Atlanticidad, una resignificación del imaginario compartido entre Canarias y el Caribe
Contar Canarias a través de su música, sus migrantes o su historia. La tinerfeña Lilia Ana Ramos trabaja desde hace tres años en un proyecto fotográfico para resignificar las Islas y unir el imaginario compartido entre el Archipiélago y el Caribe.
“La idea nació cuando vivía en Valencia y lo que me contaban de Canarias no tenía nada que ver con lo que yo conocía. Entonces me pregunté cómo contar que toda esa exotización o tropicalización que se nos impone desde el ojo ajeno se contradice en algo más estructural”, afirma Ramos.
Ramos nació en 1988 en Tenerife y a los 11 años se mudó a la Comunidad Valenciana, donde estudió Ciencias Políticas en la Universidad de Valencia y después Fotografía en la Escuela de Arte y Diseño. Veinte años después, en enero de este año, volvió a la Isla, donde continúa con su proyecto a través del perfil @Atlanticidad en Instagram.
Para poder plasmar el proyecto en un fotolibro, en enero saldrá un crowfunding. El objetivo que persigue es “dar una imagen diferente de Canarias en la Península” y que los propios isleños se identifiquen; “nosotros fuimos migrantes y deberíamos ser tolerantes con las personas que vienen aquí”, explica Ramos.
Al principio, pensaba utilizar solo imágenes propias o de su familia, que proceden del norte de Tenerife y de La Gomera, pero luego incluyó otras de archivo, a las que añade textos personales e históricos, con los que trata de mostrar “una realidad poco conocida de las Islas”.
Sobre la relación con el Caribe, Ramos explica que, superficialmente, existe “una afinidad” en la manera de hablar, los gustos musicales o la arquitectura, además del clima; pero, estructuralmente, considera que ambos territorios han vivido procesos similares de conquista y colonización, de flujos migratorios o de rutas comerciales y culturales en el marco del Océano Atlántico.