Por la convivencia y el bien de todos, luz y color sin ruido

En estos días, así como en las épocas en las que se conmemoran fechas señaladas, uno de los mayores quebraderos de cabeza de muchas personas es cómo minimizar las molestias que les ocasionan los fuegos artificiales y demás material pirotécnico.

De hecho, me atrevería a aventurar que un alto porcentaje de las personas que lean estas líneas han participado en alguna ocasión en conversaciones en las que alguien se lamentaba de lo nervioso que se ponía un ser querido por el estruendo de los voladores. Un estado de ansiedad que también se da en la mayor parte de los animales, que en estos días corren despavoridos sin saber cómo remediar su malestar.

Ante esta situación y en una apuesta por facilitar convivencia respetuosa de todas y todas, desde Sí Podemos en el Cabildo de Gran Canaria hemos impulsado una moción en el pleno Insular para regular el control y manejo de la pirotecnia en los espacios públicos y proteger así a las personas afectadas por el ruido de estos productos y también a los animales.

Las personas que tienen hipersensibilidad sensitiva, sobre todo auditiva, son quienes sufren en mayor medida el ruido y estallido derivados del uso del material pirotécnico. Una afectación que suele verse provocada, o agudizada por ciertos tratamientos como la quimioterapia, que puede provocar una reducción considerable de la tolerancia al ruido. De igual forma, quienes padecen determinados trastornos cognitivos, como autismo, suelen verse afectados por las consecuencias de los fuegos artificiales y petardos tan comunes en las celebraciones.

En el caso de los animales, domésticos o silvestres, son frecuentes los cuadros de taquicardias, temblores o pérdida de control, entre otros padecimientos, derivados de las molestias causadas por el estruendo de la pirotecnia. Esta situación puede derivar hasta en la muerte del animal por paradas cardiacas o accidentes al huir despavoridos.

En estas fechas, en las que especialmente se hace uso de este material, es cuando debe incidirse en la concienciación de las consecuencias de la pirotecnia. Ser sensibles a las molestias que causan y ser capaces de empatizar con quiénes se ven afectados por el ruido que genera.

A través de las redes sociales hemos visto ejemplos de los efectos dramáticos que el uso de la pirotecnia tiene en animales. También ejemplos gráficos para ponernos en su piel, ya que para ellos el sonido es tres veces mayor que lo que percibimos los humanos. ¿Nos imaginamos escuchar ese ruido amplificado 3 veces?

Siendo así, es difícil entender cómo, a día de hoy, no hemos tomado medidas para controlar o reducir los perjuicios que genera la pirotecnia, teniendo ejemplos en otros territorios donde este tipo de normativas llevan varios años vigentes.

En el caso de Gran Canaria, entre las medidas que queremos plantear, para regular la utilización de material pirotécnico, es instar a quiénes tienen la capacidad de regularlo a hacerlo. Además, también proponemos estudiar la viabilidad del uso de pirotecnia sin ruido ni explosiones en los espectáculos y eventos subvencionados por este Cabildo.

Pero, sobre todo, creemos, que es importante incidir en la necesidad de llevar a cabo campañas informativas que sensibilicen y conciencien sobre los problemas que el estruendo de la pirotecnia genera en personas y animales. Estas iniciativas, que deben dirigirse, especialmente, a niños y adolescentes, deben hacer también hincapié en la importancia de hacer un buen manejo del material pirotécnico, ya que es frecuente ver en las calles de nuestros municipios a menores divirtiéndose con petardos y demás elementos artificiales que pueden provocar situaciones de descontrol y peligro.

El bienestar de las personas y los animales y la convivencia de todos entendiendo que tenemos los mismos derechos, debe animarnos a cambiar nuestras costumbres sobre el uso de la pirotecnia. El uso de la luz y el color sin ruido, es también una buena forma de festejar y disfrutar, siendo además respetuosos con los demás.