¿Final de ciclo y vientos de cambio?

La Vanguardia publicaba una extensa entrevista con un contenido Mariano Rajoy que hacía de la moderación el elemento central de un supuesto viento de cambio que se habría iniciado en Galicia con la victoria por mayoría absoluta del PP y que se estaría extendiendo por toda España. En opinión del líder del PP, en Galicia se habría iniciado la recuperación de voto joven y del voto urbano.

En el mismo periódico, un articulista realizaba un análisis sociológico de la pérdida de cota electoral que habrían tenido todos los experimentos de formación de un gobierno con partidos nacionalistas radicales en Baleares, Cataluña y, sobre todo, Galicia. El analista establecía que un porcentaje importante del electorado natural del PSOE reaccionaba tarde o temprano contra los impulsos de políticas nacionalistas desde gobiernos dirigidos por socialistas, acuciados o contaminados por los socios radicales. En cambio ponía como ejemplo de éxito electoral el desarrollado por el PSOE en Aragón, donde la alianza con regionalistas moderados habría producido el efecto contrario: la consolidación de un sólido PSOE aragonés anclado en las instituciones para un largo periodo.

El presidente de Gobierno haría bien en leer estos artículos y compartir sus reflexiones y no dejar todo en manos de que Mariano Rajoy caiga en la tentación del radicalismo. Es verdad que con escándalos como los del espionaje y la corrupción en Madrid, mientras el líder del PP no sea radical en sus catarsis, está asegurada una agrupación del voto de izquierdas. En ese sentido, Esperanza Aguirre también es un valor positivo para el PSOE porque su deriva populista se hace cada vez más insoportable para muchos madrileños. Pero precisamente por esas facilidades que da el rostro más duro del PP, el presidente debiera hacer un esfuerzo por recuperar la iniciativa y generar confianza en estos momentos de crisis económica profunda.

(*) Carlos Carnicero es periodista, analista político y columnista de elplural.com Carlos Carnicero *