La campaña de pesca del atún rojo del Atlántico oriental y del Mediterráneo, que arrancó en Canarias meses atrás, llega a su momento central la medianoche de este sábado, con la incorporación de los barcos de la flota de cerco -la más industrial- y buenas previsiones en el caladero, pendientes de la meteorología.
Los buques de las dos empresas españolas con cuota de cerco ya están en el mar, rumbo a las aguas de Baleares, y a partir de las 00.00 horas (10.00.GMT) del 26 hasta el 1 de julio podrán capturar sus cuotas, aunque es previsible que dada la abundancia acaben mucho antes su faena.
Ricardo Fuentes -con puerto en Cartagena (Murcia)- y el grupo Balfegó -de L'Ametlla de Mar (Tarragona)- son las armadoras de la flota de cerco, la que tiene más capacidad, y aprovecharán también cupos de barcos de otras nacionalidades, que participan en sus campañas.
España es el país europeo que más atún rojo extrae, con 6.783,67 toneladas, asignadas por la Comisión Internacional para la Conservación del Atún Atlántico (Iccat, en sus siglas en inglés).
La pesca de esta especie (migratoria) empezó en febrero en aguas de Canarias, en primavera comenzaron después las “levantás” en las milenarias almadrabas de Cádiz y ahora llega a su punto central; también tienen derecho a cuota las flotas de cebo vivo del Cantábrico, del Estrecho y buques artesanales mediterráneos.
Caso de éxito
El atún rojo es un caso de éxito en la gestión pesquera, pues hace años estuvo en un estado delicado y ahora es muy abundante, tras “sacrificios” para el sector y recortes en sus capturas, según recuerda a EFE el director adjunto de Balfegó, Juan José Navarro, en conexión telefónica desde uno de sus barcos.
Desde Ricardo Fuentes auguran también, en declaraciones a EFE, un buen inicio de campaña.
La firma cartagenera tiene una cuota de 4.700 toneladas y participará con 58 barcos, de los que 18 son cerqueros -tres son propios con cuota española y el resto de otros países-; aparte, esta empresa tiene almadraba.
Balfegó dispondrá de una cuota de 3.087 toneladas y navega con 33 barcos (españoles, franceses e italianos), diez proveedores de atún y 23 embarcaciones auxiliares; el grupo generará 300 empleos directos durante la campaña.
Los barcos llevarán sus capturas a los viveros para engorde, durante un plazo que oscilará entre los 3 y 12 meses, según Ricardo Fuentes.
Japón, destino tradicional; EE.UU. gana importancia
Japón, cuna del “sushi”, ha sido el destino tradicional del atún rojo, pero se han ido diversificando las exportaciones.
Ricardo Fuentes tiene el mercado nipón como el principal cliente, pero también son importantes sus ventas a Estados Unidos, China y Corea, además de Europa.
El responsable de Balfegó ha señalado que Japón supone un tercio de su comercialización, otro tercio corresponde a EE.UU. y el tercero restante se reparte entre 30 países, entre ellos España.
Navarro ha detallado que la importancia del mercado japonés se ha ido desplazando en favor de España y EE.UU. porque la estrategia de la empresa es optar por el reconocimiento de la marca y del trazabilidad, más “valiosas” en esos dos últimos destinos.
El papel de la vigilancia pesquera
La campaña del atún rojo está controlada y se hace con biólogos y observadores a bordo y también en los procesos de traslado y en granjas, siguiendo los dictámenes de Iccat.
A este respecto, el responsable de Balfegó ha mostrado su preocupación por la situación de los inspectores de Pesca Marítima, que precisamente han convocado una huelga para el 4 de junio para denunciar sus problemas laborales.
Si bien la huelga de un día no alteraría mucho la actividad, Navarro ha advertido de que la falta de biólogos puede bloquear y ralentizar el trabajo de este sector atunero durante la temporada.
En relación al problema de personal en la pesca, Navarro ha explicado que es menor en la campaña del atún rojo de los cerqueros, que se produce en pocos días y con buena mar (si no, fondean), si bien ha constatado que es “una tónica” en la pesca nacional.