¿Qué dices de Podemos?

Está organización está en la cresta de la hola y escribir sobre ella no estando de acuerdo con el fondo de su predicamento es remar contra corriente. Lo fácil para conseguir el aplauso es estar en conformidad con su línea ideológica. Los lectores seguramente no van a estar de acuerdo con este artículo, pocos o ninguno va a decir “me gusta”, pero eso a mi edad no importa, si a mis años no digo lo que pienso libremente, moriría como un verdadero pendejo. Mi idea es pasar a la otra vida con dignidad. Todo el que dice su verdad con argumentos y la defiende con honestidad, tiene el mayor de mis respetos. Casi nunca estoy en contra de las ideas de los demás, intento ser respetuoso y compasivo. Pero eso no quiere decir que las comparta y que me las trague sin opinar. Siempre he sido un escuchante de las personas que merecen ser escuchadas, por su honestidad y preparación. Desgraciadamente el nivel de la clase política tiene muchos claros y oscuros. Mucha falta de formación intelectual y con el paso de los años incluso hemos empeorado. Por ello; cuando aparece un ser humano de nivel que decide dedicar su capacidad y su tiempo a esta noble causa me alegro enormemente. Ese es el caso del socialista Juan Fernando López Aguilar. Un hombre que no fue Presidente del Gobierno de Canarias, en las elecciones autonómicas del 2007, con 26 diputados regionales sobre 60, al unirse todos contra él. Sacando 19 diputados CC y 15 diputados el PP. Al ser una persona de gran valía entre todos lo aburrieron, trataron de liquidarlo dentro y fuera del partido socialista, no parando hasta que Zapatero lo rescata en el 2009, para encabezar la lista a las elecciones europeas, obteniendo 21 diputados a solo 2 diputados del PP. Por aplicación del artículo uno, los grupos de poder en Canarias y desde Tenerife, se cepillan a un hombre que hubiese conseguido cosas importantes en Canarias y hubiera equilibrado la balanza Tenerife-Gran Canaria.

Leo a un articulista de este mismo periódico digital que defiende la filosofía política de Podemos, con el título: Juan Fernando y Podemos haciendo alusión a un artículo del señor López Aguilar en un periódico local de tirada de papel. El mencionado articulista parte desde mi modesta opinión de una hipótesis errónea con lo cual su teoría política final es errónea. Hace un tratamiento de la forma de gestionar una Nación utilizando el símil de la gestión de una empresa privada. Hablando de los políticos como vulgares administradores de un país llamado España. Criticando a López Aguilar, porque parece ser, señaló que las propuestas de Podemos “son disparatadas y no creíbles”. Que coste que son las palabras del articulista ya que no he leído ese artículo. Finalmente, el articulista defiende la posición de Podemos, entre otras cuestiones como gente ilusionada y que desean soñar con un país al estilo de esa organización política.

La gente es muy libre de soñar, pero en política, como en muchas otras cuestiones, los experimentos de laboratorio en las facultades, suelen estar mucho más cerca de los fracasos que de los éxitos. Esos señores de Podemos utilizan un populismo, cuyos resultados no están contrastados con la realidad y hablan del termino Castas; lo hacen, de forma peyorativa y descalificadora, sin tener en cuenta que modelos de países que defienden como ideales han llevado al padecimiento y sufrimiento de esas poblaciones las Castas. Sé que Europa y Latinoamérica tienen una concesión distinta de la sociedad pero el imitar algunos modelos económicos caso de Venezuela, trasladando algunos posicionamientos, es un grave error para España. Recomendaría a los que defiende instalar en España ese tipo de Castas que se dieran una vuelta por esos países. A modo de resumen detallo algunas pinceladas de la Venezuela actual por si es del interés de algún lector el visitarla.

Uno de los países con mayores reservas de petróleo del mundo con 77.000 millones de euros de volumen de exportaciones al año actualmente. Esa abundancia de riqueza petrolífera no ha corregido la presencia de la opulencia y la miseria. Conocí algo de Venezuela en distintas ocasiones y años, sorprendiéndome ese contraste extremo entre los ricos y los pobres. Uno de los principales problemas del país en la actualidad, es el desabastecimiento de productos alimenticios y esa carestía ha presionado la subida de precios. En el año 2013, se habla que Nicolás Maduro escondió datos de los elevados índices de precios, conociéndose que la inflación había sido para ese año del 56,2%, la más alta de Latinoamérica. En los meses de junio a agosto de este año 2014, la inflación mensual ha oscilado entre el 3,9% y el 4,4%, subiendo de agosto del 2013, al mismo mes del 2014 en un 63,4%. Ese desabastecimiento de alimentos es preocupante ya que otros países de la zona, caso de Argentina, pueden abastecerse de sus propios productos alimenticios, pero Venezuela tiene carencias de todo tipo de alimentos.

Según algunos economistas venezolanos el disparatado incremento del gasto público, con un fuerte incremento de las importaciones, el aumento de la liquidez monetaria y todo ello unido a la corrupción del país, ha castigado a la producción nacional. Se dice que una gran parte del sector alimentación del país está en manos de militares retirados que eran amigos de Hugo Chávez. Según el periódico el País el 25% del gabinete de Maduro (está compuesto por 31 miembros) son oficiales retirados o en activo. En la actualidad se habla de unos 25.000 homicidios al año en el país, así como un número importante de magnicidios y todo ello; está llevando a que algunas encuestas indiquen que el 60% de la población no aprueben la gestión de Nicolás Maduro. Lo que da otro dato negativo para el actual gobierno en unas hipotéticas elecciones a la presidencia. La subida de 10 puntos de la oposición por encima del Gobierno.

Modelos económicos de las características venezolanas son inviables en nuestro país, al estar integrados en la Comunidad Económica Europea, pero tan solo, el tener una cierta inclinación a la copia de formas de organización económica-social venezolana, evidenciaría un riesgo de laboratorio político. En mi modesta opinión, no beneficiaría a la clase media de este país y por añadidura, tampoco a los que menos tienen. Si pensara lo contrario me alinearía con los de la Casta. Pero no es el caso.