“El inventor” del Día de la Hispanidad

Tan rápido pasa el tiempo y con tal sucesión de hechos, la mayoría irrelevantes, que las verdaderas razones de las cosas importantes quedan bajo el manto del olvido.

Sucede lo mismo con lo que celebramos cada 12 de octubre: el Día de la Hispanidad que, como otros tantos, casi nadie sabe quién lo promovió.

Quien marcó esta fecha en el calendario no fue ni un rey ni un conquistador sino un político malagueño llamado Cánovas del Castillo, que entre 1891-92 fue presidente del gobierno de nuestro país, cuando a España ya no le quedaban territorios en América, salvo Cuba, y el ánimo en la clase política española andaba alicaído por una sucesión de emancipaciones y décadas de luchas intestinas.

Se acercaba el 400 aniversario de la llegada de Colón y Cánovas lo vio como una oportunidad para volver a vincular a España con América y recuperar así algo de influencia.

Después de sondear a la clase política, convocó al Ministerio de Estado para que cada unos de los embajadores de España en los países americanos propusieran a los respectivos gobiernos la idea de celebrar el evento en común. Algo que, como se pueden imaginar, no resultó sencillo. La idea cuajó más o menos bien y todos aceptaron, pero las diferentes sensibilidades precisaban de distintos niveles de esfuerzo.

En el caso de Colombia, el asunto era crucial por ser el país que llevaba el nombre de Colón. En aquel momento, España resolvió un laudo que puso paz entre esa nación y su vecina, Venezuela, en un asunto de límites territoriales. Un laudo al que ambas se mostraron favorables. En el caso de Colombia, regaló a España el tesoro de los Quimbayas, ahora tan de actualidad. Pero eso es otra historia.

Para concretar la celebración en un lugar, Cánovas decidió organizar en Madrid una Exposición Histórica Americana donde cada país pudiera mostrar su cultura, principalmente la precolombina, para no caer en una visión imperialista.

Los norteamericanos se subieron al carro con buen criterio y participaron, pero propusieron celebrar otro evento más sonado. Y a finales de 1893, tuvo lugar en Chicago una exposición universal que apellidaron “colombina”, en la que presentaron tecnologías inalcanzables para España.

Con estos eventos, España anhelaba incorporarse a los avances tecnológicos de EEUU y las potencias europeas, así como volver a formar una comunidad con los países americanos que le permitiera recuperar la posición de antaño. Estoy seguro de que en el fondo era lo que perseguía Cánovas con su “inventada Hispanidad”.

Al menos, y es mucho, este día nos recuerda que los hispanos seguimos siendo una comunidad pendiente de una reconciliación y mucho hemos de agradecer a Cánovas.