Brufau, rostro pálido

No, no se nos había pasado la entrevista al presidente de Repsol, Antonio Brufau, publicada este domingo en El País. Imposible no comentarla, aunque sea someramente. El grueso estuvo referido a sus problemas con Argentina, a los precios de los carburantes y a lo sobrada que va la compañía, que ni siquiera necesita los accionistas que Rajoy quiere buscarle en Arabia Saudí. El periodista no se salta la cuestión canaria, que el presidente de Repsol analiza, como no podía ser de otra manera, bajo su óptica puramente empresarial. De entrada, sepan nuestros lectores que el debate sobre las prospecciones en Canarias “entristece” al señor Brufau porque no le parece “muy constructivo” sino más bien “un tema de votos” en el que “la política no está jugando un papel no del todo transparente”. Tratándose de uno de los más estrechos colaboradores del ministro José Manuel Soria, no parece muy de recibo hablar de votos y de transparencia en la misma frase en referencia a esta cuestión, en la que el ministro de Industria ha sido tan transparente que espanta. Pero en sus contestaciones, las de Brufau, hay algunos otros aspectos que convendría analizar tranquilamente, como el estilazo con el que se sacude lo ocurrido con BP en el Golfo de México: “Ha habido cientos de plataformas durante muchísimos años y ha habido un solo accidente, y la compañía que lo ha causado lo está pagando”. Traducción para el profano: existe la posibilidad de un grave accidente allí donde jamás hubo ninguno, pero todo se soluciona pagando, lo que seguramente tranquilizará una barbaridad (y la yema del otro) a los empresarios turísticos canarios.

No, no se nos había pasado la entrevista al presidente de Repsol, Antonio Brufau, publicada este domingo en El País. Imposible no comentarla, aunque sea someramente. El grueso estuvo referido a sus problemas con Argentina, a los precios de los carburantes y a lo sobrada que va la compañía, que ni siquiera necesita los accionistas que Rajoy quiere buscarle en Arabia Saudí. El periodista no se salta la cuestión canaria, que el presidente de Repsol analiza, como no podía ser de otra manera, bajo su óptica puramente empresarial. De entrada, sepan nuestros lectores que el debate sobre las prospecciones en Canarias “entristece” al señor Brufau porque no le parece “muy constructivo” sino más bien “un tema de votos” en el que “la política no está jugando un papel no del todo transparente”. Tratándose de uno de los más estrechos colaboradores del ministro José Manuel Soria, no parece muy de recibo hablar de votos y de transparencia en la misma frase en referencia a esta cuestión, en la que el ministro de Industria ha sido tan transparente que espanta. Pero en sus contestaciones, las de Brufau, hay algunos otros aspectos que convendría analizar tranquilamente, como el estilazo con el que se sacude lo ocurrido con BP en el Golfo de México: “Ha habido cientos de plataformas durante muchísimos años y ha habido un solo accidente, y la compañía que lo ha causado lo está pagando”. Traducción para el profano: existe la posibilidad de un grave accidente allí donde jamás hubo ninguno, pero todo se soluciona pagando, lo que seguramente tranquilizará una barbaridad (y la yema del otro) a los empresarios turísticos canarios.