Espacio de opinión de Canarias Ahora
La crisis sociosanitaria de Canarias
Canarias es la comunidad autónoma con la mayor lista de espera sanitaria de España. No es un problema de dinero y menos aún después de aumentar el presupuesto de la Sanidad canaria en 300 millones de euros esta Legislatura: la Comunidad de Madrid (gobernada por el Partido Popular), atiende a sus enfermos cuatro veces más rápido que en Canarias, y el gasto sanitario por habitantes es de 53 euros menos que aquí.
Los pacientes en los servicios de Urgencias están durmiendo en camillas, conectados a tubos de oxígeno en los pasillos, esperando por una cama en una habitación y a dos metros de otra camilla, con sus familiares sentados en sillas a su lado. El personal sanitario está colapsado y estresado, y las ambulancias tardan más de cinco horas en trasladar al paciente a su domicilio. Coalición Canaria tiene una crisis sociosanitaria en toda regla en esta comunidad autónoma, y el Gobierno es el único que no se ha dado cuenta.
El plazo de garantía máximo para una cirugía de hernia discal es de mes y medio, y se está tardando 180 días. ¿Por qué el Gobierno de Canarias no detalla la lista de espera quirúrgica por procesos y según la complejidad? ¿Por qué no aclara si se está bajando o no la lista de espera de cirugías oncológicas? ¿Por qué no informan del número de complicaciones y reingresos de esas cirugías?
En Canarias hay 1.040 personas esperando por un escáner, 1.021 mujeres están esperando por una mamografía (309 más que en diciembre de 2017), 13.700 canarios están esperando por una ecografía (3.200 más que en 2017) y 3.800 pacientes están esperando por un ecocardiograma que tardan 10 meses en realizarlo. Un enfermo con cáncer de estómago o de colon debe esperar casi un año por su diagnóstico. Hay 132.700 pacientes pendientes de cita con el médico especialista y 25.000 canarios esperando para operarse (3.300 más que hace 8 años).
La semana pasada se conocía la Auditoría de los sistemas de información para la gestión de las listas de espera, elaborada por las dos universidades públicas canarias, que destapa que el actual Gobierno de Canarias no incluye en la lista de espera de consultas a los pacientes hasta que se les asigna fecha para la consulta; cuando el Real Decreto de 2003 indica que deben contabilizarse en la lista de espera desde la fecha de solicitud de la consulta.
La citada Auditoría muestra que hasta que los pacientes no tienen cita, no cuentan como pacientes en espera pese a que esté solicitada la consulta con el especialista, identificando así el sistema que utiliza el Gobierno para manipular las listas de espera. Es más, cuando el hospital cancela una cita, los pacientes dejan de contabilizar en la lista de espera hasta que se les asigne nueva cita, como si se hubieran curado al suspenderse su operación. Los propios auditores indican que parte de los datos de los sistemas de información de las listas de espera de pruebas o consultas no es fiable, y que no deberían hacerse públicos.
¿En qué momento se incluye a un paciente en la lista de espera para operarse? Porque no es lo mismo hacerlo cuando lo ve el medico en la consulta y le solicita pruebas complementarias, que incluirlo cuando dichas pruebas estén realizadas. No es lo mismo derivar al paciente a un centro concertado cuando está a punto de sobrepasarse el plazo máximo para ser operado, que desde el momento que le prescribe el médico la cirugía.
El colapso progresivo en los últimos cinco años en los servicios de urgencias hospitalarios es la gota que colma el vaso y que hace pensar que la sostenibilidad de nuestro sistema sanitario público y universal está quebrando en Canarias. Eso, unido a que las listas de espera se han convertido en la peor epidemia sanitaria, con más de 185.000 pacientes sin atender, casi uno de cada diez canarios. ¿Por qué no se coordina la política sanitaria con la sociosanitaria? Solo el 14 de enero, en el Servicio de Urgencias del Hospital Doctor Negrín, había casi 100 pacientes sin atender, entre los pendientes de ingresos y los situados en los pasillos.
El actual Gobierno canario ha llevado a esta situación por su nefasta política sociosanitaria, porque no se coordinan con los Cabildos; ni siquiera se coordinan entre la Consejería de Sanidad y la de Asuntos Sociales del mismo Gobierno. Tardan meses en trasladar a un paciente de los hospitales a las residencias sociosanitarias. ¿Qué hace la Consejería de Asuntos Sociales junto a la de Empleo, cuando con quien tiene que coordinarse es con la de Sanidad? ¿No se dan cuentan de que los servicios sociales y los sanitarios son vasos comunicantes? ¿Qué ha hecho el gobierno con el Plan de Urgencias? ¿Cuándo va a potenciar los servicios de urgencias extrahospitalarios para evitar derivaciones a los hospitales? Todas esas preguntas siguen sin responderse.
Canarias requiere un Plan de Cronicidad que saque a los ancianos enfermos de los pasillos de nuestros hospitales. Hace falta impulsar la ayuda a domicilio, la teleasistencia, las camas de hospitalización a domicilio, estabilizar las plantillas de los profesionales sanitarios, resolver la gestión en la Atención Primaria para que no llegue toda la presión a los servicios de Urgencia. Es preciso derivar pacientes agudos a los centros concertados, así como los pacientes sociosanitarios crónicos a sus centros respectivos sociosanitarios. Y también es imprescindible dimensionar las unidades para pacientes críticos y semicríticos en los hospitales de tercer nivel.
El fracaso en la gestión de la Sanidad canaria es absoluto. Esto no puede seguir así.
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