La sequía, el precio del agua y las ayudas a la importación alejan a Canarias de la soberanía alimentaria
Con unos índices de lluvias bajos, un campo que sufre de sed, unas presas que en el caso de Gran Canaria se encuentran al 30% de su capacidad, unos costes de agua elevados y que se verán agravados con la entrada en vigor del decreto de autoconsumo que limita la utilización de renovables en las desaladoras y unas ayudas que premian a la importación frente a la producción local, el presidente de la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA) en Las Palmas, Antonio Suárez, tiene claro que la aspiración expresada por el consejero regional del área, Narvay Quintero, de caminar hacia la soberanía alimentaria, no se convertirá en realidad.
A Suárez, presidente también de la cooperativa Cosecha Directa, no le ha sorprendido que Quintero dijera este martes que la sequía puede reducir la producción de la papa canaria hasta un 60%. “Como de aquí a 10 días no llueva, las dos hectáreas que hemos plantado de secano en La Pasadilla se van a perder”, lamenta.
El sector no pasa por su mejor momento y ya ha expresado su desesperación por la escasez de lluvias. A las consecuencias estructurales que ocasionan los fenómenos meteorológicos hay que sumar realidades inamovibles en el tiempo, como que en Canarias hay espacios que directamente no se plantan por el elevado coste del agua. Es el caso, según explica Suárez, de parcelas en La Gavia de Telde o La Pasadilla de Ingenio, donde muchas tierras se han abandonado.
Para el presidente de UPA en Las Palmas “está clarísimo que el agua no debería ser tan cara por la energía con todas las renovables que tenemos”. En este punto, apostilla un “ojalá” en referencia a que la instalación de pequeños molinos por parte de los agricultores estuviera incentivada.
Durante los últimos 15 años se han abandonado dos terceras partes del terreno cultivable de Canarias. Algo que Suárez pronostica que seguirá pasando si “se sigue con estas políticas y con esas ayudas a la importación y no realmente a la producción”.
Limitación al riego
El Cabildo de Gran Canaria ha puesto una limitación a la expansión al riego de cultivos especialmente en la zona sur de la isla, que sufre más la falta de lluvias al nutrirse principalmente de las presas insulares, cuyo nivel en estos momentos es “muy bajo”.
El gerente del Consejo Insular de Aguas, Gerardo Henríquez, no habla de restricciones y explica que se aporta a cada productor la media que ha mantenido durante los dos últimos años. “No se han producido cortes de agua, sino una limitación a que se produzca mayor expansión de terreno a plantar”, puntualiza.
En zonas de medianías, centro y norte de la isla, la distribución de agua desalada y depurada alberga más protagonismo, lo que hace que las sequías se noten menos.
Para paliar la situación, la Administración insular ha emprendido una serie de iniciativas, como la adquisición llevada a cabo a finales del pasado año de una serie de membranas para obtener una mayor producción en el terciario de Barranco Seco, lo que ha supuesto una inversión de medio millón de euros.
Asimismo, se han iniciado los trámites para ampliar la red de conexión hacia el sur para llegar, desde este punto y desde el terciario del sureste, con mayor cantidad de agua regenerada a las zonas bajas de la cuenca de San Bartolomé de Tirajana y Mogán y disminuir así la aportación de agua de presa, que se destinaría a cultivos ubicados por encima de la cota 300, donde resulta más complicado llegar con producción industrial.
En el norte de la Isla, Henriquez señala que los trabajos se han centrado en la eficiencia energética de la desaladora de Bocabarranco, que contó con una financiación de 1,1 millones de euros. En la actualidad el Cabildo invierte en la puesta en funcionamiento de la segunda planta de Roque Prieto, algo que confía que suceda a lo largo de este año.
“Estamos intentando incrementar la aportación de agua pública en el mercado para paliar la carencia de lluvias”, concluye.
Frente a la previsión de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) de que en los próximos días no habrá precipitaciones, el Consejo parte de la premisa de que no va a llover más este invierno y “contamos con el agua con la que contamos”.
Sembrando Conciencia
UPA ha impulsado una campaña para “sembrar conciencia” en la población canaria mediante una serie de vídeos en los que explica la realidad del sector agrícola y ganadero en las islas y denuncia los problemas que asfixian al campo, como unas ayudas a su juicio mal distribuidas.
Como ejemplo, pone la importación de la semilla de la papa, cuyos sacos adquiere a 12 o 13 euros un oligopolio establecido en el Archipiélago, que una vez en las islas lo vende a los agricultores por 20. Al mismo tiempo, estas empresas reciben ayudas europeas de dos euros por saco para, supuestamente, abaratar el mismo, denuncia Suárez.
“¿A quién se ayuda, al agricultor, al consumidor o al importador? Esa desastrosa política es la que está arruinando al sector”.