organización en Tenerife, Jesús Corvo.

El también vicepresidente regional de Palca afirma que ha mantenido una reunión con la consejera de Agricultura, Ganadería, Pesca y Aguas del Gobierno regional para pedirle que se cumplan las normas fitosanitarias específicas para el Archipiélago recogidas en una orden del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación de 1987 y no se permita la entrada de esas papas, que podrían contribuir a la propagación de plagas. “Hay que tener mucho cuidado con todo lo que se importa, aquí nos estamos jugando el paisaje. Y no vamos a consentir que se hagan este tipo de barbaridades”. El temor principal en el sector es que la papa israelí contenga bromuro de metilo en la tierra que llega incrustada.

Preguntada por estos extremos la Consejería, ésta ha remitido al Estado porque “es quien tiene la competencias en materia fitosanatira”. La Autoridad Portuaria de Santa Cruz de Tenerife, dependiente del Ministerio de Fomento, ha confirmado que se ha denegado la entrada del cargamento en el mercado local al constatar que el producto importado no cumple con la orden ministerial.

Ángela Delgado, la importadora, ha reclamado una segunda inspección de otros contenedores porque las papas provienen “de dos campos distintos”, pero reconoce que se la ha denegado y se reexpedirá todo el cargamento hacia otro destino, aunque llegarán otros seis contenedores más en los próximos días. La empresaria ha pedido aplicar a las papas un tratamiento de lavado mediante un protocolo que ha trasladado a Agricultura, recordando que la semana pasada ya se introdujo una partida de papas de la misma procedencia que sí cumplía con los requisitos exigidos.

La presidenta de Asaga, que presume de ser “nieta e hija de agricultores”, es también la máxima representante de la Sociedad Cooperativa Agrícola de San Miguel de Abona, una de las principales comercializadoras de papas en Tenerife de la que forma parte la productora Garañaña. Explica que cuando comenzó a suministrar a Mercadona en 2013 en Tenerife, la empresa alimentaria le pidió que constituyera una sociedad limitada porque no quería operar con una cooperativa; de esa entidad forman parte 700 agricultores, según Delgado.

Mercadona, que cuenta con 75 proveedores en las Islas, asegura que es “consciente” del “esfuerzo que realiza” Cadimisa para garantizar el suministro de papas del país y afirma que actualmente les provee de 4.000 toneladas durante nueve o diez meses al año y el objetivo que persigue la cadena siempre “es cubrir los doce meses con papa canaria”.

Pero Delgado dice que este año la sequía durante el otoño y el invierno, además de los fuertes vientos del temporal que sufrió Canarias en el mes de febrero, han mermado la producción que tenía prevista la comercializadora. Para poder seguir entregando los suministros -“si antes teníamos un compromiso de 150.000 kilos semanales, tras el estado de alarma se ha disparado al doble”- asegura, por lo que se ha puesto en contacto con diferentes productores y organizaciones de otras islas porque “solamente importamos cuando no tenemos papa canaria, somos agricultores y lo digo con mucho orgullo”. Sin embargo, sostiene que las recogidas, por ahora, son muy pequeñas.

Habrá papas autóctonas que no se podrán vender

Octavio Dónez, gerente de la Cooperativa Valle de La Orotava (Tenerife), reconoce que el temporal mermó la cosecha de papas tempranas en Tenerife, de septiembre a noviembre, pero no cree que se pueda hablar de desabastecimiento. Un indicativo para valorar si hay escasez es el precio, que aumenta ante la falta de oferta: aunque desde que comenzara la crisis sanitaria la papa ha subido a 1,10 euros el kilo, asegura que agricultores de la cooperativa “han vendido a 80 y 90 céntimos”, lo que se considera normal en el sector.

De hecho, Dónez sostiene que en esta época los operadores suelen intentar introducir en el mercado producto importado para bajar el precio de la papa, y “no lo hacen por problemas de abastecimiento”. Además, recuerda que a partir del 20 abril comenzarán con la recogida y estima que dentro de 15 días “va a haber papas que no se podrán vender”, como ya ha sucedido con otros productos como los melones, las sandías o el queso, dado que al cerrar el canal Horeca (Hoteles, Restaurantes y empresas de Catering), agricultores o ganaderos han tenido dificultades para dar salida a sus producciones.

Benito Melián, con 50 años de experiencia en la producción de la papa en Canarias, comercializa 3 millones de kilos de papas al año a través de la empresa Bejuca SL, ubicada al sur de Tenerife. Y, al igual que Dónez, sostiene que el temporal afectó a la papa temprana, pero aventura que habrá “una cosecha tremenda” de la que se plantó en diciembre. A su juicio, desabastecimiento no hay ni habrá, porque comenzará una nueva recogida, “la más importante” y “en mayo los agricultores irán a quejarse por no tener donde meter las papas”.

Bejuca es un operador que importa y compra la producción sobre todo al sur de Tenerife, pero también en islas no capitalinas. Melián considera que se perjudica a todo el sector cuando se traen muchos productos de fuera de las Islas porque lo que se consigue es que bajen los precios, ya que “se hace incluso para tener la mercancía almacenada”.

Melián defiende que “hay que hacer lo correcto”, que consiste en importar en función de la producción local y de lo que se consume, es decir, “cuando haga falta”. Y “si a una persona o a una empresa le fallan las papas, que recurra a los demás y se consuma lo de aquí”, pero “que no traigan papas en mal estado que puedan propagar plagas. Hay que reflexionar un poco, no se trata solo de lo que me interese a mí, sino que hay que mirar por el bien común”.

“Si se rechaza, se rechaza, no estamos haciendo nada ilegal”, afirma Delgado, que considera que  las 40 toneladas de papa importada de Israel cubrirían como máximo diez días de consumo, hasta que se recogiera la nueva cosecha. “Hemos dado orden de recoger a todo aquel que tenga algo ahora mismo y si faltan papas, yo ya he hecho todo lo que podía” concluye.

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