¿De qué se ríe ZP?

¿Por qué sigue ahí el ministro de Economía, si se quiere ir? ¿Por qué ZP no lo cesa ya, para que se convierta por fin en ex ministro, que es la mayor ilusión de su vida, como él mismo reconoció cuando dimitió el cazador cazado Bermejo? ¿Por qué sigue Corbacho, si no sabe nada de empleo? ¿Cuántos parados más hacen falta para cambiarlo? ¿Por qué ZP no pide ayuda al PP, en vez de intentar despistar a la opinión pública con presuntos casos de corrupción de los populares? Son demasiados porqués sin respuesta que empiezan a dibujar la imagen del peor presidente de la historia de España en el peor momento.

Si ZP sabe leer, como en su día hizo González, que mire para Galicia, donde perdieron las elecciones por? no hacer nada. Ahora lo único que importa es la economía y frenar el paro. Que no intente despistar a la gente con otras cosas porque no lo va a conseguir, ni tampoco evitará que lo hagan responsable de este desaguisado en el que nos ha metido por su absoluta incapacidad de adoptar decisiones ni alcanzar acuerdos con el PP. La crisis es mundial pero en España es mucho más grave porque hemos vivido por encima de nuestras posibilidades durante muchos años de vino y rosas. Años en los que ZP derrochó los ahorros de todos los españoles en medidas electoralistas que vaciaron las arcas del Estado y dejaron al país sin posibilidades de reacción ante la crisis, como ha reconocido el ministro por obligación de Economía, Pedro Solbes.

El PSOE y el PP deben sentarse ya a hablar de economía y llegar a acuerdos. ZP tiene que remodelar urgentemente su gobierno y centrarse en resolver la crisis y no seguir abriendo más frentes en estos momentos. Y el PP debe ser generoso, olvidarse de Garzón y tenderle la mano al Gobierno para salir de la crisis. Todos deben colaborar para resolver esta situación y no intentar taparla, como hace el PSOE, o utilizarla políticamente, como hace el PP.

Que se olviden de la política y se centren en la Economía. 3.000.000 de personas en paro se lo merecen y 44.000.000 millones de españoles no los perdonarán nunca si no lo hacen y siguen en sus cosas, tirándose los trastos a la cabeza. La política no puede convertirse en un fin en sí misma, cuyo único objetivo es mantenerse en el poder o llegar a él por cualquier medio. Los políticos deben anteponer siempre los intereses generales a los partidistas y renunciar a aprovechar electoralmente determinadas situaciones dramáticas que perjudican a la gente y requieren del esfuerzo de todos para superarlas.

Mi consejo: que ZP se ponga serio de una vez, deje de reírse y llame a Rajoy, y éste, que se deje de boberías y llame a Rato, porque ahora lo único que le interesa a la gente es que arreglen esto.

* Presidente federal del Centro Canario Nacionalista (CCN) Ignacio González Santiago*