Santa Cruz de las tormentas

Los datos de precipitaciones están ahí y especular con la posibilidad de tener dispositivos cada vez más sofisticados que nos cuenten hasta la última gota que va a caer no servirá para evitar los daños; a eso se le llama “matar al mensajero” además de que Canarias dispone de una de las mejores tecnologías para previsiones meteorológicas del país. Pero es que nuestra ciudad, de siempre, se caracteriza por ser un espacio junto al mar que vive de espaldas a él y la gestión del suelo capitalino se ha perpetrado en función de los intereses particulares de los gobernantes, sin tener en cuenta la orografía isleña y su clima. Desde un punto de vista eminentemente geográfico Santa Cruz es una “gran rambla” cuya característica fundamental es la pronunciada pendiente; en momentos de lluvia recoge todas las precipitaciones de la zona alta incluyendo una buena parte de las del municipio de La Laguna. De siempre esas precipitaciones han circulado por nuestros numerosos barrancos camino al mar; los problemas surgen cuando cauces naturales como el del barranco del Hierro, el de San Joaquín, el Santos, o?. son sustituidos por cauces artificiales como son las vías del tranvía y el asfalto.

Los sufridos pobladores de esta capital nos hacemos preguntas que nunca reciben respuesta como: ¿Para qué el césped del tranvía?, ahí lo tienen repartido por la ciudad, ¿por qué se inundan sistemáticamente los alrededores del edificio Mapfre, si está al lado del mar y más alto? ¿Es tan difícil? ¿Por qué la Avenida Ángel Romero se convirtió en “zona cuasi catastrófica” y La Cuesta Piedra quedó limpia de arriba abajo?, ¿Cuántos barrancos de esta capital están cubiertos y con un tubo en su interior que no soporta la presión del agua, ¿Por qué el “fonil” de María Jiménez y la vuelta atrás del agua, destrozando todo a su paso? He leído atentamente el comunicado de la Comisión de María Jiménez y aún no salgo de mi asombro al comprobar cómo se menosprecia al ciudadano de a pie que pretende vivir y que lo dejen vivir. Ha primado el cemento, el destrozo de un desaguadero natural dejando a ese y a otros barrios desconectados del mar, con una estampa lamentable en su costa.

El parque natural de Anaga y sus caseríos deberían ser “el espacio más protegido de esta ciudad”. Único en el mundo por su belleza y su riqueza paisajística merece un trato diferenciado, de mimo absoluto; pero tristemente ese aspecto no interesa, se abandona, se deja morir poco a poco y así nos va.

En Santa Cruz reivindicamos de una vez y para siempre la figura de “los técnicos”, esos que no han dado un golpe sobre la mesa, que no han dejado claro al “político inepto” que éste no era el camino. El servilismo partidista, es en innumerables casos el culpable de nuestros males. Comienzan a surgir “voces autorizadas” -aunque sea de forma muy blanda -que reconocen “parte” de los errores en la planificación urbanística de Santa cruz y sus municipios colindantes; pues ¡manos a la obra! que no ganamos para sustos; por lo demás y como es costumbre el arreglo de los desperfectos saldrá de nuestros impuestos, por lo que exigimos sensatez y rigor.

* Secretaria de Formación de los Socialistas de Santa Cruz de Tenerife

Carmen Coello*